La espera ha sido larga, casi de esa que te hace mirar el calendario como si fueras Hermes revisando entregas pendientes. Pero por fin empezamos a ver movimiento: las primeras críticas a Percy Jackson temporada 2 ya están llegando, y madre mía… hay tela para cortar. La serie vuelve a Disney+ el 20 de diciembre de 2025, y parece que llega con la mochila llena de monstruos, drama familiar mitológico y algún que otro comentario afilado.
Cógeme de la mano, lector olímpico, que vamos a meternos de lleno en lo que está diciendo la crítica sobre esta nueva etapa de nuestro mestizo favorito. ¿Listo? ¿No crees que ya tocaba otro viajecito al Campamento Mestizo?
Un regreso más grande para Percy Jackson… pero también más prudente
Las primeras impresiones coinciden en algo curioso: Percy Jackson temporada 2 llega con una ambición tremenda, con más viajes, más criaturas y más efectos… pero también con cierta sensación de jugar sobre terreno seguro. No lo digo yo, lo dice más de un crítico al señalar que la serie “evita subvertir expectativas” y que, en el fondo, Percy Jackson “prefiere pisar firme antes que arriesgar”.
¿Eso es malo? Pues depende de lo que busques. Si lo que quieres es una aventura muy clásica, muy de libro juvenil actualizado a 2025, parece que la serie lo clava. Si esperabas que el hijo de Poseidón se volviera más macarra que Wolverine con resaca… quizá tengas que esperar un poco más.
Walker Scobell vuelve a ponerse la camiseta naranja, y aunque hay quien comenta que le falta “dureza”, también se señala que interpreta a Percy Jackson con una seguridad tremenda para su edad. Eso sí: entre tanta prisa narrativa, dicen que a veces el pobre solo tiene tiempo de reaccionar, como si lo estuvieran llevando de un monstruo al siguiente sin darle un respiro para ser él mismo.
Oye, un martes normal para cualquier semidiós.
Percy Jackson
La adaptación del libro “El Mar de los Monstruos” marca el tono
La temporada adapta directamente The Sea of Monsters, y según la crítica, lo hace de manera mucho más fiel que la película de 2013. Pero claro, aquí aparece el primer problema: la temporada empieza recordándonos todo lo que pasó hace dos años, y ese recap dura tanto que parece que te estén contando la Ilíada en audiolibro acelerado.
Después de eso, la serie coge velocidad y no frena. Literalmente. Algunos críticos comentan que esta Percy Jackson va a toda pastilla: “carencia de desarrollo”, “exceso de coincidencias”, “demasiado énfasis en mover la trama”. Vamos, que, según ellos, si parpadeas te pierdes tres monstruos y un barco hundido.
Pero ojo, porque no todo son quejas. Lo que todos destacan es que, pese al ritmo loco, Walker Scobell consigue transmitir humanidad incluso cuando está actuando frente a pantallas verdes del tamaño de un templo griego. No es poca cosa.
Una producción visual a nivel olímpico
Aquí viene una sorpresa que muchos no esperaban: la producción visual de Percy Jackson temporada 2 está recibiendo muchos elogios. El responsable es ni más ni menos que Dan Hennah, diseñador ganador del Óscar por El Retorno del Rey. Sí, sí, ese. El de Peter Jackson. El de Hobbiton.
Aunque obviamente no tiene el presupuesto de la Tierra Media, Hennah vuelve a demostrar que construir mundos se le da mejor que a Hefesto fabricando armaduras divinas. Las críticas destacan que la ambientación está cuidada, que los escenarios tienen alma y que la serie consigue hacer creíble ese universo mitológico en el que te comes un sándwich y de repente una Hidra quiere quitarte la merienda.
Percy Jackson
Uno de los detalles que ya señalan como punto fuerte es la recreación del mítico árbol de Thalia, que vuelve a ser un elemento clave en esta etapa.
Relaciones más maduras y un corazón que late fuerte
Si hay algo que esta temporada parece querer explorar con más cariño, es la relación entre Percy, Annabeth y Grover. Según los críticos, los tres ya se sienten más maduros, más conectados y más conscientes de que sus aventuras no son solo entretenidas, sino emocionalmente agotadoras. La palabra “melodrama familiar” aparece más de una vez, pero en el buen sentido.
Y es que Percy Jackson siempre ha sido más que monstruos y espadas. Tiene ese toque de “soy hijo de un dios ausente y tengo que aprender a vivir con ello”, que lo emparenta con historias más grandes de lo que parece. Ese subtexto sigue presente, aunque dicen que la serie no termina de explotar del todo las contradicciones de los dioses. Lástima, porque ahí había jugo para exprimidor industrial.
También mencionan que personajes como Clarisse ganan capas nuevas, mostrando inseguridades y conflictos internos que enriquecen el relato. Y oye, se agradece que no todo sea patear criaturas mitológicas.
Las sombras: secundarios desaprovechados y decisiones fáciles
Si algo se repite en las críticas negativas es el uso (más bien mal uso) de algunos secundarios. Por ejemplo: Tantalus, interpretado por Timothy Simons, aparece, promete mucho, pero se queda en un villano de paso. Y Jason Mantzoukas como Dionisio vuelve a escena… pero tan poco que casi ni da tiempo a abrir una botella de vino (que, por cierto, Dionisio no puede beber; cosas de los castigos divinos).
También se habla de que la serie se queda corta a la hora de profundizar en la ambigüedad moral de los dioses. Vamos, que Percy Jackson temporada 2 podría haber sido más atrevida, más aguerrida… pero se conforma con ser entretenida. Y oye, igual eso es justo lo que muchos quieren.
Porque al final, incluso los críticos más exigentes reconocen que la serie funciona. Es ágil, visualmente potente, emocional cuando quiere y lo bastante divertida como para mantenerte durante sus episodios de menos de 45 minutos.
¿Es perfecta? No. ¿Es mejor que la primera? Algunos dicen que sí, otros que no, otros que debería haber arriesgado más… Vamos, la vida normal en el Olimpo.
Al final, lo importante es que Percy Jackson sigue siendo un viaje mitológico divertido, accesible y con esa mezcla de humor, aventura y drama adolescente que lo convirtió en fenómeno literario en su día. ¿Triunfará esta segunda temporada? Pues ya lo veremos cuando llegue a Disney+ el 20 de diciembre.
Si llegaste hasta aquí, te mereces un escudo celestial. ¿Qué opinas tú de todo esto? Te leo abajo y, por cierto, síguenos en Google News, que allí no tenemos cíclopes… de momento.


