355 millones de dólares. Ese es el dato por ahora. A primera vista parece una buena cifra, pero si tenemos en cuenta que el presupuesto ha sido de 180 millones y que, para ser rentable, Thunderbolts necesitará al menos alcanzar los 400 o 450 millones en taquilla… El panorama se complica.
Porque sí, la última película de Marvel tiene cosas muy buenas. Pero también deja claro que algo no termina de funcionar en el UCM. No engancha con la gente, así que cuidado con el estreno de Los Cuatro Fantásticos (aunque ese es otro tema).
Thunderbolts, dirigida por Jake Schreier, llegó con una propuesta diferente: reunir a varios personajes secundarios (aunque queridos) del Universo Cinematográfico de Marvel y darles su momento de gloria. En el reparto tenemos a Florence Pugh como Yelena Belova, Sebastian Stan como Bucky Barnes, David Harbour como el carismático Guardián Rojo, Wyatt Russell como John Walker, y a Julia Louis-Dreyfus en un papel cada vez más maquiavélico como Valentina Allegra de Fontaine.
Pero si hay alguien que ha llamado la atención en esta entrega, ese es Lewis Pullman, que da vida a Robert Reynolds, alias Sentry. Un personaje tan poderoso como inestable, que abre las puertas a tramas mucho más oscuras y complejas para el futuro del UCM.
La historia de Thunderbolts: cuando los antihéroes se convierten en esperanza
Atención SPOILERS. Todo empieza en Malasia, donde Yelena Belova cumple una misión encubierta para encubrir las fechorías de De Fontaine. A partir de ahí, se desata un efecto dominó: un equipo de inadaptados se une sin saberlo para encubrir un escándalo político, hasta que descubren que los han enviado a una trampa mortal.
En medio del caos, aparece Bob. No, no es un nombre que imponga. Pero resulta que es el mismo sujeto de pruebas que fue dado por muerto durante un experimento del llamado Proyecto Sentry. ¿El resultado? Un ser casi divino, capaz de destruir una ciudad entera o salvarla, dependiendo del día.
Y sí, como buen superhéroe con pasado turbio, Bob arrastra un trauma que da pie a una batalla final tan espectacular como emocional: la lucha contra el Void, una manifestación de sus miedos, su depresión y su lado más oscuro. Con Nueva York atrapada en un limbo de recuerdos traumáticos, solo el trabajo en equipo (y una pizca de humanidad) logra apagar la oscuridad y devolver la esperanza.
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¿Qué ha salido bien?
Hay que reconocerlo: Thunderbolts es una película con ambición. Y eso se agradece. Da protagonismo a personajes que normalmente están en segundo plano, y lo hace sin caer en clichés.
Presenta a Sentry, un personaje que puede cambiar las reglas del juego en el UCM. Su historia tiene potencial para dar mucho juego en Vengadores: Doomsday (2026) o incluso en Secret Wars (2027).
Prepara el terreno para el reboot de Los Cuatro Fantásticos, con una escena post-créditos que ya está dando que hablar: una señal de socorro desde una nave con el logo «4» en el espacio. Puro hype, aunque en la sala en la que yo vi la película, a nadie le importó mucho.
Tiene escenas de acción bien ejecutadas, momentos emotivos y un tono más adulto que recuerda a lo mejor de Marvel en sus días más atrevidos.
¿Entonces por qué no ha funcionado en taquilla?
La gran pregunta. Porque la película es buena. Las críticas han sido positivas, tanto de la prensa como del público que ha decidido ir al cine. Pero… Y aquí viene el pero grande: no ha conseguido llenar salas. No ha habido esa urgencia por verla, ese fenómeno social que otras entregas de Marvel sí provocaban.
Y eso, cuando ir al cine cuesta más que nunca, marca la diferencia entre un éxito y un fracaso económico. Parece que hay parte de Hollywood que no ha entendido el momento actual. La gente ya no quiere ir a ver películas a las salas, quiere reunirse con otras personas en eventos. Minecraft ha conseguido ser un gran fenomeno viral, resultado: 940 millones de dólares. Misión imposible: Sentencia final tiene esa aura de despedida a Tom Cruise como Ethan Hunt y en su primer fin de semana ha obtenido 204 millones. Mientras que Lilo y Stitch ha arrasado con todo con 341 millones en tan solo 3 días, ya que reúne a varias generaciones de espectadores que quieren vivir la experiencia juntos. Yo por ejemplo, no soy muy fan del alienígena azul, me cae bien, pero sin más. Sin embargo, me hacía ilusión ver la película en el cine por lo que significa para los más pequeños de la casa, ya que su peluche favorito cobra vida.
Por desgracia, Thunderbolts es una entrega más. Si vas al cine a verla te entretienes, pero también puedes esperarte a que esté disponible en Disney Plus. No ha creado esa aura de imprescindible. Marvel Studios ha perdido su magia o la ha matado.
Thunderbolts: ¿un precedente peligroso?
Aquí es donde la cosa se pone interesante. Porque Thunderbolts demuestra que Marvel puede seguir haciendo películas de calidad. Pero también deja claro que arriesgar con personajes menos conocidos no garantiza resultados. Y eso puede tener consecuencias importantes.
Si la película hubiera recaudado 600 o 700 millones, probablemente estaríamos hablando de una nueva tendencia: equipos alternativos, historias más maduras, personajes con capas emocionales. Pero al quedarse en 355 millones o rozar los 400 millones cuando salga de cines, lo que seguramente pase es todo lo contrario: vuelta al redil.
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Más Spider-Man. Más Thor. Más Doctor Strange. Menos inventos.
Una escena final que lo dice todo, ya que resume el espíritu de Thunderbolts. De Fontaine se adelanta y presenta al equipo como «Los Nuevos Vengadores». Manipula la narrativa, se apunta el tanto, y deja a Yelena con una última frase dirigida al poder: «Te pertenecemos… Pero también te tenemos controlada».
Es una metáfora perfecta de la película: una historia que intenta romper moldes, pero que al final termina atrapada por las mismas estructuras de siempre.
Entonces… ¿éxito o fracaso?
La respuesta es: ambas cosas. Es un éxito creativo, con momentos potentes, ideas nuevas y personajes bien escritos. Pero también es un fracaso de taquilla que probablemente limite la apuesta por lo diferente.
Thunderbolts ha demostrado que Marvel todavía puede arriesgar, aunque el público, esta vez, no haya respondido como esperaban.
¿Será recordada como una joya incomprendida o como un punto de inflexión para el UCM? Solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa está clara: los números no mienten.
La pelicula es buena pero el problema que muchas personas no vienron las series y no saben quen el Da Fontaine…o no saben quien es Us agent….y no saben de los demas por que no vienron Ant man….