En un cómic, Superman destroza la cuarta pared al darse cuenta no solo de que vive en la ficción… sino de lo extraña que es la realidad para los personajes dentro de ella.
Es difícil para un personaje tan estoico, resuelto e incluso rígido como Superman romper la cuarta pared y sería aún más difícil cruzarla una vez que reconoce a la audiencia que rompe la realidad después de su aventuras. Pero si alguien fuera capaz de lograrlo, es Grant Morrison, el aclamado escritor que primero hizo que Animal Man de DC Comics mirara directamente al lector. La primera de muchas historias y eventos meta-textuales que luego crearía. Pero además ideó una escena increíble solo para Superman.
Antes de que los fans se preocupen por ver la imagen de Superman cambiada para siempre o que se convierta en el nuevo Deadpool. Hay que recordar que esta escena se presenta en las páginas de Green Lantern: Blackstars # 2, que se desarrolla en una realidad reescrita y, finalmente, vuelve a la normalidad. Al estilo clásico de Morrison, Superman se queja del deprimente universo de DC, refiriéndose a eventos e historias horripilantes que tienen lugar junto a su serie Green Lantern. Pero las cosas van un paso más allá cuando Superman pasa hacer referencia a otros cómics… A la contradicción real del arte del panel de un cómic y su diálogo escrito.
Morrison decide llamar a la contradicción central en la que los libros de historietas se basan inherentemente, y los lectores de libros de historietas lo aceptan. Incluso inconscientemente.
La contradicción de que, como lo expresa el propio Superman mientras señala literalmente las burbujas de texto a través de las cuales se entrega el diálogo del cómic. La limitación del arte estático significa que los cómics se desarrollan como si «la pista visual estuviera congelada y el audio aún rodara».
Al igual que los mejores ejemplos de Morrison jugando con la realidad y la subjetividad. Es una broma que los lectores pueden comprender y apreciar instantáneamente… Antes de que realmente desconcierte la mente, ya que los lectores intentan percibir cómo estas reglas realmente funcionarían desde la perspectiva de los personajes en el escena real. Parece extraño que cuando Superman, el primer y más grande superhéroe de cómic, decida romper la cuarta pared, presente una de las paradojas más fundamentales y aturdidoras que los fans del cómic puedan encontrar.