Hay decisiones que dejan huella, ¿no crees? Y cuando quien habla es Quentin Tarantino, cualquier elección se vuelve automáticamente un pequeño terremoto dentro del mundo del cine. Más aún si tiene que ver con una película de artes marciales de las que no se andan con delicadezas. Y sí… esta vez ha puesto el foco en una joya de los 70 que probablemente muchos ni recuerden, pero que él considera la más salvaje de todas: Blood of the Dragon (Caza desesperada).
Llevaba tiempo sin aparecer en titulares por este tema, pero cuando Tarantino habla de cine asiático antiguo, sabes que es el momento de sentarse, respirar hondo y escuchar. Porque el tipo sabe. Y sabe mucho. ¿Qué opinas? Te lo digo ya: esta historia tiene más sangre, espadas y exageración que muchas producciones actuales juntas.
La película de artes marciales olvidada que Tarantino considera un tesoro ultraviolento
Blood of the Dragon llegó a los cines en 1971, cuando el cine asiático explotaba en popularidad, pero aún convivía entre imitaciones baratas y pequeños diamantes escondidos. Y esta película de artes marciales pertenecía justo a esa categoría: una de esas cintas de bajo presupuesto que lo dan todo sin pedir permiso. Protagonizada por Jimmy Wang Yu, uno de los actores más influyentes del género, la película se mueve en esa línea fina entre lo épico y lo grotesco, ese territorio donde la ultraviolencia se vuelve casi una firma artística.
Blood of the Dragon (Caza desesperada)
La historia tampoco se queda atrás. Blood of the Dragon sigue a un grupo de rebeldes chinos que intenta expulsar a las fuerzas mongoles que han tomado el control del país. En medio del caos, un rebelde moribundo le entrega un mensaje secreto a un chaval que vive en la calle, pidiéndole que lo lleve a un príncipe para intentar cambiar el rumbo de la guerra. El niño, claro, poco puede hacer solo, así que aparece White Dragon, un guerrero solitario de esos que parecen tener escrita la violencia en la mirada.
Y no exagero cuando digo que este guerrero eleva la película a otro nivel. La película de artes marciales aprovecha a White Dragon para mostrarnos un montón de peleas, coreografías desgarradas y decisiones que dejan claro que aquí las cosas no van de derrotar al enemigo, sino de aniquilarlo con contundencia sonora. ¿No te parece fascinante que Tarantino haya rescatado justo esta?
¿Por qué Tarantino la coloca por encima de las demás?
En el Pure Cinema Podcast, allá por 2020, Tarantino habló del cine de artes marciales como si estuviera abriendo un viejo álbum de recuerdos. Eso ya te da una pista de lo emocional que es para él. Pero cuando mencionó Blood of the Dragon, lo hizo sin rodeos: dijo que era “la más violenta” de todas las películas de su tipo. Y si él lo dice, sabes que no es una frase lanzada al aire. Tarantino no elige palabras al azar.
El director explicó que la película ocupa, literalmente, “el primer puesto de las películas de artes marciales más violentas”. No es sorprendente, porque Tarantino siempre ha tenido un radar afinado para estos productos salvajes, pero resulta curioso que eligiera justo esta: una producción más pequeña, casi olvidada, que no tiene la fama de otras grandes cintas del género.
También dedicó unas palabras a Kao Pao-shu, la directora de la película. Sí, directora. La primera mujer en dirigir una película de artes marciales en ese estilo tan extremo. Tarantino lo dejó claro: le parecía “impresionante” que una cineasta se lanzara a crear uno de los títulos más brutales del género. Y la verdad, visto desde hoy, resulta casi revolucionario.
Uno de los motivos que más destacaba Tarantino de esta película de artes marciales era el tramo final del filme. La última hora, según él, es “una fiesta sangrienta”. Y tiene razón: White Dragon barre por completo a un ejército enemigo a base de lanzazos, cortes y movimientos que rozan lo inhumano. Hay una escena concreta en la que apuñala repetidamente a un adversario, mucho más de lo necesario. Y no porque “hiciera falta” narrativamente, sino porque ese es el tono de la historia: lo exagerado se vuelve la norma.
Jimmy Wang Yu: el verdadero puente entre esta joya y Kill Bill
Muchos podrían pensar que Blood of the Dragon influyó directamente en Kill Bill, pero Tarantino aclaró que no es así. No hubo un efecto espejo ni una copia disimulada. Sin embargo, sí influyó el actor: Jimmy Wang Yu. Para Tarantino, Wang Yu es una leyenda absoluta dentro de las películas de artes marciales, tanto por Blood of the Dragon como por The Chinese Boxer, The One-Armed Boxer, Master of the Flying Guillotine y otras tantas.
Kill Bill
Estas películas formaban parte del “colectivo” de referencias que Tarantino tenía en la cabeza mientras armaba Kill Bill y Kill Bill Vol. 2. No había una conexión directa con una sola cinta, sino un collage de influencias. Pero que Blood of the Dragon entrara en ese grupo ya dice mucho de su impacto.
Tarantino sí reconoce un vínculo claro entre Kill Bill y otra película de Wang Yu: The Chinese Boxer. Esta obra, escrita y dirigida por el propio actor, estableció varias reglas del género que luego inspiraron algunas de las mejores secuencias de Kill Bill. Y cuando hablo de reglas, me refiero a ese tipo de ideas visuales que uno identifica inmediatamente: golpes secos, coreografías estilizadas, planos frontales que capturan la intensidad del combate… todo lo que vuelve icónica a una película de artes marciales.
Aun así, Blood of the Dragon mantiene su lugar especial. No es la más famosa, pero sí la más sangrienta, la más excesiva, la que se atreve a empujar los límites un poco más lejos. Y eso encaja perfectamente con lo que Tarantino valora en el género: la emoción cruda, el impacto directo, la sensación de que cada movimiento tiene un propósito y una carga dramática.
Un cierre a la altura de una joya ultraviolenta
Blood of the Dragon quizá no tenga la popularidad de otras cintas legendarias, pero su espíritu salvaje y su capacidad para llevar la violencia al extremo la convierten en una pieza única dentro de cualquier lista de películas de artes marciales que merezcan la pena. Tarantino lo sabe, y su elección no sorprende cuando entiendes lo que busca realmente al hablar del cine que ama.
Así que ya lo tienes: la recomendación más contundente del director más contundente. Si te apetece ver una película de artes marciales sin filtros, sin suavizantes y con una energía que parece salida de otro tiempo, dale una oportunidad a Blood of the Dragon. Y luego me dices qué opinas, ¿vale? Siempre es divertido descubrir estas joyas juntos.
