La gran batalla de la era de Morrison ha llegado, ¡y nada volverá a ser lo mismo! Preparados para el gran final de New X men
El triángulo amoroso de Scott-Jean-Emma se resolverá, de una forma u otra. El misterioso asesino será revelado. El secreto de Xorn saldrá a la luz. La fuente de la coz y su intención va a confirmarse. Y todo llevará al mismo sitio, al gran final, al apocalipsis de los New X Men, en la saga que lo cambió todo.
Penúltima entrega de los New X Men de Grant Morrison, el verdadero final que antecede a un prólogo igual de poderoso. Pero es aquí donde todo se revela, donde el enemigo aparece. La batalla final, el cambio ha producido monstruos, pero el verdadero apocalipsis solo puede producirlo un mal mayor, al que todos conocemos, y que siempre ha estado ahí, escondido, preparándose, buscando su momento.
Scott y Logan han vuelto del espacio, Arma plus no fue un paseo, y ahora les toca lidiar con mucho más. Un mundo vuelto patas arriaba, no solo como hombres X, sino como personas, Jean casi acaba con Emma, Emma está enamorada de Scott, alguien mató a Emma, Jean salvó a Emma, el Fénix ha vuelto con Jean, Jean empieza a sentir al Fénix de distinta forma, pero sabe cómo acabará todo. Y De paso los mutantes de la escuela se revelan, al menos unos pocos, aquellos que desean la libertad, ser uno mismo en una familia que busca la normalidad dentro de una característica común, que nadie es igual, que cada mutante es único.
Morrison deshace su nudo gordiano en este número, finaliza todas las tramas, pero deja varios hilos que volverán en el futuro, porque así son los cómics de la Patrulla X, un montón de aventuras, de drama, y debajo, un montón de historias que llegarán. El escocés se reserva el ultimo arco para algo especial, potente como toda su etapa mutante, pero diferente. Sin embargo, en este último episodio, recupera algunos de los grandes temas mutantes, y sobre todo, al gran villano de la saga.
Phil Jimenez regresa a New X men tras la locura de Bachalo, para traer orden, control, potencia, y sobre todo exactitud. Porque para acabar semejante construcción mastodóntica, literariamente hablando, hay que tener cada detalle preparado, cada gesto medido, y Jimenez es un artista del detalle y la precisión.
No estamos ante el final de Morrison en los mutantes, pero si ante el clímax final de muchas de las líneas argumentales que abría en cada entrega. No acaba todo aquí, pero acaba buena parte del viaje, ahora queda ponerse unas zapatillas nuevas, disfrutar el final, y pensar que la siguiente gran epopeya mutante de tal nivel, está produciéndose ahora mismo en Amanecer de X, con Jonathan Hickman, un autor en las antípodas de Morrison, pero que tiene en común algo con el británico, el amor por la franquicia.