¿Te imaginas que en Tron: Ares uno de los personajes fuese una inteligencia artificial real? Pues no es una idea loca de un fan con mucho tiempo libre, sino algo que Disney llegó a plantear muy en serio. El estudio valoró usar IA de verdad como parte de la película, pero al final alguien en las alturas frenó en seco la propuesta. ¿El motivo? Una cosa llamada mala publicidad, no querían ningún tipo de controversia.
Y lo más curioso no es solo que se lo plantearan, sino que ya tenían incluso el personaje pensado. Según un informe reciente publicado por el Wall Street Journal, ejecutivos de Disney sugirieron crear un personaje de IA real como compañero de Flynn, el personaje de Jeff Bridges, para esta nueva entrega de la saga. Habría sido una mezcla de experimento tecnológico y maniobra de marketing que, por lo visto, alguien en la compañía consideró «bastante pegajosa».
Pero el plan duró poco. Muy poco.
Disney se acobardó con la IA para Tron: Ares, pero no por ética
El proyecto de inteligencia artificial en Tron: Ares se descartó rápidamente. No por una cuestión de principios, ni porque el estudio quisiera defender el cine humano y artesanal. La razón fue otra: el miedo a que la prensa los hiciera trizas. El informe apunta directamente a que «se les advirtió internamente que no podían arriesgarse a la mala publicidad». Fin de la historia.
O quizá no tanto.
Porque lo verdaderamente preocupante aquí no es que se les ocurriera, sino que casi lo hacen. Que se estuviera discutiendo en serio, en una reunión de alto nivel, introducir una IA funcional como parte de la historia, o del marketing, de una película tan simbólica como Tron: Ares habla de una línea que ya se está cruzando. Una línea que separa la ficción del reemplazo encubierto.
Tron: Ares
Tron: Ares y el contexto incómodo
Para entender lo delicado del asunto, hay que mirar hacia atrás. Disney ya probó las aguas de la inteligencia artificial y la reacción no fue precisamente cálida. ¿Recuerdas los créditos iniciales de Secret Invasion? Fueron generados con IA. ¿Y qué pasó? Una oleada de críticas por parte de artistas, profesionales del medio y espectadores que no entendían por qué una empresa como Marvel Studios no podía contratar a personas reales.
Y eso fue solo el comienzo. Los primeros pósters de Los 4 Fantásticos: First Steps también fueron señalados por su aspecto sospechosamente artificial. Y por si fuera poco, Lucasfilm, sí, también propiedad de Disney, presentó un demo de IA para un supuesto documental de naturaleza estilo Star Wars que fue tan ridículo que hasta los fans más fieles lo repudiaron. La guinda del pastel.
Entonces, ¿por qué insistir con Tron: Ares? La respuesta parece estar en una frase que se repite cada vez más en Hollywood: «Si el público no se queja, sigamos empujando los límites».
La industria normalizando lo artificial
Y no es solo cosa de Disney. El auge de la IA en el cine es real. IMAX ha lanzado un concurso de cortos creados con inteligencia artificial. Ben Mankiewicz, presentador de Turner Classic Movies, no solo participó en un especial sobre una versión “mejorada con IA” de El mago de Oz, sino que también defendió públicamente la tecnología como parte del futuro inevitable del audiovisual. Una narrativa que, poco a poco, está normalizando la presencia de algoritmos en el corazón del cine.
TRON: Ares
Tron: Ares, por su propia temática, parecía el lugar ideal para hacerlo sin levantar demasiadas alarmas. Después de todo, estamos hablando de una saga que desde 1982 ha girado en torno a la convivencia entre humanos y programas digitales. Pero una cosa es hablar de programas dentro de la historia… y otra muy distinta introducir uno real en la producción.
Y por si fuera poco… está Jared Leto
Como si la polémica tecnológica no fuese suficiente, Tron: Ares llega en un momento delicado por otro motivo: su protagonista, Jared Leto, está envuelto en acusaciones de conducta sexual inapropiada. Y aunque Disney aún no se ha pronunciado de forma clara, lo cierto es que siguieron contando con él para el panel en la San Diego Comic-Con, algo que muchos interpretan como una postura de indiferencia ante la controversia.
Así que, cuando uno junta las piezas, el panorama no es precisamente optimista: una franquicia con dos entregas anteriores que no arrasaron en taquilla, un actor con polémica encima y una decisión técnica (por ahora desechada) que podría haber sido un escándalo de relaciones públicas. Todo esto convierte a Tron: Ares en una película que, incluso antes de estrenarse, parece estar navegando un terreno muy resbaladizo.
¿Un punto de no retorno?
Lo preocupante no es solo que Disney esté tanteando usar inteligencia artificial real en sus producciones. Es el hecho de que, como revela el informe, lo harán si creen que el público no se va a quejar. Hoy no fue el día. Pero la próxima vez, puede que sí lo sea.
Porque si algo nos enseña este caso es que las decisiones no se están tomando por respeto a los artistas, ni por mantener la esencia del cine. Se toman por cálculo de riesgos. Y en ese juego, la opinión pública es solo una variable más.
¿Qué pasará con Tron: Ares?
Ahora mismo, lo único claro es que Tron: Ares sigue su curso, con Jared Leto al frente y un estreno previsto para el 10 de octubre de 2025. Su argumento, como es habitual en la saga, girará en torno al choque entre el mundo digital y el real, pero esta vez con los programas saliendo del ciberespacio para invadir nuestro mundo. Una vuelta de tuerca que promete acción, estética futurista y muchas posibilidades narrativas.
Eso sí, después de todo lo que se ha contado, será interesante ver cuánto de la tecnología real se cuela por debajo del radar. Porque aunque esta vez hayan eliminado la IA real, la tentación está ahí y cada vez más cerca.




