Han pasado quince años desde que Tron: Legacy iluminó las salas de cine con su estética futurista y su música hipnótica de Daft Punk. Y aunque muchos pensaban que la historia había quedado congelada en la red, Disney estrenará una nueva película, Tron: Ares. Pero ojo, la espera no ha sido casualidad. Detrás de este retraso hay una razón estratégica.
La intriga es clara: ¿cómo puede ser que un proyecto que ya estaba listo para rodarse desapareciera del mapa de un día para otro? La respuesta está en otra galaxia, literalmente. Porque mientras el equipo de Tron: Ares afinaba detalles, Disney tenía la vista puesta en una saga capaz de eclipsarlo todo: Star Wars.
El guionista lo cuenta todo
David DiGilio, guionista original que empezó a trabajar en la secuela directa de Tron: Legacy en 2011, ha revelado cómo fue ver cómo su proyecto se apagaba cuando estaba a punto de encenderse. Así lo explicó a The Hollywood Reporter:
«En el extraño trabajo de escribir guiones para estudios en Hollywood, supongo que se puede decir que un proyecto nunca está realmente muerto. Soy un fan de la ciencia ficción de toda la vida y un niño de los años 80, y Tron es una película que se me quedó grabada desde pequeño».
«Después de ver Tron: Legacy, tuve la oportunidad de entrar y presentar ideas para Tron 3 con Joe Kosinski, y luego lo desarrollamos con el productor Justin Springer y el equipo. Estuvimos realmente cerca de filmar. Estábamos en plena preparación, y el equipo estaba buscando localizaciones en Shanghái cuando Disney compró Lucasfilm. Eso nos quitó todo el aire, porque la franquicia más grande de Hollywood iba a reclamar toda su atención. Fue un golpe duro para nosotros. El guionista Jesse Wigutow, con quien he llegado a llevarme muy bien durante el proceso, hizo un gran trabajo después de mí. Así que las cosas iban viento en popa, pero lo cancelaron».
Disney
El gran eclipse de Star Wars
Disney había apostado fuerte por Tron: Legacy en 2010. Pese a que la película apenas recuperó su presupuesto en Estados Unidos, el resultado global de 400 millones parecía suficiente para impulsar una saga propia. Incluso llegó a tener serie animada (Tron: Uprising) y un proyecto de secuela en marcha bajo el título TR3N.
Sin embargo, en 2012 llegó el bombazo: la compra de Lucasfilm. La nueva prioridad pasó a ser relanzar Star Wars con El despertar de la Fuerza (2015). Y cuando el Halcón Milenario volvió a despegar, Tron: Ares se quedó en el cajón de los olvidados. Joseph Kosinski, director de Legacy, llegó a admitir que la entrada de Marvel y Star Wars en el catálogo de Disney había dejado a Tron en un rincón oscuro.
Star Wars
Tron: Ares resurge en el momento justo
La paradoja es que Tron: Ares ha vuelto a la vida precisamente gracias a la falta de nuevas películas de Star Wars. Desde El ascenso de Skywalker (2019), la saga galáctica se ha tomado un largo respiro en cines, y Disney ha aprovechado ese hueco para rescatar franquicias dormidas como Haunted Mansion y, por supuesto, Tron: Ares.
Este tercer capítulo promete algo diferente: su protagonista no será un héroe clásico, sino Ares, un personaje concebido originalmente como villano. La idea es darle un giro a la historia, explorar un nuevo ángulo dentro de ese universo digital y ofrecer un espectáculo que combine nostalgia ochentera con la ambición visual del presente.
Recordando Tron: Legacy
Para entender la importancia de Tron: Ares, conviene recordar dónde lo dejamos. Tron: Legacy (2010) seguía a Sam Flynn (Garrett Hedlund), hijo del mítico Kevin Flynn (Jeff Bridges), quien se adentraba en la red digital tras la misteriosa desaparición de su padre. Allí descubría un mundo visualmente impresionante gobernado por Clu, un programa rebelde que había tomado el control. Con la ayuda de Quorra (Olivia Wilde), Sam lograba sobrevivir a las carreras de motos de luz y a los combates de discos, mientras buscaba la manera de escapar al mundo real junto a su padre.
Tron: Legacy
La película, aunque divisiva en crítica, se convirtió en un fenómeno visual y musical, cimentando una base de culto que lleva más de una década esperando una secuela digna.
Una fecha marcada en el calendario
Disney ha puesto ya el sello oficial: Tron: Ares llegará a los cines el 10 de octubre de 2025. Quince años después, la saga regresa a lo grande, cargada de historia detrás de cámaras y con la promesa de un nuevo viaje al interior de la red.
Puede que el tiempo haya jugado en su contra, pero también le ha dado un aura especial. Porque, seamos sinceros, ¿qué mejor carta de presentación que decir que Tron: Ares sobrevivió al huracán Star Wars y logró abrirse paso en la cartelera?




