El nuevo libro de Star Wars revela más sobre la relación pansexual de Lando Calrissian con el driode L3-37 de la película Han Solo.
El droide L3-37 de Phoebe Waller-Bridge fue uno de los personajes más interesantes de la película de Han Solo (2018). Ya que reivindica el papel de los droides que aparecen en Star Wars. Ya que en el resto de películas son meros sirvientes del resto de personajes vivos. Pero además dejaron intuir una relación pansexual entre el robot y Lando Calrissian.
Ahora, Star Wars ha abordado su destino en un nuevo libro titulado Faith in an Old Friend (Fe en un viejo amigo) de Brittany N. Williams, que forma parte de una colección que vuelve a contar los eventos de El Imperio contraataca pero desde el punto de vista de personajes muy secundarios.
Faith in an Old Friend se desarrolla durante la escena en la que el Halcón Milenario se esconde en un asteroide que resulta ser el hogar de la gigantesca babosa espacial Exogorth. Nos enteramos de que L3-37 todavía está consciente dentro de la nave, junto con otras dos partes conocidas como V5-T (el droide de transporte original instalado por la fábrica) y ED-4 (un espía corporativo). Juntos, se autodenominan el Colectivo del Milenio, y L3-37 los anima a mantener sus propios nombres y personalidades. También vemos a L3-37 presenciar un momento íntimo entre Han y Leia.
Así lo describe la novela.
«El colectivo cambió a la cámara, lo que resaltó lo visual. Han sostuvo a la mujer, Leia, en sus brazos. L3-37 sospechaba lo que esto significaba. Recordó cómo cambiaba la frecuencia cardíaca de Lando Calrissian cuando estaban muy cerca. Algo parecido a la tristeza empujó contra su conciencia».
«¿Es este cortejo orgánico? Dijo ED-4 mientras sintonizaba el audio de la cabina».
«El Colectivo escuchó y L3-37 agradeció la distracción. Ese sentimiento llegó a ED-4, quien envió un suave empujón hacia atrás».
«L3-37 ya no tenía el cuerpo que había pasado tanto tiempo construyendo o la pareja humana con la que se había unido tan profundamente. Pero ella no estaba sola, y por eso estaba agradecida».
El romance atípico de Lando Calrissian y L3-37 fue sin duda un tema de conversación en torno al lanzamiento de Han Solo y es bueno saber que esto sigue siendo canon de Star Wars. La historia continúa mostrando que C-3PO se confunde ante las curiosas personalidades que habitan la computadora del Halcón y revela que el colectivo de droides siempre está mirando y escuchando lo que sucede en la nave.
