La nueva novela de Star Wars, Maestro y aprendiz de Claudia Gray explora la relación entre un joven Obi Wan y un Qui Gon Jinn que vuelve a obsesionarse con las antiguas profecías.
La nueva novela de Star Wars, Maestro y aprendiz, que publica Planeta en España se centra en la misión que cambió la relación de dos personajes muy queridos por los seguidores de la franquicia: Obi Wan Kenobi y Qui Gon Jinn. Los dos jedi se enfrentan a un complot palaciego y a sus desavenencias como maestro y padawan en una a ventura cargada de acción y denuncia social.
En Star Wars: Maestro y aprendiz, Claudia Gray utiliza lo que ha convertido en legendaria a la franquicia, los Jedi. Pero elige a los miembros de la orden menos rigurosos, a Qui Gon, conocido por sus métodos poco ortodoxos, y que aprendió de Dooku, el que fuera posteriormente cabecilla de una rebelión contra la República y la Orden Jedi. Gray plantea a Qui Gon como un personaje que se debate entre su deber con la Orden, con la que tiene muchas desavenencias, su relación con su padawan, al que cree que ha fallado, y sus propios fantasmas, presentados en la forma de las oscuras profecías que tanto le unieron a Dooku. El personaje que conocimos en Episodio I: La amenaza Fantasma, se ve ampliado en muchos de los detalles que ya vimos planteados como parte de su carácter en la película, la búsqueda de la verdad, la necesidad de hacer lo justo, y una amplia incapacidad de seguir las reglas si impiden hacer lo necesario para llevar a cabo un acto de bondad y justicia.
Aunque Qui Gon es el personaje central, los secundarios que lo rodean son los que terminan de desarrollar todo el cuadro de la trama. Obi Wan y sus dudas, detalles que descubrimos que vimos en las películas y la serie de Las Guerras Clon como puede ser su afinidad con las criaturas y su preferencia por cabalgar que por montar repulsores, y hasta una de las razones por las que pilotar no le resulta tan reconfortante como a otros jedi. Hay mucho cariño en la escritura de Obi Wan, su juventud, tan pocas veces visitada, presenta a un padawan un poco estirado y seguidor de las reglas, que aprende a transigir, y descubre que a veces, la linea recta ni es el camino más corto, ni el más útil que seguir.
Pero si nos alejamos de estas figuras conocidas, encontramos una galería amplia de personajes, algunos más cuidados que otros, y con diferentes niveles de importancia. Rael Averros el jedi que fracasó y busca redimir su error haciendo todo lo que puede con la princesa Fanry. La pareja de contrabandistas, una figura que en Star Wars no puede faltar, la del pícaro sinvergüenza, que esconden mucho tras sus actitudes dispares, uno criado por androides de protocolo Pax, que resulta en una personalidad tan C-3Poica que dan ganas de apagarlo, y Rahara una mujer dura, que sobrevivió a lo peor, pero no puede evitar querer mejorar el mundo que la golpeo duramente. También los dirigentes corporativos, los representantes reales o el mismísimo Yoda o Dooku, tienen sus apariciones y dejan esos destellos tan necesarios para crear un marco amplio que llene una historia que es pequeña en el universo, pero grande en la vida de los implicados.
Ni siquiera en un universo en el que la luz brilla con fuerza faltan sombras, en ocasiones son su misma encarnación, en otra trabajan dentro de ellas, afirmando que los males necesarios hacen que la luz sea más brillante. Si en algo suele destacar la franquicia creada por George Lucas, es que cabe casi cualquier tipo de género en sus relatos, desde la aventura pura, la crónica política, el bélico, y en algunas contadas excepciones, el terror, o los toques de genero social.
Si bien no es el argumento central, la aventura, el misterio del complot, y las oscuras profecías jedi tienen mayor peso, el componente político social envuelve la historia. La forma de gobierno más justa, la participación real de las clases bajas, la corrupción de empresas y corporaciones en las decisiones de los líderes, la esclavitud desde un punto de vista mercantilista y hasta legal, o las revueltas sociales tienen su lugar en la novela, dejando claro la intención de la autora de llenar un mundo que en ocasiones vemos en blanco y negro con grises, y sobre todo, con situaciones, que si bien no son iguales, recuerdan mucho a las que se desarrollan en nuestro mundo actual.
Claudia Gray mantiene un relato ligero de peso, esto es, no busca complejidad literaria, y se mueve entre lo sencillo y conciso y los diálogos ágiles. La lectura es rápida y fluida, y no tienen momentos de pesadez o que cansen. También es cierto que hay quizá demasiada falta de detalle en algunos aspectos que podrían haberle dado bastante más fuerza como son los enfrentamientos con sable.
En Star Wars: Maestro y Aprendiz tenemos todo lo que ha estado desarrollando la franquicia con respecto a sus personajes menos conocidos, o en sus épocas menos exploradas, responder preguntas y añadir trasfondo a los mismos. Aunque tengamos que recurrir a varias fuentes para poder componer una imagen de estos personajes cinematográficos, no siempre son novelizaciones acertadas. En este caso nos encontramos con un caso en el que el hueco que rellenan si que resulta atractivo, y a la vez aumenta el conocimiento sobre Qui Gon Jinn y Obi Wan. Una novela que aunque sin resultar imprescindible es interesante y amena y se lee en un respiro, con una Claudia Gray que mantiene su tino con Star Wars, sabiendo adaptarse a cada personaje y ambiente planteado.