Si alguna vez has pensado que las segundas partes nunca son buenas, quizá sea hora de sentarte, respirar hondo y recordar que Predator 2 (Depredador 2 – 1990) existe. Porque sí, han pasado 35 añazos desde su estreno en noviembre de 1990… y todavía hay alguien diciendo por ahí que “no está a la altura de la primera”. ¿Seguro? ¿No crees que igual merece un repaso con calma y cero prejuicios?
La propuesta de Predator 2 siempre fue distinta, incómoda para algunos y fresquísima para otros. Una película que decidió abandonar la selva literal para meterse de lleno en otra jungla igual de peligrosa: la urbana. Y quizá por eso, ahora que está de aniversario, apetece volver a ella con ojos nuevos. Porque Predator 2 no solo ha sobrevivido al tiempo: ha terminado influenciando a toda la franquicia, aunque muchos no lo hayan querido admitir durante décadas.
Predator 2 y el intento imposible de superar a un intocable
Pongámonos serios un segundo. Predator (1987) es una de esas películas que definió un tipo de acción, un estilo, una vibra. Y claro, cuando algo así ocurre, Hollywood siempre piensa: “¿y si lo convertimos en franquicia?”. Eso nos dejó una pregunta tramposa que todavía escucho en conversaciones: ¿Cómo mejoras algo que ya es considerado perfecto?
La respuesta es bastante sencilla: no puedes. Predator 2 nunca tuvo una opción real de replicar ese impacto inicial. Pero es que tampoco lo necesitaba. El problema es que el público y algún que otro ejecutivo con prisas, esperaba otra vez lo mismo, y eso casi siempre acaba mal. Por eso, la recepción floja de Predator 2 en su estreno tampoco fue extraña. Aun así, si te quitas las expectativas de encima, lo que te encuentras es una película de acción urbana con un tono duro, sudoroso, exagerado y divertidísimo. Vamos, un caramelito para cualquier amante del cine de género.
Predator 2
El éxito reciente de Predator: Badlands ya ha demostrado que las secuelas que se atreven a salirse del molde pueden funcionar de maravilla. Y viendo cómo Predator 2 amplió la mitología de los Yautja con descaro, quizá este aniversario sea el mejor momento para reivindicarla sin complejos. Porque la influencia de Predator 2, te guste o no, está presente todavía hoy.
Un rodaje salvaje, una idea atrevida y un antihéroe inesperado
La historia de Predator 2 arranca casi desde el mismo momento en que la primera película desapareció de los cines. Fox volvió a convocar a Jim y John Thomas, y estos presentaron ideas más grandes, más locas y más peligrosas. Su favorita, la que enamoró al estudio, era la del “urban jungle”: cambiar árboles por rascacielos, serpientes por pandillas armadas y meter a un detective de mal genio siguiendo la pista de un Predator particularmente sediento de caza. Ahí es donde entra la magia.
Stephen Hopkins se puso al mando tras impresionar a Joel Silver, y no tardó en meter mano al guion para llevarlo hacia un terreno satírico y distópico. Predator 2 exagera los problemas de Los Ángeles en los 90 de una forma tan descontrolada que casi parece sacada de un cómic de Judge Dredd. Y ojo, porque aquello no era solo estética: el rodaje se convirtió en una aventura real con callejones peligrosos, ratas con menosvergüenza que el propio Predator y algún que otro susto digno de un thriller.
El proyecto debía contar con Arnold Schwarzenegger, pero sus exigencias económicas lo mandaron todo al traste. Y quizá fue lo mejor que pudo pasarle a Predator 2. La ausencia de Dutch obligó a buscar un protagonista capaz de sostener solo una película que venía cargada de testosterona y violencia urbana. ¿La solución? Danny Glover. Un movimiento sorprendente, sí, pero tremendamente acertado. Glover no intentó imitar a Arnold, sino que llevó a Mike Harrigan hacia un terreno más humano, cansado y cabezón, casi en la línea de un Charles Bronson urbano. Y vaya si funcionó, ¿no crees?
Arnold Schwarzenegger y Danny Glover
Un Predator más violento y una mitología que cambió para siempre
El maquillaje y el diseño del Predator también se transformaron. Stan Winston y su equipo crearon una versión más delgada, más agresiva y más adaptada a la ciudad. El famoso City Hunter introdujo piezas de armadura que luego se volverían icónicas, herramientas nuevas que muchos fans imaginan al instante cuando piensan en la criatura, e incluso ese botiquín infernal que todavía da escalofríos solo de recordarlo. Kevin Peter Hall volvió a ponerse dentro del traje y consiguió dotarlo de una personalidad totalmente distinta a la del original. Más slasher, más salvaje, más imprevisible.
Y luego está la famosa sala de trofeos. Una escena tan breve como inolvidable, que abrió la puerta a una franquicia entera, teorías, cómics, videojuegos y todo un imaginario que sigue vivo hoy. Predator 2 amplió la especie, añadió historia, rituales y jerarquía… y lo hizo sin discursos, sin explicaciones largas, solo con imágenes y detalles. A veces, menos es más… ¿Qué opinas?
Por qué Predator 2 merece una revisión más justa
Está claro que Predator 2 arrastra algunos problemas. El inicio recuerda demasiado al de su predecesora para quienes ya conocen el mecanismo, y para quien entre por primera vez a la saga, las reglas del Predator pueden parecer caprichosas. El reparto secundario tampoco tiene el carisma del comando original. Y sí: algunos estereotipos sobre grupos criminales huelen a exceso total.
Pero viendo la película por sí misma, sin compararla con la joya de 1987, Predator 2 se disfruta muchísimo. Es un thriller urbano sucio, ruidoso, exagerado y con una energía tan directa que, en más de un momento, parece un cruce entre acción noventera y cine de terror. Un rara avis que hoy sería difícil que un gran estudio aprobara, y quizá por eso resulta tan especial.
Danny Glover está fantástico, Hopkins dirige con una mezcla de caos controlado y mala leche, y el City Hunter se gana su sitio como una de las versiones más memorables del cazador intergaláctico. Y no me hagas hablar del final, porque sigue siendo uno de los mejores cierres de toda la franquicia. Predator 2 quizá no sea perfecta, pero pocas secuelas han tenido tanta personalidad.
A los 35 años, Predator 2 se mantiene como una experiencia que merece volver a verse sin prejuicios. Y oye, si después de Badlands te has quedado con ganas de más cacerías locas, este aniversario es la excusa perfecta para revisitarla. ¿O vas a dejar que otros decidan por ti lo que vale la pena?
La película y toda la saga está disponible en Disney Plus.
Y ya sabes: si Predator 2 te gusta más de lo que recordabas, cuéntamelo en los comentarios, que así me siento menos raro… y de paso, síguenos en Google News, que el Predator nos tiene vigilados.
