Hay ideas que suenan a locura hasta que alguien se atreve a rodarlas. Y luego están esas que, cuando las ves en pantalla, piensas: “¿cómo no se le ocurrió antes a nadie?”. Eso es exactamente lo que está pasando con Cashero, la serie de superhéroes coreana que acaba de aterrizar en Netflix y ya se ha colado en el top 10 mundial. Sí, en cuestión de días.
El gancho es tan sencillo como diabólicamente brillante: un tipo normal hereda una fuerza descomunal… pero cada golpe le vacía la cartera. Literalmente. Cada puñetazo, menos dinero. Cada heroísmo, un dolor directo al banco. ¿Salvar la ciudad o pagar el alquiler? Bienvenido al dilema más realista que ha tenido nunca una serie de superhéroes.
Cuando ser héroe duele… y el recibo también
En Cashero, conocemos a Kang Sang-woong, interpretado por Lee Jun-ho, un funcionario público de esos que pasan desapercibidos, con sueldo ajustado, sueños modestos y una obsesión muy clara: algún día tener su propia casa. Nada de salvar el mundo. Hasta que un buen día descubre que tiene superpoderes. Y no unos cualquiera.
Su fuerza depende directamente del dinero que lleva encima. Cuanto más efectivo, más poderoso. El problema llega justo después: cada uso de esa fuerza hace que el dinero desaparezca. No se gasta. No se transfiere. Simplemente se esfuma. Así que cada vez que actúa como héroe, su cuenta se queda temblando.
Y ahí está la gracia. Porque esta serie de superhéroes no va de capas, discursos épicos ni cielos en llamas. Va de echar cuentas mentales antes de pegar un salto imposible. De preguntarte si merece la pena parar un atraco cuando sabes que luego no llegas a fin de mes. ¿No te parece maravillosamente cruel?
Un poder que obliga a pensar antes de actuar
Sang-woong no es rico, ni viene de una familia influyente, ni tiene respaldo económico. Es un currante con principios. Y eso convierte cada decisión en un pequeño thriller personal. Usar la fuerza significa ayudar a otros, sí, pero también volver a casa con el bolsillo vacío.
La serie juega constantemente con esa tensión. No hay golpes gratuitos. No hay peleas porque sí. Cada acción tiene un precio. Y eso le da un tono muy particular, casi incómodo, que se siente distinto a cualquier otra serie de superhéroes reciente.
Cashero de Netflix
Un equipo tan extraño como irresistible
Como buen relato de superhéroes, Cashero no se queda solo en su protagonista. El universo se amplía rápido y lo hace con personajes que parecen salidos de una conversación nocturna entre guionistas con muy pocas ganas de repetir fórmulas.
Uno de los más llamativos es Byeon Ho-in, un abogado cuyos poderes se activan… cuando bebe alcohol. Sí, has leído bien. Cuanto más bebe, más atraviesa paredes. Es el líder autoproclamado de la Asociación Coreana de Superhéroes y está interpretado por Kim Byung-chul, que se mueve entre el carisma y lo imprevisible con una facilidad pasmosa.
A su lado está Bang Eun-mi, una joven con poderes telequinéticos que funcionan a base de calorías. Literalmente necesita comer para mover objetos con la mente. Pan, bollos, lo que sea. Siempre lleva comida encima y su apodo lo dice todo: Bread Mi. Kim Hyang-gi se lo pasa en grande con este personaje tan físico como entrañable.
Y completando el núcleo está Kim Min-sook, la novia de Sang-woong desde hace años. Matemática brillante, pragmática hasta la médula y bastante escéptica con el superpoder de su pareja. Pero ojo, también es quien más lo apoya. No cree en milagros, cree en números. Y eso, aquí, importa mucho.
Superpoderes con letra pequeña
Lo interesante es cómo la serie conecta todos estos poderes con algo externo y cotidiano. Dinero, alcohol, comida. Nada de energía cósmica abstracta. Todo es tangible. Todo se puede medir. Y todo tiene consecuencias.
Ese enfoque convierte a Cashero en una serie de superhéroes muy consciente de su propio tono. No se toma demasiado en serio, pero tampoco es una parodia. Se mueve en un equilibrio raro, y bastante adictivo, entre comedia, acción y comentario social.
Cashero de Netflix
Una amenaza que no lleva capa
Como toda buena historia, aquí también hay villanos. Y no, no vienen del espacio ni quieren destruir el planeta por aburrimiento. La gran amenaza es la Asociación de Criminales, una organización dedicada a cazar personas con superpoderes. Los vigilan. Los estudian. Y los eliminan si hace falta.
Al frente está Jo Won-do, interpretado por Kim Eui-sung, acompañado por sus hijos Joanna y Jonathan. Ella, heredera de una familia chaebol, criada entre dinero y carencias emocionales. Él, frío, metódico y absolutamente volcado en la caza de superhumanos.
Esta amenaza le da a la serie de superhéroes un giro más oscuro, sin romper el tono ligero. El peligro es real, pero nunca grandilocuente. Todo se siente cercano, casi doméstico, como si el desastre pudiera empezar en la puerta de al lado.
Dirección y tono: aquí hay personalidad
Dirigida por Lee Chang-min y escrita por Lee Jae-in y Jeon Chan-ho, Cashero apuesta por un ritmo ágil, episodios que entran solos y una narrativa que no subestima al espectador. No te lo explican todo mascado. Confían en que pilles el chiste, el drama y la ironía.
Visualmente no busca competir con los blockbusters occidentales. Prefiere escenarios urbanos reconocibles, acción contenida y mucho peso en los personajes. Y funciona. Porque no necesita fuegos artificiales cuando tiene ideas claras.
¿Qué está diciendo la gente de Cashero?
Desde su estreno el 26 de diciembre, Cashero se ha colado en el top 10 de Netflix junto a títulos tan dispares como thrillers, documentales y romances consolidados. Para una serie de superhéroes que no adapta ningún cómic famoso, no está nada mal.
Las primeras reacciones han sido variadas, aunque mayoritariamente positivas. Algunos destacan su premisa fresca y su tono desenfadado. Otros creen que podría haber sido aún más gamberra. Pero casi todos coinciden en algo: no se parece a nada que esté ahora mismo en emisión.
Y eso, en un género tan saturado, es casi un superpoder en sí mismo.
Al final, Cashero no va de salvar el mundo. Va de sobrevivir en él con un poder que te complica la vida tanto como te la arregla. Y quizá por eso está conectando tan bien. Porque, seamos sinceros… ¿Quién no ha sentido alguna vez que cada esfuerzo le cuesta más de lo que puede pagar?
Cuéntanos qué te ha parecido esta serie de superhéroes, si te ha convencido su planteamiento o si tú también estarías haciendo cálculos antes de cada puñetazo… y no te olvides de seguirnos en Google News para no perderte la próxima sorpresa que nos llegue desde Netflix.


