La fuerza ha hecho de las suyas. Justo cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo en el universo Star Wars, llega una noticia que te hace soltar el refresco, mirar al vacío y preguntarte: “¿De verdad está pasando esto?”. Pues sí, está pasando. Y es glorioso.
Porque en 2027, coincidiendo con el 50 aniversario de la saga, Star Wars regresará a los cines con su montaje original de 1977, ese que muchos daban por perdido entre montañas de CGI, maquillados digitales y decisiones debatibles que llevan décadas encendiendo tertulias galácticas.
El regreso imposible: Star Wars como lo vio el mundo en 1977
Durante años, ver el montaje original de Star Wars era casi misión imposible, y si lo encontrabas, probablemente estaba en VHS y con una calidad regulera. George Lucas siempre había mantenido que la única versión “válida” era la Special Edition de 1997, esa que añadió CGI a mansalva, un Jabba digital cuestionable y el eterno debate de si Han dispara primero.
Pero Disney ha decidido soltar un bombazo digno de una cantina en Mos Eisley: la versión restaurada del Star Wars original se proyectará el 19 de febrero de 2027, en un reestreno mundial que promete convertirse en peregrinación obligatoria para cualquier amante del cine. Y oye, que vuelva así, sin retoques forzados, sin añadidos raros, sin “parches” que no pedía nadie… es casi terapéutico. ¿No crees?
LucasFilm
El detalle curioso es que el plan inicial era reestrenar la versión de 1997. Pero alguien en Disney, quizá tocado por la Fuerza, dijo: “¿Y si hacemos lo que la gente lleva décadas pidiendo?”. Y voilà, aquí lo tenemos.
Lucas, CinemaCon y la eterna batalla del creador contra su obra
George Lucas, que ya es leyenda viviente independientemente de lo que opines de los midiclorianos, apareció en CinemaCon 2024 defendiendo con uñas y dientes las modificaciones que hizo en Star Wars. Comparó su proceso creativo con el de Miguel Ángel retocando la Capilla Sixtina. Que oye, comparar un CGI-Jabba con el Renacimiento es una jugada arriesgada, pero Lucas siempre ha sido de tomar decisiones valientes.
En aquel momento, dejó claro que el montaje original jamás volvería a los cines. Jamás. Cero posibilidades. Ni aunque cayeran dos soles de Tatooine del cielo. Y sin embargo… estamos aquí, celebrando que el “jamás” ha durado menos que una tregua entre sith y jedi.
Lo más sorprendente es que todo apunta a que Disney ha cedido ante una mezcla deliciosa de nostalgia, presión popular y oportunidad comercial brillante. Porque, seamos sinceros, ¿quién no quiere volver a ver Star Wars como la vio el público en 1977?
El raro milagro del BFI: la chispa que encendió la mecha
En junio, el British Film Institute organizó un pase único del Star Wars original, ese montaje casi mitológico que parecía guardado bajo llave en las cámaras del Templo Jedi. Las entradas volaron más rápido que un X-Wing haciendo la carrera del corredor Kessel, y para quienes no pudieron entrar, aquello fue una tragedia cinéfila en toda regla.
Ese pase, según cuentan los asistentes, fue una auténtica cápsula del tiempo: granos de película, montaje sin retoques, y ese espíritu setentero tan puro que te faltaba el olor a butaca vieja. Fue como si la Fuerza hubiese decidido regalarles una última mirada antes de cerrar la puerta para siempre.
Pero no. Resulta que ese evento fue más bien una señal. Un aviso. El primer temblor antes de que la noticia definitiva sacudiera la galaxia. Y aquí estamos: en 2027, todos podremos vivir esa experiencia.
Star Wars
Una nueva esperanza
Más allá del reestreno de Star Wars, hay un detalle jugoso: si Disney ya ha dado este paso, ¿Qué impide que veamos El imperio contraataca y El retorno del Jedi en sus montajes originales? Sería casi cruel dejarnos a medias, ¿no crees?
La trilogía clásica es, para muchos, la biblia del cine de aventuras. Y poder verla con sus texturas originales, sin retoques posteriores, sería un sueño húmedo para cualquier amante del séptimo arte. Además, sería una forma preciosa de celebrar medio siglo de Star Wars sin perder de vista aquello que la convirtió en un fenómeno cultural.
Y ojo, esto no significa que las Special Editions desaparezcan. Seguirán ahí. Pero que convivan los dos montajes es lo sano, lo lógico, y lo que el público llevaba pidiendo desde antes incluso de que Disney comprara Lucasfilm.
El impacto cultural de este regreso a cines
Star Wars no es solo una película: es un punto de inflexión en la historia del cine. En 1977 redefinió lo que significaba hacer espectáculo. Marcó a generaciones enteras, abrió la puerta a franquicias mastodónticas y cambió la forma en que Hollywood entendía el blockbuster.
Que podamos ver su versión original en pantalla grande es casi arqueología cinematográfica, pero con palomitas y Dolby Atmos. Es reencontrarse con una obra tal como fue concebida, sin filtros, sin correcciones, sin “ya que estamos, vamos a añadir un monstruo digital”. Es volver a las raíces.
Y será fascinante ver cómo reacciona el público joven, el que creció con Disney+, con precuelas y secuelas, con series como The Mandalorian o Andor. Esta será la oportunidad perfecta para descubrir qué tenía Star Wars en 1977 para convertirse en un fenómeno imparable.
Si tú también volverás a la sala para vivirlo… te entiendo perfectamente.
Y ahora te toca a ti: ¿vas a ver Star Wars en su montaje original cuando llegue a los cines? Cuéntamelo en comentarios y, por cierto, síguenos en Google News que allí la Fuerza siempre está con nosotros.


