Hay tráilers que se ven, se olvidan y ya. Y luego están esos que te activan algo por dentro, como cuando metías la moneda en la recreativa y sabías que la tarde iba a ser épica. El primer adelanto de Street Fighter (2026) pertenece claramente al segundo grupo. Y sí, esta vez la cosa pinta muy, muy bien.
No hablamos de hype vacío ni de ilusión autoengañada. Hablamos de sensaciones reales, de detalles que saltan a la vista y de una vibra que por fin suena a Street Fighter de verdad. De ese que llevamos jugando desde los noventa y que nunca había tenido en cine lo que se merece.
Por fin una película que entiende qué es Street Fighter
Si llevas años con Street Fighter en la cabeza, sabes perfectamente de qué va esto. No es solo repartir puñetazos ni gritar “Hadouken” a pleno pulmón. Es actitud, es exageración, es espectáculo sin complejos. Y durante demasiado tiempo, el cine no ha sabido qué hacer con eso.
La película de 1994 tenía sus cosas, no vamos a negarlo. Ver juntos a tantos personajes fue impactante en su momento, pero algo no encajaba. Dhalsim convertido en científico, Balrog haciendo de bueno, Blanka… bueno, mejor no remover eso. Eran personajes con nombre conocido, pero no con alma de Street Fighter.
Lo que transmite el tráiler de Street Fighter (2026) es justo lo contrario. Aquí los personajes no solo están, sino que parecen sacados directamente del juego. Y eso se nota desde el primer segundo, desde el tono, desde la forma en la que se mueven y hasta desde el corte de pelo de Guile. Sí, el pelo importa. Mucho.
El reparto y los personajes: ahora sí, reconocibles
Ver a Cody Rhodes como Guile ha sido uno de esos momentos de “vale, ahora sí me estás hablando en serio”. El look es perfecto, el flash kick está ahí y la presencia impone. Pero no es el único. Ryu, interpretado por Andrew Koji, aparece con su gi completo, serio, concentrado, como tiene que ser. Chun-Li luce su icónico traje azul y Dhalsim recupera su imagen clásica, con maquillaje y pendientes incluidos.
Chun-Li en Street Fighter (2026)
Aquí no hay reinterpretaciones raras ni ganas de “realismo” mal entendido. Street Fighter nunca ha sido realista, y esta película parece haberlo entendido a la perfección. Incluso los personajes secundarios tienen ese aire exagerado y colorido que siempre ha definido a la saga.
Hay alguna ausencia llamativa y algún cambio curioso, como el caso de Dan, pero lejos de chirriar, despierta curiosidad. Y eso es buena señal. Significa que hay una visión clara detrás, no un simple copiar y pegar sin criterio.
El tono: gamberro, exagerado y orgulloso de serlo
Uno de los mayores aciertos de Street Fighter (2026) es el tono. No intenta avergonzarse de su origen ni disfrazarse de algo que no es. Aquí hay humor, hay situaciones absurdas y hay espectáculo puro. Y funciona precisamente por eso.
En el tráiler vemos a Zangief tirando de un vehículo como si nada, combates que parecen sacados de una recreativa y momentos que recuerdan directamente a los míticos bonus stages. Esa escena de destrozar un coche no necesita explicación, solo una sonrisa cómplice. Tú sabes de qué va. Y la película también.
Algunos preferirán versiones más serias como Street Fighter: Assassin’s Fist, y es totalmente respetable. Pero si algo ha definido a Street Fighter durante décadas es ese equilibrio entre épica y locura. Entre artes marciales y caricatura. Y aquí se abraza sin complejos.
Street Fighter (2026)
Referencias al juego por todas partes
Los trajes no son casualidad. Los movimientos tampoco. Cada plano del tráiler parece pensado para que el espectador diga “esto lo he visto yo en el mando”. No hace falta ser un experto competitivo ni saberse los frames de memoria. Basta con haber pasado horas frente a la pantalla para reconocerlo.
Ryu y Ken atacando juntos, poses exageradas, golpes imposibles… Todo respira Street Fighter. No como un guiño aislado, sino como la base misma de la película. Y eso, después de tantos intentos fallidos en adaptaciones de videojuegos, se agradece más de lo que parece.
La puya a Mortal Kombat y el espíritu noventero
Y luego está ese momentazo que no tiene nada que ver con la película en sí, pero que suma puntos emocionales como si fueran combos. Durante la presentación del tráiler en The Game Awards, el reparto jugó con la idea de dar paso al elenco de Mortal Kombat II… para luego dejar claro que no estaban allí.
Es una tontería, sí. Pero también es pura esencia noventera. Es volver a aquellas discusiones eternas del patio del colegio sobre si Street Fighter o Mortal Kombat molaba más. Es rivalidad sana, cachondeo y ganas de pasarlo bien. Justo lo que transmite este proyecto.
Además, que Mortal Kombat II esté retrasada hace que la broma tenga todavía más mala leche. No es nada serio, pero conecta directamente con ese espíritu arcade que siempre ha acompañado a Street Fighter. Y, sinceramente, se agradece ver a un reparto que parece estar disfrutando del viaje.
¿Será esta la adaptación definitiva?
La gran pregunta está en el aire. ¿Será Street Fighter (2026) la adaptación que por fin haga justicia a la saga? Todo apunta a que, como mínimo, es la que más cerca ha estado nunca. Hay respeto por el material original, hay personalidad y, sobre todo, hay ganas de divertir. Lo descubriremos cuando se estrene el 16 de octubre de 2026.
No promete reinventar el cine ni convertirse en un drama profundo. Promete ser Street Fighter. Y a estas alturas, eso es exactamente lo que muchos llevábamos esperando. Sin vergüenza, sin complejos y con una sonrisa constante.
Ahora la pelota está en tu tejado. ¿Te ha convencido el tráiler? ¿Crees que esta vez sí lo han hecho bien o prefieres mantener la cautela hasta verla en pantalla grande? Cuéntanos qué te ha parecido y no te olvides de seguirnos en Google News, que aquí seguimos repartiendo golpes, noticias y nostalgia como en los viejos tiempos.




