Coincidiendo con el estreno de la tercera temporada de The Walking Dead: Daryl Dixon, en Cinemascomics hemos tenido el placer de sentarnos a charlar con Paco Cabezas, uno de esos directores españoles que ha conseguido abrirse paso en las grandes ligas internacionales sin perder ni un ápice de su acento sevillano ni de su sentido del humor.
La entrevista, que puedes ver completa en el vídeo insertado más abajo, recorre un viaje apasionante: desde cómo llegó a dirigir dos episodios clave del spin-off de The Walking Dead, hasta su participación en Miércoles (Wednesday) junto a Jenna Ortega y Tim Burton, pasando por la tercera temporada de La novia gitana, que cerrará su recorrido en televisión.
Un director que ha pasado de rodar en las 3000 Viviendas a recrear atmósferas góticas en Rumanía o desiertos zombis en Aragón, y que todavía encuentra tiempo para tocar la guitarra en los rodajes. Así es Paco Cabezas: un cineasta todoterreno que disfruta cada proyecto como si fuera el primero.
Daryl Dixon en España: zombis, western y mucho barro
La gran actualidad de Paco Cabezas llega de la mano de The Walking Dead: Daryl Dixon. En su tercera temporada, el spin-off protagonizado por Norman Reedus y Melissa McBride ha dado un salto inesperado: trasladar la acción a España.
Cabezas dirigió los episodios 4 y 5, rodados en localizaciones como Belchite y otras zonas de Aragón y Segovia. El director reconoce que se sintió como en un spaghetti western de Sergio Leone, mezclando el polvo de los desiertos con hordas de zombis. De hecho, Norman Reedus se emocionó al ver las referencias visuales que Paco llevó al rodaje: ponchos, escopetas y duelos bajo el sol abrasador.
La ironía fue que, mientras rodaban una trama donde la sequía era esencial, la realidad trajo justo lo contrario: lluvias torrenciales por la DANA que convirtieron el set en un lodazal. «Rodábamos escenas de gente huyendo del desierto… ¡y estaba diluviando!», recordaba entre risas Paco.
Pero esa mezcla de adversidades, pasión y referencias cinéfilas terminó creando episodios muy especiales. El capítulo 4 es un relato coral lleno de acción, mientras que el 5 se centra en un Daryl casi solitario, convertido en un héroe crepuscular al más puro estilo Clint Eastwood.
La novia gitana llega a su gran final
Entre zombis y westerns, Paco no se olvida de su vinculación con España. La tercera temporada de La novia gitana, titulada La nena, está ya en fase de montaje y será la última entrega de la adaptación televisiva de las novelas de Carmen Mola.
Cabezas adelanta que esta temporada no seguirá al pie de la letra el libro original: “hemos cogido el título, pero la historia va por un camino totalmente distinto”. Un movimiento arriesgado, pero que demuestra la libertad creativa con la que él y su equipo han trabajado la serie.
El director promete una conclusión sorprendente, más intensa y oscura, con una atmósfera que él mismo compara con el espíritu desatado de Kill Bill. En otras palabras: los fans pueden esperar un final a lo grande, con la violencia, las emociones y los giros que han convertido esta saga en un referente de la ficción española reciente.
Miércoles y el salto al gótico de Netflix
Si Daryl Dixon lo conectó con los zombis clásicos, Miércoles lo llevó al mundo gótico de Nevermore Academy. Paco fue uno de los directores que ayudó a dar forma a la segunda temporada de la serie de Netflix, trabajando codo con codo con Tim Burton y dirigiendo a una Jenna Ortega en plena explosión de popularidad.
La clave estaba en mantener la estética visual que Burton había marcado desde la primera temporada: composiciones geométricas, atmósferas cuidadas y un aire de cuento macabro. Paco lo describe como “entrar en la habitación privada de Tim Burton y aportar tu granito de arena sin desentonar en su mundo”.
La experiencia le permitió jugar con lo físico y lo artesanal: vómitos que realmente caían sobre los actores, muñones eléctricos que daban vida a Cosa, y escenarios llenos de trampillas secretas para que la magia pareciera real. Nada de abusar del CGI: todo debía sentirse tangible.
Y si dirigir a Norman Reedus fue un sueño western, trabajar con Jenna Ortega lo fue en clave generacional: ver cómo la actriz se transformaba en icono cultural mientras rodaban juntos.
Un director entre dos mundos
Lo interesante de Paco Cabezas es cómo alterna Hollywood y España, proyectos personales y grandes franquicias. Ha trabajado en Penny Dreadful, Umbrella Academy, Deadly Class y, al mismo tiempo, en películas como Adiós. Su brújula parece siempre apuntar a lo mismo: contar historias donde las familias disfuncionales y los personajes marginados tienen el centro del relato.
Su carrera lo ha convertido probablemente en el director español que más adaptaciones de cómics ha llevado a la pantalla, y todavía sueña con proyectos imposibles: desde Miracleman de Alan Moore hasta los Nuevos Mutantes en una versión más oscura.
Mientras tanto, mantiene la filosofía que compartió en esta entrevista: no tomarse demasiado en serio a sí mismo, pero tomarse muy en serio su trabajo. Quizá esa sea la clave que lo mantiene con la energía de un niño que juega a rodar películas, aunque ahora lo haga con estrellas internacionales.
Y lo que viene…
Con Daryl Dixon en emisión, La novia gitana en la sala de montaje y la posibilidad de volver en la tercera temporada de Miércoles, a Paco no le falta trabajo ni ilusión. Entre guitarras en el set, homenajes a Sergio Leone y conversaciones con Tim Burton, su camino sigue creciendo.
Desde Cinemascomics, solo podemos decir que es un lujo tener un director así entre zombis, brujas y mutantes. Y, sobre todo, que siempre encuentra tiempo para charlar con nosotros como si estuviéramos en el salón de casa.
