En pleno 2025, cuando pensábamos que el género de espada y brujería se había quedado encerrado en VHS polvorientos y posters de Boris Vallejo, llega Deathstalker, una película de fantasía dispuesta a resucitar la magia, los músculos y los monstruos que marcaron los 80.
Si creciste viendo Conan el Bárbaro, El señor de las bestias o Los bárbaros, agárrate la capa, porque esto te va a dar un golpe directo a la nostalgia.
El regreso del héroe perdido en esta película de fantasía
El responsable de todo este revival es Steven Kostanski, director y guionista conocido por su delirante Psycho Goreman. Y sí, el tipo sabe perfectamente lo que hace. En una entrevista reciente, confesó que quería devolverle el espíritu original a la saga Deathstalker, pero adaptado a los tiempos actuales. Nada de repetir los clichés más rancios del género: esta vez hay acción, humor y monstruos, pero sin la misoginia ni los excesos gratuitos que caracterizaban a algunas producciones ochenteras.
Kostanski lo deja claro: “Las películas de los 80 se quedaban con la parte picante de los posters de Boris Vallejo, pero olvidaban la otra mitad: los monstruos. Yo quiero darle protagonismo a las criaturas y a la aventura”. Y lo cierto es que la jugada le ha salido redonda.
Deathstalker
Esta película de fantasía lo tiene todo: Espadas, amuletos malditos y un villano para recordar
La historia nos lleva al Reino de Abraxeon, donde un ejército de criaturas conocidas como los Dreadites siembra el caos bajo las órdenes de un hechicero muerto hace siglos: Nekromemnon (sí, suena tan malvado como parece). En medio del desastre, el guerrero Deathstalker encuentra un amuleto maldito que lo marca con un poder oscuro. Desde ese momento, se convierte en el objetivo de asesinos sobrenaturales, maldiciones y, cómo no, una misión imposible que solo un héroe cansado podría aceptar.
La trama suena a pura serie B, y ahí está precisamente su encanto. Kostanski no intenta disfrazar la locura de la historia, la abraza con orgullo. Monstruos con prótesis prácticas, duelos sangrientos y una atmósfera entre Conan y Mad Max se combinan para dar lugar a una película de fantasía con alma artesanal.
Daniel Bernhardt, el bárbaro moderno
¿Y quién da vida a este nuevo Deathstalker? El elegido ha sido Daniel Bernhardt, un tipo que seguro has visto partir mandíbulas en John Wick, The Matrix Reloaded o incluso en Mortal Kombat: Conquest. Kostanski lo tenía claro desde el primer momento: quería un héroe curtido, con cicatrices, cansado de la guerra, pero todavía con fuego en los ojos.
Bernhardt no solo actúa, también es coordinador de escenas de acción y especialista en artes marciales, así que cada pelea promete ser un espectáculo brutal. Y no te sorprendas si la coreografía de espadas tiene un aire a videojuego retro, porque Kostanski ha reconocido que se inspiró en títulos clásicos como Golden Axe y Gauntlet.
Deathstalker
Slash entra en escena en esta película de fantasía
Sí, has leído bien. El mismísimo Slash, guitarrista de Guns N’ Roses, se ha unido a la aventura. Además de producir la cinta junto a Raven Banner Entertainment, compuso parte de la banda sonora junto al mítico Bear McCreary (Godzilla x Kong, The Walking Dead). Y por si fuera poco, también recuperaron a Chuck Cirino, el compositor original de Deathstalker 2.
El resultado promete ser una mezcla entre riffs de guitarra eléctrica y percusión épica, justo lo que esperarías escuchar mientras un guerrero empuña su espada bajo un cielo rojo sangre. Vamos, puro espectáculo sensorial para los fans del género.
Adiós a la vieja fórmula, hola a los monstruos
Si algo diferencia a esta nueva película de fantasía de sus predecesoras es su enfoque. Kostanski ha dejado claro que no le interesa repetir las fórmulas sexistas o baratas del pasado. Su apuesta está en la creatividad práctica: maquillaje, animatronics, y personajes con alma.
Uno de los más curiosos es Doodad, un ser mitad cómico, mitad trágico, interpretado físicamente por Laurie Field y con voz de Patton Oswalt. El director reconoce que originalmente iba a ser un muñeco, pero después de sufrir en su anterior proyecto con marionetas, decidió usar un actor real bajo prótesis. La idea era mantener esa sensación de serie B pero con un acabado visual moderno.
Y ojo, esa mezcla entre humor, terror y aventura puede ser la clave de su éxito. Kostanski tiene la habilidad de equilibrar lo grotesco con lo divertido, algo que ya demostró en Psycho Goreman y que aquí perfecciona.
La nostalgia como arma
Hay un detalle que hace que Deathstalker destaque entre tantas propuestas de fantasía digital: su amor por lo tangible. En lugar de depender del CGI, la película de fantasía de Kostanski se apoya en efectos prácticos, armaduras reales y escenarios de cartón piedra que parecen salidos de un estudio de Roger Corman.
Esa textura ochentera, mezcla de sudor, sangre falsa y luz de antorchas, genera una sensación que muchos espectadores llevaban años buscando. No se trata de parodiar el pasado, sino de recuperarlo con respeto y cariño.
Y se nota. Desde el vestuario hasta la iluminación, todo parece un homenaje consciente a una época en la que las películas no necesitaban 200 millones de dólares para emocionar.
Película de fantasía con alma
Al final, Deathstalker no intenta ser una superproducción de Marvel ni un clon de El Señor de los Anillos. Es, simplemente, una película de fantasía hecha por gente que ama el género. Con su mezcla de humor, acción física y criaturas de pesadilla, es una carta de amor a los años en que todo era posible si tenías una espada, un hechizo y mucha imaginación.
Kostanski ha logrado lo que parecía imposible: que volvamos a sentirnos como cuando alquilábamos una cinta sin saber qué íbamos a encontrar dentro. Y eso, en estos tiempos de algoritmos y trailers idénticos, ya es una hazaña.
¿Qué opinas? ¿Tienes ganas de ver cómo renace el mito de
Deathstalker?
Cuéntanoslo en los comentarios y síguenos en Google News para no
perderte las próximas joyas del cine fantástico.
