Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan volvieron a intercambiar cuerpos y vidas en la secuela de la divertidísima comedia de 2003. El resultado fue un éxito de taquilla recaudando más de 153 millones de dólares. Pues prepárate, porque Ponte en mi lugar de nuevo (Freakier Friday) ya tiene fecha oficial de estreno en Disney+, y sí, volveremos a vivir ese caos familiar tan glorioso que solo el universo de Freaky Friday podía ofrecer.
Ponte en mi lugar de nuevo se estrenó en cines el pasado agosto y ahora aterriza en streaming el 12 de noviembre. Así que si te perdiste la película en la gran pantalla, podrás disfrutarla en casa, palomitas en mano, desde tu sofá. ¿Quién no ama un buen intercambio de cuerpos cuando se acerca el invierno?
Ponte en mi lugar de nuevo es el regreso de un clásico de culto
La película Ponte en mi lugar de nuevo retoma la historia veintidós años después de aquel primer cambio de cuerpos que marcó a toda una generación. Ahora Anna Coleman, interpretada otra vez por Lindsay Lohan, es una productora musical de éxito y madre soltera por elección. Cría a su hija adolescente Harper con la ayuda ocasional de su madre Tess, encarnada nuevamente por Jamie Lee Curtis, que sigue siendo ese torbellino de energía y sarcasmo que todos recordamos.
Ponte en mi lugar de nuevo
Pero las cosas se complican cuando Harper choca, literalmente, con Lily Reyes, una compañera británica con más aires de princesa que de estudiante. Tras un accidente en clase, Anna conoce al padre de Lily, Eric, y, como era de esperar, el amor surge de la manera más caótica posible. Seis meses después están comprometidos, y las futuras hermanastras… bueno, digamos que no están muy felices con la idea.
De la química al desastre (con terremoto incluido)
Durante la despedida de soltera de Anna, tanto ella como su madre y, por supuesto, las dos adolescentes, deciden hacerse una lectura de manos con la misteriosa Madame Jen. Todo parece una broma hasta que un terremoto interrumpe la sesión. A la mañana siguiente, el verdadero seísmo ocurre cuando descubren que han intercambiado cuerpos otra vez. Sí, Anna ahora es su hija, Tess es una adolescente británica y el descontrol vuelve a reinar.
Como si fuera una lección que nunca terminan de aprender, las cuatro intentan sobrevivir fingiendo ser las otras mientras buscan una forma de revertir el hechizo. En el proceso, Harper y Lily, disfrutando del poder de ser adultas, deciden sabotear la boda de sus padres. ¿Qué podría salir mal? Bueno… absolutamente todo.
Ponte en mi lugar de nuevo tiene Rock, caos y amor de madre
Entre castigos escolares, conciertos improvisados y planes de sabotaje que harían sonrojar a cualquier villano de Disney, Ponte en mi lugar de nuevo mezcla humor, emoción y una pizca de locura nostálgica. La película no solo se centra en los enredos del intercambio, sino en lo que significa realmente ponerse en los zapatos del otro… o mejor dicho, en su cuerpo.
Una de las escenas más potentes llega cuando Harper, metida en el cuerpo de su madre, intenta reconectar con el pasado musical de Anna. Descubre una vieja canción y, al intentar interpretarla, se da cuenta de que su madre no renunció a sus sueños, simplemente los transformó. El clímax llega con ambas cantando juntas en el escenario, en una de esas secuencias que combinan humor y emoción de una forma muy Disney.
Ponte en mi lugar de nuevo
Viejos rostros y nuevas sorpresas
Además de Curtis y Lohan, el reparto se refuerza con caras conocidas y nuevas promesas: Julia Butters, Sophia Hammons, Mark Harmon, Manny Jacinto y Maitreyi Ramakrishnan, entre otros. Todos aportan su toque de frescura a una historia que podría haberse quedado en el pasado, pero que logra sentirse completamente actual.
Y ojo, porque Ponte en mi lugar de nuevo no solo juega con la nostalgia, también demuestra que una comedia familiar puede seguir teniendo ritmo y alma sin depender del efecto “reboot”. Los guiños al filme de 2003 están ahí, pero esta secuela se atreve a actualizar el concepto con nuevas dinámicas familiares y conflictos más cercanos a las generaciones actuales.
Éxito en taquilla y crítica
Estrenada en cines el pasado 8 de agosto, Ponte en mi lugar de nuevo sorprendió a propios y extraños al recaudar más de 153 millones de dólares con un presupuesto de apenas 45. Una cifra que demuestra que la nostalgia, cuando se hace bien, sigue siendo un valor seguro.
En Rotten Tomatoes, la película mantiene un 74 % de críticas positivas y un abrumador 91 % del público. Nada mal para una comedia de enredos corporales. Por comparar, la original de 2003 tenía mejor nota de los críticos (88 %), pero el público la valoró mucho menos (solo 58 %). Esta vez ha sido justo al revés: la audiencia ha abrazado la secuela con entusiasmo.
Por qué tardó tanto en llegar
Jamie Lee Curtis ha contado en varias entrevistas que llevaba años escuchando la misma pregunta en cada alfombra roja: “¿Habrá una secuela de Freaky Friday?” La actriz asegura que todo empezó a materializarse después de 2022, durante la promoción de Halloween Ends. En cada parada del tour, la gente se lo pedía, y ella siempre respondía lo mismo: “Lindsay tiene que ser lo bastante mayor como para tener una hija adolescente”.
Y, mira tú por dónde, el momento llegó. Lohan tuvo su primer bebé, visitó a Curtis y ambas retomaron el contacto. “Ahí empezamos a hablarlo en serio”, confesó la actriz. Así que, de alguna manera, fue la vida la que dio el empujón definitivo para que Ponte en mi lugar de nuevo se hiciera realidad.
Un cierre con corazón
Más allá de los enredos y las risas, Ponte en mi lugar de nuevo es una historia sobre entender al otro, sobre la empatía y la conexión familiar. Nos recuerda que a veces no basta con imaginar cómo se siente alguien: hay que vivirlo, aunque sea literalmente dentro de su cuerpo.
Y con ese mensaje tan bonito (y un par de terremotos de por medio), Disney+ se prepara para recibir una de las secuelas más esperadas del año.
Así que ya lo sabes: Ponte en mi lugar de nuevo llega a Disney+ el 12 de noviembre, lista para hacernos reír, llorar y, por supuesto, desear no despertar en el cuerpo equivocado.
Porque, seamos sinceros… ¿quién no ha querido alguna vez cambiar de lugar solo por un día?




