Si pensabas que el gran misterio del final de Stranger Things iba a ser solo quién sobrevive al caos del Upside Down, agárrate. Porque los hermanos Duffer acaban de soltar una bomba emocional que muchos no veían venir. Y sí, tiene que ver con Nancy Wheeler (Natalia Dyer) y ese triángulo sentimental que nos ha tenido en vilo desde hace años.
Desde el primer episodio, Nancy Wheeler ha sido uno de los corazones narrativos de Stranger Things. Inteligente, decidida, con más mala leche cuando hace falta que medio Hawkins junto. Pero también atrapada, casi sin darse cuenta, entre dos historias de amor que han marcado su camino… hasta ahora.
El triángulo que definió a Nancy en Stranger Things
Si retrocedemos al inicio de Stranger Things, Nancy empezó saliendo con Steve Harrington, el chico popular, sonrisa fácil y peinado imposible. Aquello tenía aroma a instituto clásico, pero pronto la serie decidió girar el volante. Jonathan Byers apareció como la alternativa emocional, más introvertido, más roto por dentro y, para muchos, más conectado con Nancy.
Netflix
Durante varias temporadas, Stranger Things jugó a tensar esa cuerda. Nancy y Jonathan parecían la pareja sólida, la que había sobrevivido a monstruos, portales y traumas compartidos. Pero la cuarta temporada dejó algo claro: la distancia no solo era geográfica, también emocional. Y cuando Steve volvió a entrar en escena, las chispas regresaron.
Ese reencuentro no fue gratuito. En plena lucha contra Vecna, Nancy y Steve recuperaron complicidad, miradas largas y silencios incómodos. Stranger Things no estaba reabriendo el triángulo por capricho, estaba preparando el terreno para algo más grande. Algo que iba a explotar en la temporada final.
La escena clave de Stranger Things 5 que lo cambia todo
En la quinta temporada, Stranger Things mete a Nancy y Jonathan en una auténtica olla a presión emocional. Atrapados en el Upside Down, rodeados de sustancias viscosas y con el peligro cerrándose sobre ellos, llega el momento de decirlo todo. Sin filtros, sin postureo, sin promesas bonitas para salir del paso.
Jonathan confiesa algo que lo dice todo: había pensado en pedirle matrimonio a Nancy. No como un gesto romántico puro, sino casi como un parche emocional. Y ahí está la clave. Stranger Things no romantiza el momento, lo desmonta. Jonathan entiende que casarse no arreglaría lo que está roto, solo lo taparía.
El famoso “no-propuesta” es tan incómodo como honesto. Se quieren, sí. Pero no de la forma que necesitan ahora mismo. Y aunque el diálogo termina con un “te quiero”, la sensación es extraña, casi triste. De esas escenas que te dejan mirando la pantalla en silencio unos segundos más.
Nancy Wheeler y Jonathan Byers
Los Duffer lo confirman: no hay interpretación posible
Por si quedaba alguna duda, los creadores de Stranger Things decidieron zanjar el tema sin rodeos. Los hermanos Duffer confirmaron a People que esa escena es, oficialmente, una ruptura. Sin matices. Sin letras pequeñas. Nancy y Jonathan ya no están juntos.
Y ojo, porque esto no es un giro improvisado. Es una decisión meditada que encaja con la evolución del personaje. Stranger Things ha sido muy consciente de cómo ha construido a Nancy desde el principio. Y precisamente por eso, el desenlace no va por donde muchos esperaban.
Entonces… ¿con quién termina Nancy en Stranger Things?
Aquí viene lo verdaderamente interesante. Porque romper con Jonathan no convierte automáticamente a Steve en la opción ganadora. De hecho, Stranger Things deja claro que Nancy tampoco está destinada a volver con él. En la misma conversación, ella explica que lo suyo con Steve pertenece a otra etapa, a otra versión de sí misma.
Nancy reconoce algo clave: Steve ya sabe quién es y qué quiere. Ella no. Entre monstruos interdimensionales y tragedias constantes, nunca ha tenido espacio para descubrirse fuera de una relación. Y Stranger Things decide que ese viaje personal es más importante que cualquier romance.
Los Duffer lo dicen sin rodeos: Nancy debe acabar sola. No como castigo, sino como oportunidad. Independiente, libre y, por primera vez, sin definirse a través de nadie más. Es un final que puede sorprender, pero que tiene todo el sentido del mundo cuando miras atrás.
Un final coherente para uno de los grandes personajes de Stranger Things
Durante años, Stranger Things ha mostrado a Nancy como la más madura del grupo, la que toma decisiones difíciles cuando nadie más se atreve. Pero paradójicamente, su vida emocional siempre ha estado condicionada por otros. Steve primero. Jonathan después. Siempre reaccionando, nunca eligiendo del todo.
Que el final de Stranger Things la deje sola no significa que esté vacía. Todo lo contrario. Significa que, por fin, puede preguntarse qué quiere ser, a dónde ir y qué le mueve más allá del amor romántico. Y eso, en una serie que empezó con bicis y walkie-talkies, es un cierre bastante potente.
Además, esta decisión evita el eterno debate de bandos. No hay ganadores ni perdedores. No hay necesidad de elegir entre Steve o Jonathan. Stranger Things cierra ese capítulo sin enfrentamientos y deja que Nancy avance sola, con todo lo aprendido a cuestas.
Con el final de Stranger Things a punto de estrenarse en Netflix, queda claro que el verdadero desenlace no va solo de monstruos, portales o sacrificios épicos. Va de crecer, de soltar y de entender que, a veces, el final más valiente es empezar de cero.
Y ahora te toca a ti: ¿te convence este destino para Nancy Wheeler o habrías apostado por otra cosa? Cuéntanos qué te parece y no te olvides de seguirnos en Google News, que el Upside Down todavía tiene sorpresas guardadas.
