Atención SPOILERS. Parece mentira, pero en pleno 2025, todavía hay series capaces de sorprendernos hasta el punto de decir: “¿Qué acabo de ver?”. Y sí, Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad y Better Call Saul, lo ha vuelto a hacer. Su nueva serie de ciencia ficción, titulada Pluribus, ha llegado a Apple TV y ya está generando debate entre quienes buscan algo más que simples rayos láser o invasiones espaciales.
¿Te imaginas que un día toda la humanidad despertara feliz… pero demasiado feliz? Pues eso es justo lo que plantea Pluribus, una historia donde la alegría se convierte en una epidemia mundial. Y no una metáfora, sino una auténtica conexión mental entre todos los seres humanos. La individualidad ha muerto; el “yo” ha sido sustituido por un enorme “nosotros”.
Sí, suena raro. Pero tranquilo, que lo raro es justo lo que hace que esta serie de ciencia ficción se sienta tan refrescante.
Un virus alienígena que trae la paz… y el caos a esta nueva serie de ciencia ficción
Todo comienza con un grupo de astrónomos que detecta una señal proveniente de 600 años luz. Cuatro tonos misteriosos que, al analizarlos, resultan ser los componentes básicos del ARN: guanina, uracilo, adenina y citosina. Hasta aquí todo suena a ciencia pura, ¿verdad? Pero Gilligan no sería Gilligan si no convirtiera la curiosidad científica en el inicio del fin de la humanidad.
Durante catorce meses, los científicos recrean esa secuencia en el laboratorio. Y, como en toda serie de ciencia ficción que se precie, alguien decide probar suerte con experimentos en animales. Lo que no esperaban era que esa fórmula se transformara en un virus alienígena capaz de unir a toda la raza humana en una sola conciencia. Literalmente.
Pluribus
La cosa se complica cuando los contagiados empiezan a congelarse en un estado casi catatónico. Más de 800 millones de personas mueren por culpa del llamado “Joining”. Los que sobreviven ya no son ellos mismos: son todos a la vez. Una mente colmena que comparte pensamientos, emociones… e incluso el miedo a la soledad.
¿Y lo más inquietante? Que para ellos, todo esto es maravilloso.
Una “felicidad” que da miedo
Carol, interpretada por la brillante Rhea Seehorn, es una de las pocas inmunes a este contagio colectivo. En un mundo donde nadie puede decir “no” ni sentir tristeza, ella representa la última chispa de la humanidad. Pero estar fuera del enjambre tiene un precio: soledad, miedo y culpa.
El detalle más perturbador de esta serie de ciencia ficción es cómo el guion convierte algo tan inofensivo como la felicidad en una herramienta de control. Los conectados al enjambre viven para complacer a los demás. Si alguien los insulta, no se ofenden: sonríen y preguntan cómo pueden hacerte sentir mejor. Suena bonito, pero en el fondo da escalofríos.
Carol intenta rebelarse, pero cada vez que grita o se enfada, todo el enjambre se paraliza, como si el universo entero contuviera la respiración. ¿No te parece escalofriante pensar que tus emociones puedan detener el mundo?
Cuando la utopía se vuelve distopía
Gilligan siempre ha tenido debilidad por los dilemas morales, y Pluribus lo demuestra desde el minuto uno. La serie de ciencia ficción no habla de extraterrestres conquistando el planeta, sino de cómo los humanos somos capaces de entregarnos voluntariamente a algo que nos quita lo que somos.
El virus no solo prohíbe la violencia o el daño a otros seres vivos (ni siquiera matan insectos), sino que elimina cualquier conflicto. Pero claro, cuando todo el mundo vive para agradar, también desaparece la capacidad de consentir. Uno de los inmunes aprovecha el caos para rodearse de lujos y mujeres que no pueden decir “no”. Un tema oscuro que recuerda a los mejores episodios de Expediente X o Black Mirror.
Gilligan no se anda con sutilezas. Nos lanza preguntas incómodas sobre el libre albedrío, el deseo y la moral. ¿De verdad seríamos más felices si no pudiéramos elegir?
Pluribus
Los trece inmunes: una chispa de esperanza
Solo trece personas en todo el planeta son inmunes al virus alienígena, y Carol es una de ellas. Nadie sabe por qué. Tal vez sea casualidad, tal vez algo en su ADN, o quizá un castigo cósmico. Pero mientras el resto del planeta canta al unísono, ella lucha por mantener su individualidad.
Lo curioso es que Carol no era precisamente un ejemplo de autenticidad antes del “Joining”. Era una escritora de novelas románticas heterosexuales… siendo una mujer gay que ocultaba su identidad por miedo al rechazo. Ironías del destino: cuando todos pierden su individualidad, ella es la única que empieza a encontrarse a sí misma.
Y eso, más allá del tono de serie de ciencia ficción, convierte a Pluribus en un espejo incómodo. Carol, que antes vivía atrapada en las expectativas ajenas, se ve obligada a defender lo que significa ser humano: la imperfección, el miedo, el deseo y, sobre todo, la libertad de equivocarse.
Una distopía tan humana que duele
Lo que hace que Pluribus destaque entre tantas series del género es su sutileza. No hay explosiones ni grandes batallas, sino silencios incómodos, miradas perdidas y conversaciones que te dejan pensando. Vince Gilligan convierte lo cotidiano en aterrador, como si la verdadera invasión alienígena fuera emocional.
Esta serie de ciencia ficción funciona como una advertencia disfrazada de drama existencial: el peligro de renunciar a la identidad por una falsa sensación de bienestar. Y lo mejor es que no lo hace desde el pesimismo, sino desde la ironía. ¿Qué es más peligroso, un virus del espacio o nuestra necesidad de sentirnos felices todo el tiempo?
Un cierre con sabor a “Gilligan”
En sus dos primeros episodios, Pluribus demuestra que no hay nada más raro, ni más adictivo, que una buena idea bien contada. Apple TV ha apostado fuerte y parece que el público está respondiendo. Cada viernes llegan nuevos capítulos y, sinceramente, ya estamos deseando ver hasta dónde se atreverá Vince Gilligan con su universo de mentes conectadas y sonrisas inquietantes.
Así que si buscas algo distinto, que te haga pensar y a la vez te deje con cara de “¿qué acabo de ver?”, dale una oportunidad a Pluribus. No todas las series de ciencia ficción te hacen temer una sonrisa.
Porque, seamos sinceros… ¿no te daría un poco de miedo despertarte feliz todos los días? Dímelo en comentarios.
En este enlace encontrarás diferentes películas y series de 2025 que hablan de una cura universal. Muy curioso que este tema se haya puesto tan de moda este año.




