La película F1 ha pasado su primera prueba de fuego: una proyección especial en Mónaco con casi toda la parrilla de Fórmula 1 en la sala. ¿El veredicto? Entre curvas, choques y cámaras on board, los pilotos tienen algo que decir.
Cuando el cine y el motor se cruzan, las expectativas se disparan. Si encima metes a Brad Pitt al volante y una inversión de 300 millones de dólares sobre la pista, lo mínimo que esperas es que los pilotos de verdad estén pendientes del resultado. Y así ha sido.
En un pase especial celebrado esta semana en Mónaco, justo antes del Gran Premio, buena parte de los corredores más rápidos del planeta se sentaron a ver F1. Algunos salieron con una sonrisa, otros con los ojos en blanco. Pero todos dijeron lo suyo.
No todos se subieron al coche de F1 de Brad Pitt
La gran ausencia fue Max Verstappen. Y no sorprendió a nadie. El tricampeón del mundo ya había dejado claro que no estaba interesado en participar, ni siquiera en aparecer junto a Brad Pitt. Según él, este tipo de proyectos dramatizan demasiado el deporte. Ya lo había criticado en su día con Drive to Survive, y ahora repite jugada: prefirió quedarse en casa haciendo streaming de SIM racing.
F1 (2025)
Mientras tanto, sus compañeros sí fueron al cine. Y sus reacciones ayudan a entender qué esperar de esta superproducción.
Lando Norris: historia inspiradora (pero sin casco apretado)
El piloto de McLaren salió con buen sabor de boca: «Es una historia guay. Creo que es inspiradora y tiene muchos significados detrás. Una historia con fuerza para quienes se están iniciando».
Norris valora el mensaje. Más que el realismo puro, lo que destaca es la intención del film: atraer a nuevos públicos, emocionar, motivar.
Carlos Sainz: «Un poco Hollywood, pero la disfruté»
Carlos Sainz, de Williams, se puso el mono crítico: «Para el fan hardcore y los periodistas, habrá cosas demasiado americanas o de Hollywood. Pero, sinceramente, disfruté toda la película».
Lo dijo con una sonrisa. Hollywood es Hollywood. Y F1 no iba a ser una excepción.
Alex Albon: «Hay que verla como una película
Su compañero de equipo, Alex Albon, fue incluso más directo: «Han encontrado un buen equilibrio. Es difícil no mirarlo todo con lupa, pero hay que relajarse y verla como una película. Para Hollywood, lo han hecho bien».
Una frase que resume el espíritu de muchos: esto no es un documental. Es entretenimiento, con motor, pero entretenimiento.
Fernando Alonso: «No es un documental, es una película»
El bicampeón del mundo de F1 tampoco faltó. Fernando Alonso, ahora con Aston Martin, fue claro: «No es un documental, es una película. Hay algunas inexactitudes, pero la acción en pista es muy original y representativa».
Alonso reconoce que algunas licencias se toman, pero no pierde el foco: la emoción de las carreras está bien captada.
Esteban Ocon: «Menos choques, por favor»
El piloto de Alpine puso el dedo en la llaga: «Me habría gustado que se centrara más en las carreras y un poco menos en los choques. Pero fue súper inmersiva».
Desde dentro del paddock, las cosas se ven de forma distinta. Y aunque algunos momentos chirrían para quienes viven el día a día del circuito de F1, la película consigue meterte dentro del coche.
Charles Leclerc: cámaras al límite y emociones fuertes
Desde Ferrari, Charles Leclerc fue quizá el más impresionado por el apartado visual: «Las escenas de conducción son increíbles. Me impresionó cómo colocaron las cámaras y los ángulos desde los coches. Es alucinante».
Y añadió algo importante: «Está pensada para un público más amplio. Vamos a llegar a gente que, sin esta película, no se acercaría a la F1».
El objetivo está claro: más que retratar al detalle la técnica, se busca emocionar, atraer, enganchar.
Kimi Antonelli: larga, pero impactante
El joven de Mercedes, Kimi Antonelli, también dio su opinión: «Es larga, pero está muy bien hecha. Creo que va a gustar mucho. Buena historia también».
Una impresión positiva para una promesa que representa el futuro del deporte. Si la película quiere conectar con nuevos públicos, nombres como el suyo son clave.
¿Y entonces? ¿Es buena o es solo ruido de motor?
Todo apunta a que F1 tiene dos motores encendidos: por un lado, su espectacularidad en pista, con imágenes realmente inmersivas. Por otro lado, un guion con más concesiones al drama que a la fidelidad técnica.
No es un documental. No busca serlo. Es una película con Brad Pitt en la parrilla y con la intención de abrir el mundo de la Fórmula 1 a personas que no han visto nunca un gran premio. Lo mismo que logró Fórmula 1: La emoción de un Grand Prix en su momento: más visibilidad, más conversación y más emoción.
Y sí, los pilotos notan las diferencias. Detectan errores. Echan en falta detalles técnicos. Pero también parecen entender que esta historia va más allá del paddock.
F1 (2025)
¿La F1 necesita esto?
La película no solo tiene implicación directa de la F1 como organización, sino también de Apple TV+ y Warner Bros., que han apostado fuerte con un presupuesto millonario. Primero pensada como contenido en streaming, luego reconvertida en un evento de cine, quiere ser un fenómeno global.
Las comparaciones con Top Gun: Maverick no han tardado en aparecer ya que comparten director, Joseph Kosinski. Y si consigue que nuevos espectadores se enamoren de la competición, aunque sea con algo de maquillaje narrativo, tal vez haya cumplido su objetivo.
F1 se estrena el 27 de junio de 2025. La carrera por conquistar al público ha comenzado.




