La esperada continuación de Miracleman de Neil Gaiman llega a las estanterías de tus librerías en un tomo de lujo.
Tras una larga espera por fin se publica la segunda entrega de la saga Miracleman de Neil Gaiman. El primer tomo abrió una nueva etapa tras la laureada y celebrada primera era con Alan Moore con dibujantes como Harry Leach o Alan Davis, pero ha tardado décadas en ver su segundo arco argumental.
Y aun así existe la posibilidad de no ver hasta dentro de mucho la tercera y última entrega, la Edad Oscura, ya que el guionista británico se encuentra en medio de una polémica judicial en la que se le acusa de agresión sexual y abusos de varios tipos. Está situación podría llevar a romper cualquier lazo con el escritor por parte de Marvel y dejar inacabada, o incluso peor, elegir otro guionista para finalizarla.
Todo ha cambiado, nosotros y el mundo de Miracleman
El mundo ha cambiado, es un paraíso. Miracleman ha conseguido que la sociedad perfecta no sea un sueño si no una realidad. El proceso lleva casi dos décadas en funcionamiento y ya existe una primera generación de súper personas que harán el futuro aún más maravilloso. Y en este año 19 de la llegada de Miracleman por fin va a resolverse uno de sus grandes deseos: traer de vuelta a Young Miracleman. La celebración va a ser un gran evento y todo el mundo lo espera con ganas, excepto el protagonista.
Dickie acaba de llegar a un mundo que para él es ciencia ficción, y acaban de contarle que toda su vida es una fantasía creada por un científico loco. Sus dudas y preguntas pueden cambiar todo lo creado, porque el conocimiento y su fruta es lo que expulsa al hombre del paraíso.

Gaiman decide trabajar sobre el paraíso y la perfección social, así como Moore trabajó sobre el superhombre de Nietzsche, el británico ataca la utopía de Moro. A través del personaje de Dauntless y su búsqueda de su origen real, vamos conociendo las grietas del paraíso, ya que tiene que visitar el mundo real, lejos de las grandes ciudades, los remanentes de la anterior civilización. Ahí encuentra las viejas creencias reconvertidas, los mismos desafíos para los que no forman parte del futuro, al final, encuentra un mundo muy parecido al suyo. La diferencia, es que debería tener los días contados, y sin embargo muchos lo prefieren a la brillante utopía Miracleman.
Paraísos que no siempre son deseados
Hay una crítica a las utopías, que no deriva a transformarla en una distopía, una visión amplia que recuerda que aquello que eleva también aleja, y pese a todo lo bueno que se hace, al final endiosamos a los superhéroes. Es la idea más anti zack snidyeriana que existe, desmontar a los ídolos no a través de sus actos sino a través de la visión de sus actos por aquellos más lejanos.
El arte de Mark Buckingham ha evolucionado mucho desde la primera saga del Miracleman de Gaiman. Ya no es tan metafórico ni simbólico, es más bello y equilibrado. Con composiciones de página laberínticas para demostrar que sigue siendo el hombre que inició esta etapa, pero buscando algo muy importante para la historia: la inocencia. Porque buena parte se esté cómic trata de cómo se pierde sin transformarse en un monstruo, sin ser Kid Miracleman.
Las transformaciones en dioses y monstruos, al final, no son dos caras de una moneda. Son lo que podemos ser si decidimos pensar más egoístamente y actuar en consecuencia o si por el contrario somos capaces de mantener la empatía y los valores que definen al hombre. O somos lobos para lobos como decía Hobbes, o mantenemos el contrato social y mantenemos la bondad con la que nacemos de Rousseau.
MIRACLEMAN DE NEIL GAIMAN Y MARK BUCKINGHAM V1 2
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Neil Gaiman (Sandman) y Mark Buckingham (Fábulas) continúan la revolucionaria saga considerada como la mejor historia de superhéroes de todos los tiempos. En "La Edad de Plata", Miracleman ha creado una utopía en la Tierra donde los dioses caminan entre los hombres y los hombres se han convertido en dioses. Pero después del regreso de un viejo amigo, Miracleman descubre que no todos están preparados para su nuevo mundo.




