Lo hemos visto en directo. En el escenario del Empire Stage, Chris Pratt apareció entre aplausos, Rebecca Ferguson en pantalla gigante y Timur Bekmambetov con esa sonrisa de quien sabe que acaba de soltar una bomba de ciencia ficción. Amazon MGM Studios presentó el primer tráiler de Mercy, y sí: la IA ha tomado el control… literalmente.
Un futuro demasiado posible
La premisa nos dejó helados: en 2029, la justicia ya no la
dictan humanos, sino un juez artificial. Pratt interpreta al
detective Raven, el mismísimo creador del sistema que debía
garantizar juicios rápidos y “justos”. Ironías del
destino: ahora es él quien despierta atado a una silla, acusado de
asesinar a su esposa, mientras una IA le concede 90 minutos para
probar su inocencia.
Una cuenta atrás letal y una pantalla que solo muestra el rostro
implacable de Rebecca Ferguson como la Jueza Maddox. A su
lado, Kali Reis interpreta a su compañera humana, la única que
todavía confía en él.
Un rodaje tan intenso como una función teatral
Pratt explicó entre risas (y un poco de sudor al recordarlo) que Bekmambetov filmó la película como si fuera una obra de teatro en tiempo real, con planos secuencia de 60 minutos y sin posibilidad de repetir tomas. «Estuve realmente atado durante horas», confesó el actor. «Esa claustrofobia era real. No había forma de escapar, ni dentro ni fuera del personaje».
Ferguson, que interpretaba a la IA desde una pantalla remota, admitió que la experiencia fue igual de intensa: «Era como mirar a alguien encerrado en su propio juicio interno».
Bekmambetov, conocido por Wanted o Abraham Lincoln: Cazador de vampiros, explicó que esa elección tenía un propósito muy concreto: transmitir la sensación de urgencia y deshumanización del mundo actual, donde las máquinas deciden antes de que nosotros entendamos qué está pasando.
El director que filma con drones… y perros robot

Durante la charla, el director reveló algunos secretos del
rodaje que arrancaron risas y asombro entre los asistentes.
Sí, Mercy se filmó en pleno centro de Los Ángeles, en un escenario
real repleto de cámaras, bodycams, drones e incluso perros robot
utilizados para capturar planos entre el público.
«Queríamos que la cámara fuera otro personaje más», explicó Bekmambetov. «Los drones no duermen, no se cansan y no sienten miedo, igual que la IA del filme».
El productor Charles Roven (sí, el de Oppenheimer y El caballero oscuro) añadió un dato curioso: el proyecto nació hace años, cuando la inteligencia artificial apenas era una idea futurista.
«Cuando Marco Van Belle escribió el guion, la IA era una hipótesis. Ahora es una amenaza real. Cada mes que pasa, Mercy parece menos ciencia ficción y más noticiero», bromeó el productor, provocando un murmullo inquieto en la sala.
El tráiler que nos puso los pelos de punta
Rebecca
Ferguson stars as Maddox in MERCY, from Amazon MGM Studios.
Photo Credit: Courtesy of Amazon MGM Studios
El primer avance arranca con una frase que resume el tono del film: “Su nivel de culpa debe ser inferior al 92%. Si no, será ejecutado en 90 minutos.”
A partir de ahí, un festival visual de luces frías, sudor y
tensión. Pratt forcejea contra las correas mientras la voz de
Ferguson lo evalúa como si fuera una línea de código defectuosa. En
segundos, la sala del Empire Stage estaba en silencio absoluto.
Lo más inquietante no fue la tecnología, sino la humanidad con la
que Bekmambetov filma lo inhumano. Hay planos que recuerdan a
Minority Report, pero con una crueldad más moderna, casi
burocrática.
Y sí, la película llegará a los cines el 23 de enero de 2026, en formato IMAX y 3D, para que podamos sentir la opresión en cada respiración. Una jugada arriesgada, pero perfecta para arrancar el año con un buen sobresalto.
Chris Pratt, del héroe al acusado
En persona, Pratt se mostró tan bromista como siempre, pero con
una seriedad nueva al hablar del tema central:
«Todos confiamos en la tecnología hasta que nos juzga. Este
personaje cree en el sistema… hasta que el sistema lo condena. Es
mi papel más humano, irónicamente».
Su carrera, que ha pasado de los dinosaurios a las galaxias, ahora se mete de lleno en la distopía. Bekmambetov lo definió como “el actor ideal para representar a un hombre común enfrentado a su propia creación”.
Ferguson, por su parte, añadió que «la película no busca demonizar la inteligencia artificial, sino preguntarse quién la programa y por qué».
Un aplauso cerrado selló la presentación, con Pratt saludando al público y asegurando que «Mercy será la película que más debate genere en 2026».
Una sátira del presente más que del futuro
Más allá del espectáculo, lo que más llamó la atención es el tono moral de la historia. No hay supervillanos, ni explosiones gratuitas, sino un juicio donde la empatía está en manos de una máquina. El propio Bekmambetov lo resumió con una frase que resonó en la sala: “El reloj de 90 minutos es una metáfora del tiempo que nos queda antes de perder el control.”
Y, viendo el entusiasmo del público en Nueva York, está claro que Mercy conectó. Quizás porque no habla de robots, sino de nosotros.
La película que podría juzgarnos a todos
Salimos del Empire Stage comentando una misma idea: si la IA
algún día se convierte en juez, estamos todos en problemas.
Mercy combina lo mejor del thriller psicológico con el vértigo
tecnológico. Y Chris Pratt, lejos de los chistes espaciales,
entrega una interpretación que promete recordarnos por qué seguimos
yendo al cine: para asustarnos un poco… y pensar mucho.
Mercy se estrena el 23 de enero de 2026 en cines, en formatos IMAX y 3D.
¿Te atreverías a dejar tu juicio en manos de una IA? Cuéntanoslo en comentarios y síguenos en Google News para no perderte nuestra cobertura completa de la Comic Con de Nueva York.





