Mientras esperamos a la temporada 4 de Ted Lasso, Apple TV+ se ha sacado de la manga una nueva serie deportiva que, aunque cambia de especialidad, mantiene el corazón, el humor y ese estilo que te hace apretar el pecho mientras te ríes.
Su nombre es Stick, y si aún no la has visto, es el momento de darle al play. Pero tienes que saber que cambiamos el fútbol por el golf.
Esta serie deportiva nos ofrece un pasado roto y muchas emociones por delante
En lugar de una cancha de fútbol, Stick nos lleva directamente a los greens y búnkers del mundo del golf. Su protagonista es Pryce «Stick» Cahill, interpretado por un brillante Owen Wilson, que da vida a un exjugador profesional caído en desgracia que decide volver… pero esta vez como entrenador.
¿Su objetivo? Convertir a un joven talento llamado Santi Wheeler (Peter Dager) en el próximo campeón del golf estadounidense. Pero no todo es tan sencillo: traumas del pasado, duelos no resueltos y una relación complicada con el deporte convierten esta historia en mucho más que una serie deportiva.
Stick
De «perdedor adorable» a mentor improvisado
La comparación con Ted Lasso es inevitable. Como Jason Sudeikis en la serie deportiva que nos adentraba en el mundo del fútbol, Owen Wilson encarna a un tipo que no tiene ni idea de cómo ser entrenador. Pryce no es optimista ni tiene frases motivadoras. Es sarcástico, torpe y está lidiando con un divorcio doloroso y la pérdida de su hijo. Pero ahí está, intentándolo.
Eso es lo que engancha: Stick no trata de copiar el estilo de Lasso, sino de llevarlo a otro terreno. Donde Ted usaba la sonrisa y la amabilidad para inspirar, Pryce necesita aprender a no meter la pata emocionalmente cada vez que abre la boca. Y ahí reside parte de su encanto.
Un vínculo que te atrapa desde el primer episodio
Lo más bonito de esta serie deportiva es la relación que se va construyendo entre Pryce y Santi. No hay discursos épicos ni milagros deportivos. Hay silencios incómodos, fracasos, errores y pequeñas victorias que se sienten gigantes. Poco a poco, el golf pasa a segundo plano y lo que brilla es cómo dos personas rotas empiezan a arreglarse mutuamente.
La dinámica recuerda al inicio de Ted Lasso con personajes como Roy o Jamie, que no querían saber nada del nuevo entrenador. Aquí, Santi también carga con un pasado duro: su propio padre lo entrenó y no salió bien. Así que la resistencia está servida desde el minuto uno.
¿Y si Stick dura más que Ted Lasso?
Una de las cosas más interesantes de Stick es su potencial a largo plazo. Mientras que Ted Lasso giraba alrededor de un equipo completo (con todas las complicaciones que eso conlleva), Stick se centra en solo dos personajes principales. Eso le da más libertad para evolucionar con calma y profundidad.
Además, el golf tiene algo que el fútbol no: se trata de una carrera individual, con un camino más largo y lleno de etapas. Santi apenas está empezando. Y con Pryce como mentor, su historia puede desarrollarse durante años. Imagínate temporadas enteras de esta serie deportiva siguiendo su ascenso, sus derrotas, sus intentos por ganar torneos como The Masters o la US Open. Hay material para rato.
Stick
Una serie deportiva que mezcla carcajadas y nudos en la garganta
Apple TV+ ha dado en el clavo. No necesitábamos otra serie exactamente como Ted Lasso. Necesitábamos una historia que tuviera alma, que nos hablara desde las derrotas personales, pero también desde la posibilidad de redención. Y Stick lo hace con estilo propio.
No es casualidad que haya sido creada con el mismo espíritu narrativo: la búsqueda de personajes imperfectos que se encuentran en el momento justo. Owen Wilson, con su humor seco y esa cara d “todo me da igual”, le da el tono perfecto a Pryce. Y Peter Dager brilla como la nueva promesa que no quiere volver a confiar… pero termina haciéndolo.
¿Dónde verla?
Los tres primeros episodios de Stick ya están disponibles en Apple TV+. Y si sigue creciendo al ritmo actual, no sería raro verla convertirse en uno de los grandes títulos del catálogo.
De momento, su puntuación en Rotten Tomatoes es del 80%, nada mal para una primera temporada. Y aunque no ha alcanzado aún los niveles de locura que provocó Ted Lasso en su primera temporada (que llegó al 92%), la sensación es clara: esto acaba de empezar.
¿Es mejor que Ted Lasso? No. ¿Vale la pena? Muchísimo.
Stick no compite con Ted Lasso, lo complementa. Es otro tipo de historia, con otro tipo de personajes, pero con la misma base emocional. Y eso, en un panorama lleno de comedias huecas o dramas sin alma, es oro puro.
Así que si estás buscando una serie deportiva que te haga reír, que te haga pensar, que te saque una lágrima (o varias) y que además te meta de lleno en un deporte tan cinematográfico como el golf, Stick es tu próxima parada.




