Hay días en los que Hollywood amanece tranquilo… y luego está lo que acaba de pasar. Netflix ha decidido ponerse la capa de supervillano corporativo y lanzar el golpe definitivo: ha comprado Warner Bros. Discovery.
Sí, has leído bien. Netflix ha pagado 82.700 millones de dólares por el estudio que tiene a Batman, Harry Potter y a media historia del cine en sus estanterías. Menudo crossover inesperado, ¿no crees?
Si pensabas que esto era otra ronda de rumores, toca abrocharse el cinturón, porque ahora sí hablamos de movimiento real. Y gordo.
Netflix gana la guerra de ofertas… y lo hace a lo bestia
Después de semanas de especulaciones, filtraciones y giros más propios de una temporada nueva de Succession, Netflix se ha quedado sola en la cima. La plataforma entró a última hora con una propuesta que, según Bloomberg, era tan jugosa que parecía escrita con billetes de 100. Y funcionó.
Warner Bros. Discovery abrió el proceso pidiendo ofertas no vinculantes, luego marcó una segunda ronda para el 1 de diciembre y… pum. Netflix lo soltó todo. No se quedó corta: una oferta casi íntegra en efectivo, la típica jugada que deja a los competidores mirando al suelo con las manos en los bolsillos.
Tanto The Hollywood Reporter como Variety han confirmado lo inevitable: Netflix compra el estudio y con HBO Max. Sí, HBO Max, esa plataforma que durante años fue rival directa.
HBO Max
Lo que viene ahora no es un simple trámite…
Warner tendrá que culminar su plan de separar sus canales de cable: TNT, TBS, CNN y compañía se irán a una nueva entidad llamada Discovery Global. Esta escisión está prevista para mediados de 2026 y se completará antes de que el acuerdo llegue a buen puerto.
Y ojo a este dato por que lo tenían muy claro: si por alguna razón el acuerdo con Netflix se iba al garete en la fase regulatoria, la plataforma ha prometido pagar una indemnización de 5.000 millones de dólares. Para que luego digan que Netflix no arriesga. Eso sí es confianza o ganas de liarla.
El nivel de cambio que esto puede provocar en Hollywood es difícil de exagerar. Y no lo decimos nosotros, lo dicen analistas que llevan más años viendo fusiones que películas de los 90. Si el acuerdo se cierra, las placas tectónicas del entretenimiento se van a mover. Y fuerte.
Paramount vio a Netflix como el enemigo final
Paramount Pictures entró al proceso con ganas de fiesta. Quería quedarse con todo el pack: estudio, canales y plataformas. Pero cuando Netflix puso su oferta de aproximadamente 28 dólares por acción, Paramount se quedó sin superpoderes. Subió hasta los 27 dólares, intentó atraer inversión de Oriente Medio… pero no fue suficiente.
De hecho, Paramount llegó a enviar una carta al mismísimo David Zaslav expresando preocupación porque Netflix parecía ser la niña bonita del proceso. Y, visto lo visto, lo era.
Hollywood entra en modo pánico por Netflix
Mientras en los despachos se abren botellas de champán y se firman cláusulas kilométricas, otro frente se está calentando. Variety asegura que un grupo de productores, gente con nombres que suenan en todas las alfombras rojas, ha enviado una carta anónima al Congreso de Estados Unidos.
¿El mensaje? “Eh, cuidado con dejar que Netflix y Warner Bros. se fusionen, que esto puede poner patas arriba la distribución en cines”.
El nerviosismo viene por un rumor: supuestamente Netflix habría planteado reducir las ventanas de exclusividad en cines a dos semanas. Aunque otra fuente asegura que serían más largas, la alerta ya está encendida. Y ya sabes cómo funciona Hollywood: si huele a cambio, saltan las alarmas como si alguien hubiese encendido la Batseñal al revés.
Los productores han pedido al Congreso que revise la potencial fusión con lupa de villano final. Que Netflix se quede con Warner Bros. es algo que no se veía venir ni en las predicciones más locas.
Netflix
¿Y ahora qué? El futuro pinta raro… y emocionante
Estamos ante la mayor sacudida del sector desde que Disney decidió coleccionar estudios como si fueran cromos (LucasFilm, Pixar, Marvel Studios y FOX). Lo que para unos es evolución, para otros es una especie de Thanos corporativo chasqueando los dedos y reordenando el universo audiovisual.
Imagina un solo gigante controlando:
- Las películas y series de Warner Bros.
- HBO Max (¿renombrada? ¿absorbida? ¿fusionada con Netflix?)
- Una biblioteca histórica que incluye franquicias capaces de mover a medio planeta.
Lo fascinante es que todavía no sabemos cómo Netflix integraría todo esto. ¿Habrá un Netflix Max? ¿Un Warnerflix? ¿Una app con más logos que un tráiler de los 90? ¿O quizá mantendrán marca propia como hizo Disney con Hulu? El juego sigue abierto, y eso lo hace delicioso para quienes vivimos pegados al streaming.
Los creativos tiemblan… y también sueñan un poco
Porque claro, aquí viene lo interesante. La carta enviada al Congreso advierte que una fusión así podría perjudicar al cine en salas, pero también abre una puerta a algo distinto: ¿Cómo reinventaría Netflix la relación entre estrenos en streaming y estrenos en cine? La compañía ya ha coqueteado con estrenos limitados, pero tener en sus manos franquicias enormes podría obligarla a jugar en otra liga.
Puede que estemos ante una transformación radical del negocio: estrenos híbridos más flexibles, ventanas adaptadas a cada proyecto o incluso nuevas estrategias para recuperar la emoción del estreno físico. Suena loco, sí, pero Hollywood ha sobrevivido a guerras, pandemias y a Jared Leto enviando ratas vivas durante el rodaje de Suicide Squad. Esto también lo pasarán.
Netflix y Warner Bros: el cliffhanger definitivo
La compra de Netflix es una señal del tipo de industria en la que vivimos: una donde nada es imposible y donde el siguiente gran movimiento puede ocurrir mañana mismo.
Así que, si pensabas que 2025 estaba siendo un año tranquilo… Netflix acaba de recordarnos que Hollywood sigue siendo el mayor espectáculo del planeta.
Y ahora te toca a ti: ¿te emociona esta locura? ¿Te da miedo? ¿Te imaginas un logo compartido al inicio de las películas? Cuéntanoslo y síguenos en Google News para no perderte el próximo capítulo de este culebrón empresarial.


