En Marvel existen muchas batallas épicas, como cuando Thanos derrotó a los Vengadores, demostrando que es uno de los más poderosos del Universo.
Aunque se reunieron Hércules, Hulk, la Cosa y Thor, dio igual porque Thanos derrotó a los Vengadores y ni siquiera le hizo falta las Gemas del Infinito para lograrlo. Ya que fue una batalla a puñetazo limpio.
En la historia de Infinity War (1991) de Marvel Comics, Magus (la copia malvada de Adam Warlock) había incapacitado a Eternity, provocando que Thanos hiciera equipo con Warlock. En el cómic de Marvel Quasar # 84 de la saga Infinity War, los héroes más poderosos de la Tierra no están muy felices de encontrar a Thanos (y Moondragon) junto a Warlock e Infinity Watch. Quasar intenta proteger al grupo, pero los héroes atacan, enviando toda su fuerza al escudo protector. Mientras el Capitán América intenta convencer a su equipo de que deje de atacar, Thanos usa el Guantelete del Infinito para disparar la cúpula protectora de Quasar y provocar una gran pelea. Es en aquel momento cuando Thanos derrotó a los Vengadores.
Cuando es atacado por personajes tan fuertes como Hércules, Hulk, Thor y la Cosa al mismo tiempo, sorprendentemente avergüenza a los héroes. Se burla abiertamente de ellos diciendo: «¿Se llaman fuertes? Soy una fuerza personificada», mientras agarra a Hulk y a la Cosa por sus cabezas.
Thanos derrotó a los Vengadores porque está tratando de ayudar a Warlock contra Magus. Los héroes (a pesar de las súplicas del Capitán América) van a la ofensiva después de encontrarse con el villano y finalmente tiene que defenderse.
Es difícil culpar a los héroes de atacar al villano, ya que recientemente eliminó la mitad de la existencia en el universo.
Mientras Thanos derrotó a los Vengadores, Adam Warlock finalmente tiene la oportunidad de hablar con Quasar, diciéndole que Thanos no fue responsable de lo que le sucedió a Eternity mientras le cuenta sobre la amenaza pendiente de Magus. Pero, Quasar intenta arrancar la Gema del Infinito de Warlock de su frente, haciendo que caiga al suelo. Así que en aquella ocasión, los héroes debieron detenerse, para darse cuenta de que todos tenían los mismos objetivos.
