Hay proyectos que parecen malditos… hasta que alguien decide encender la luz adecuada. Y ahora, por fin, una película de terror con aroma noventero, tinta negra y crimen real ha encontrado su sitio. Netflix se ha puesto serio y ha rescatado Torso, una joya del cómic que llevaba décadas llamando a la puerta del cine.
Si te gusta el terror que se pega a la piel, el noir sucio y las historias reales que dan escalofríos, quédate. Porque esto no va de sustos fáciles, va de atmósfera, obsesión y de una película de terror con pedigrí.
Netflix vuelve a mover ficha… y no es una película de terror cualquiera
Mientras medio mundo sigue especulando con la ambición industrial de Netflix y su interés por gigantes como Warner Bros., la plataforma va a lo que mejor sabe hacer últimamente: apostar por proyectos que otros estudios no se atreven a cerrar. Riesgo creativo, presupuesto sin miedo y paciencia. Tres palabras clave.
En ese contexto encaja como un guante Torso, una historia incómoda, adulta y oscura que necesitaba justo eso: alguien dispuesto a asumir que una película de terror no tiene por qué ser amable ni complaciente. Netflix quiere el próximo fenómeno, y esta vez huele a clásico moderno.
Torso
Del cómic noir a la pantalla: el regreso de Torso
La noticia la adelantó The Hollywood Reporter y confirma algo que llevaba años flotando en el ambiente. Torso, la novela gráfica creada por Brian Michael Bendis y Marc Andreyko, ya tiene casa definitiva en Netflix. Y ojo al equipo que la acompaña.
Al frente de la producción está Zach Cregger, que viene de sacudir el género con Barbarian, acompañado por dos nombres muy reconocibles del suspense moderno: Nick Antosca y Roy Lee. Los propios autores ejercerán como productores ejecutivos, algo que siempre tranquiliza.
Aquí no se busca suavizar nada. La intención es trasladar a imagen real ese trazo sucio, opresivo y casi enfermizo que convirtió a Torso en una obra de culto. Y sí, todo apunta a que será una película de terror sin concesiones.
Una historia real que todavía da miedo
Torso se basa en uno de los casos criminales más perturbadores de Estados Unidos. Entre 1934 y 1938, Cleveland fue escenario de los crímenes del llamado “Torso Murderer”, un asesino en serie que dejaba únicamente los torsos de sus víctimas, imposibilitando su identificación en una época sin ADN ni registros modernos.
El encargado de la investigación fue Eliot Ness, director de Seguridad de Cleveland y famoso por su lucha contra el crimen organizado. Sin huellas, sin pistas claras y con la presión pública aumentando, la ciudad se convirtió en un pozo de paranoia y miedo. Material perfecto para una película de terror de las que calan.
Torso
Mucho antes de Marvel, Bendis ya daba pesadillas
Para muchos, Brian Michael Bendis está ligado a Marvel, a personajes como Spider-Man, Daredevil o incluso a la escala épica de los Avengers. Pero Torso fue su verdadero punto de inflexión creativo.
Publicada en 1998 como una miniserie de seis números, la obra fue aclamada por crítica y público, llevándose incluso un Eisner Award. Noir puro, ritmo de thriller y una sensación constante de peligro que te acompaña página tras página. Nada de superhéroes, solo miedo real.
Adaptarla ahora no es solo justicia creativa. Es recuperar el origen de uno de los narradores más influyentes del cómic moderno y convertirlo en una película de terror que conecte con nuevas generaciones. ¿No te parece una oportunidad brutal?
Una adaptación maldita… hasta ahora
Si Torso te suena de antes, no es casualidad. Durante años estuvo a punto de convertirse en película varias veces. Hubo un guion de Ehren Kruger, Matt Damon iba a interpretar a Ness y David Fincher estaba llamado a dirigirla. Sí, ese nivel. Pero el presupuesto y el tono adulto asustaron a más de uno.
Paramount y Miramax acabaron retirándose. Más tarde, en 2013, David Lowery intentó levantar el proyecto, y en 2017 llegó otro intento con Paul Greengrass bajo el título Ness. Nada cuajó. Demasiado arriesgada, demasiado oscura, demasiado todo.
Y aquí es donde entra Netflix, que no necesita contentar a salas ni suavizar finales. La plataforma puede permitirse una película de terror de época, adulta y sin rebajar su identidad. Justo lo que Torso pedía a gritos.
Por qué ahora sí puede funcionar
El contexto ha cambiado. El público está mucho más abierto a historias duras, a mezclas de géneros y a relatos basados en hechos reales sin filtro. El éxito reciente del terror autoral demuestra que no todo tiene que ser jumpscares y sustos de manual. A veces, el miedo funciona mejor cuando se cuece a fuego lento.
Con el equipo creativo adecuado y libertad real, Torso puede convertirse en esa película de terror que marque época, como lo hizo el cómic en los noventa. Oscura, incómoda y con un poso que no se va cuando se encienden las luces. De esas que te obligan a pensar.
Ahora la pregunta es clara: ¿te atreves con una historia así llevada al cine? Cuéntanos qué te parece esta adaptación y, si no quieres perderte ninguna locura como esta, síguenos en Google News… que lo bueno acaba de empezar.


