¿Estabas pensando que el proyecto de Street Fighter llevaba demasiado tiempo en silencio? Pues prepárate, porque hoy toca golpe directo a la mandíbula del hype. La película de acción real de Legendary y Capcom acaba de dar el paso que todos esperábamos.
El director Kitao Sakurai, conocido por su toque salvaje en Bad Trip, confirmó en sus redes sociales que el rodaje de Street Fighter ha terminado oficialmente esta misma semana. Ni más ni menos. Y reconócelo, ¿no te alivia saber que este proyecto ya está un paso más cerca de aparecer en la gran pantalla? A mí sí.
Sobre todo porque este rodaje ha sido casi tan internacional como el propio torneo de los World Warriors, pasando por Australia, Norteamérica y otros rincones que no han querido detallar, pero que seguro han dejado más de un paisaje épico.
Street Fighter termina su rodaje y activa la cuenta atrás
El rodaje comenzó en septiembre y, tres meses después, el equipo ha cerrado la etapa de fotografía principal. Nada mal para una producción de este tamaño, centrada en artes marciales, coreografías físicas y un reparto enorme que no ha parado de compartir momentazos en redes sociales. De hecho, gracias a eso hemos tenido más imágenes detrás de cámaras que en muchas películas completas. ¿Qué opinas? A mí estas pequeñas filtraciones siempre me alegran el día, sobre todo cuando se trata de Street Fighter.
Uno de los más activos durante el proceso ha sido Jason Momoa, que interpreta a Blanka. Sí, has leído bien: Momoa convertido en Blanka. El actor comentó que no había nadie mejor para interpretarlo y que harían “lo que el público quiere ver”, mezclando efectos prácticos con CGI para que el resultado sea tan bruto como debería. Y te lo digo sinceramente, imaginar a Momoa pintado de verde, con esa energía desbordante, casi puedo oler el maquillaje y la electricidad en el set. Vamos, que me lo imagino y me sale una sonrisilla sola.
Jason Momoa y Blanka
Por su parte, 50 Cent, que da vida a Balrog, también compartió vídeos de su transformación. Y oye, verlo en plan boxeador intimidante siempre da gusto. Ya sabemos que la franquicia Street Fighter necesita músculo, y aquí parece que van sobrados.
Un reparto enorme para una saga que lo exige
La lista oficial del reparto de Street Fighter se ha ido soltando poco a poco, y la verdad es que impresiona. Tenemos a Noah Centineo como Ken, Andrew Koji como Ryu, Cody Rhodes como Guile, Roman Reigns como Akuma, Jason Momoa como Blanka, Callina Liang como Chun-Li, Andrew Schulz como Dan, Orville Peck como Vega, 50 Cent como Balrog, David Dastmalchian como M. Bison, Vidyut Jammwal como Dhalsim, Olivier Richters como Zangief, Mel Jarnson como Cammy, Rayna Vallandingham como Juli y Hirooki Goto como E. Honda. Solo leerlo ya me deja sin aire.
Curiosamente, personajes clásicos como Sagat, Deejay y Thunderhawk siguen siendo un misterio. Y eso, quieras o no, te deja jugando mentalmente a intentar adivinar quién puede interpretarlos. ¿Te pasa también? Es como cuando coges el mando y seleccionas personaje sin mirar, a ver qué sale.
La película es una colaboración directa entre Legendary Entertainment y Capcom, lo que ya de por sí da un poco de tranquilidad. Después de tantos intentos irregulares para llevar Street Fighter al cine, por fin parece que alguien está cuidando la saga como toca. Y no es por nada, pero ya tocaba darle algo digno a los fans de Ryu y compañía. Vale, no te hablo de fandom, hablo de ti como lector, que seguro llevas toda la vida lanzando Hadoukens imaginarios en algún pasillo.
Street Fighter (2026)
Street Fighter vuelve con espíritu noventero, pero sin repetir errores
Street Fighter siempre ha sido una piedra angular en la historia del videojuego, especialmente en el género de lucha, donde se mantiene como un estandarte junto a Mortal Kombat. Sin embargo, su historial cinematográfico ha sido… bueno, digamos “variado”. Y tú lo sabes. La película del 94 con Jean-Claude Van Damme y Kylie Minogue se convirtió en un clásico del “me encanta aunque no debería”. Tenía ese encanto camp que hoy se mira con nostalgia, aunque a nivel crítico nunca fue precisamente un K.O. perfecto.
Y si nos vamos al 2009, Street Fighter: The Legend of Chun-Li directamente se llevó una crítica demoledora. Pocas adaptaciones han recibido tantos hadoukens en forma de reseña como esa. Por eso este nuevo proyecto llega en un momento perfecto para redimirse. Y sinceramente, ya tocaba.
El guion de esta nueva adaptación corre a cargo de Dalan Musson, quien ya trabajó en Captain America: Brave New World. Esto promete un tono más sólido, más cinematográfico y con ese estilo que mezcla artes marciales reales con épica superheroica moderna. Vamos, una mezcla que, si se hace bien, puede ser un espectáculo de los que te dejan pegado al asiento.
Una historia ambientada en 1993 para devolver la esencia de Street Fighter
La sinopsis oficial de Street Fighter (2026) sitúa la historia en 1993, con Ryu y Ken separados y siendo reclutados por la misteriosa Chun-Li para competir en el nuevo World Warrior Tournament. Y aquí empieza lo bueno: el torneo no es solo un festival de puñetazos, patadas imposibles y poses para foto. Hay una conspiración detrás, una que amenaza con enfrentar a los protagonistas con sus traumas pasados y obligarlos a luchar incluso entre ellos.
Solo imagina a Ryu y Ken mirándose, sabiendo que quizás tengan que ir hasta el final. Eso tiene un sabor emocional potente, casi lo noto en el estómago. Y ya sabes que cuando Street Fighter te toca la fibra, se nota.
Según la sinopsis, si no superan este desafío, es literalmente “GAME OVER”. Y aunque suene dramático, es exactamente el tono que esta saga necesita para funcionar en cine. Artes marciales + emoción + un poco de locura… Lo tiene todo.
La película está programada para llegar a los cines el 16 de octubre de 2026, y te prometo que esa fecha va a ser marcada en muchos calendarios. Ya puedo imaginarme los primeros tráileres, ese primer vistazo que todos vamos a analizar plano por plano. ¿No crees?
Y como toque final, te lo digo con una sonrisa: si esta nueva Street Fighter sale tan bien como pinta… podemos ir preparando el mando, porque la nostalgia va a llegar con un K.O. directo al corazón.




