Llevo meses escuchando la misma frase sobre Disney una y otra vez. Da igual si es en conversaciones con amigos o leyendo comentarios en redes sociales. Siempre aparece, casi como un mantra. Seis palabras que parecen inofensivas, pero que están haciendo temblar los cimientos de uno de los estudios más grandes de Hollywood.
«Ya lo veré en Disney Plus».
Así, tal cual. Y cuando te paras a pensarlo, entiendes por qué es tan peligrosa para Disney. Porque resume perfectamente lo que está pasando con el cine y con la forma en la que elegimos lo que vamos a ver en pantalla grande. No es solo una cuestión de gustos. Es una cuestión de prioridades, de tiempo… y, sobre todo, de dinero.
Ir al cine a ver una película de Disney ya no es barato
Vamos a ser claros: ir al cine se ha convertido en un pequeño lujo. Hay salas en las que una entrada puede superar los 10 euros, especialmente si hablamos de formatos como IMAX, Laser Rex o 4DX. Incluso una entrada sencilla ronda los 8 euros, y eso sin contar palomitas, bebida o transporte.
Y en un mundo donde tienes contenido a la carta en casa, entre Netflix, Prime Video, YouTube y TikTok, la gente está seleccionando muy bien a qué películas quiere ir. Si antes ibas por costumbre, ahora vas si de verdad te interesa. Si crees que lo que vas a ver justifica el gasto.
Y aquí es donde Disney está perdiendo la batalla.
Un éxito no compensa todo lo demás
Es cierto que han tenido un gran golpe sobre la mesa con Lilo y Stitch, que va camino de los 1.000 millones de dólares en taquilla. Pero el resto, por ahora, ha sido muy distinto. Películas como Capitán América: Brave New World, Thunderbolts, Blancanieves o Elio tienen todas las papeletas para quedarse muy lejos de lo esperado.
Capitán América: Brave New World
¿Son malas películas? No necesariamente. ¿Han costado demasiado? Puede ser. ¿Están mal promocionadas? También es posible. Pero la clave está en esa frase que se repite sin parar: «Ya lo veré en Disney Plus».
Porque, seamos sinceros: ¿para qué pagar 10 euros por una peli que simplemente te entretiene, si dentro de unas semanas la tienes en el sofá de casa, con tus snacks y sin gastar un euro más?
El problema de las ventanas de estreno
Vamos con ejemplos reales:
Capitán América: Brave New World se estrenó en cines el 14 de febrero de 2025. ¿Cuándo llegó a Disney Plus? El 28 de mayo de 2025. Es decir, sólo 104 días después. Poco más de tres meses.
Blancanieves, otro gran título del estudio, llegó a las salas el 21 de marzo de 2025 y aterrizó en la plataforma de streaming el 15 de mayo de 2025. O sea, 55 días después. Menos de dos meses.
Blancanieves
Con estos plazos, es normal que mucha gente diga: «Me espero». No es solo un tema de comodidad, es una decisión financiera. Es la nueva lógica del espectador: si no es un peliculón, me aguanto. Si no hay urgencia, ya la veré. Lo curioso es que no oigo la misma frase con películas de Warner Bros., Universal, Sony o Paramount Pictures, solo con las de Disney.
¿De verdad tiene tantos suscriptores Disney Plus?
Otro punto que no se comenta mucho: los números de Disney Plus están algo inflados. La cifra oficial ronda los 124,6 millones de suscriptores, pero hay truco. Muchos de esos suscriptores no pagan directamente la plataforma. Viene incluida en packs de Internet, móviles o televisión por cable.
Entonces la gran pregunta es: ¿Cuántos pagarían realmente Disney Plus si tuvieran que hacerlo por separado?
La respuesta da miedo. Porque cuando se estrenan series importantes como Daredevil: Born Again, los datos de visualizaciones están muy por debajo de lo esperado. No se acercan a los números de Netflix, Prime Video o incluso HBO Max. De hecho, Paramount+ y Apple TV+ están creciendo más rápido en engagement con menos usuarios.
Es como si la gente tuviera Disney Plus, pero no lo usara con tantas ganas.
Disney necesita recuperar la emoción
Porque aquí está el corazón del problema: Disney necesita que volvamos a querer ir al cine. Que nos pique la curiosidad. Que sintamos que si no vemos esa película en pantalla grande, nos perdemos algo.
Hoy por hoy, eso no está pasando. Y con frases como «ya lo veré en Disney Plus» en boca de todo el mundo, la situación sólo va a empeorar.
El modelo de negocio está en peligro. Si las películas dejan de ser rentables en cines y la plataforma no genera ingresos suficientes por sí sola, algo va a tener que cambiar.
¿Y ahora qué? Los estrenos que pueden cambiarlo todo
Disney tiene varios ases bajo la manga para lo que queda de 2025. Grandes títulos que pueden ser un punto de inflexión… o una prueba definitiva de que el modelo necesita una reforma urgente.
Estas son las fechas de grandes estrenos para lo que queda de 2025:
- Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos – 25 de julio
- Ponte en mi lugar de nuevo – 8 de agosto
- Tron: Ares – 10 de octubre
- Predator: Badlands – 7 de noviembre
- Avatar: Fuego y ceniza – 19 de diciembre
Avatar: Fuego y ceniza
Títulos potentes, con franquicias míticas o propuestas ambiciosas. Pero si no generan conversación real, si no emocionan, corren el riesgo de acabar con la misma frase colgando del cuello.
«Ya lo veré en Disney Plus».
Y si Disney no encuentra pronto la manera de romper ese hechizo, el verdadero villano de sus películas no estará en pantalla, sino en el sofá de tu casa. ¿Qué opinas? ¿Vas al cine muy a menudo? Dímelo en comentarios.
