⚠️ Este artículo contiene spoilers importantes sobre el desarrollo de Superman (2025) de James Gunn, incluyendo detalles sobre el personaje de Jor-El interpretado por Bradley Cooper. Si no has visto la película, te recomendamos leerlo después.
La nueva película de Superman dirigida por James Gunn ha marcado un antes y un después en el universo cinematográfico de DC. Con David Corenswet tomando el relevo como el Hombre de Acero, y una narrativa que fusiona clasicismo y riesgo, este reinicio no solo reintroduce a los personajes más icónicos, sino que también reinterpreta sus orígenes de forma audaz.
Desde la primera escena en la que aparece el holograma de Bradley Cooper como Jor-El, la nueva película de Superman dirigida por James Gunn lanza una advertencia clara: el padre biológico del Hombre de Acero no es el sabio altruista que recordábamos. Esta vez, el científico de Krypton es un personaje autoritario, que defiende la supremacía de su raza y ve a la Tierra como un lugar para colonizar. Y no es la primera vez que el personaje ha sido retratado como un potencial villano.
¿Un mensaje de amor… o de dominación?
En esta versión del mito, el mensaje de Jor-El no habla de esperanza, sino de conquista. El holograma dejado a su hijo en la Fortaleza de la Soledad describe a los humanos como débiles, inmaduros y necesitados de guía. «Gobierna sin piedad, procrea, expande nuestra raza» dice el mensaje que Lex Luthor termina recuperando y difundiendo al mundo para desacreditar al hombre de acero.
Este Jor-El no es un mentor neutral, sino un ideólogo kryptoniano que ve en la Tierra una segunda oportunidad para el legado de su especie. Lejos de ayudar a su hijo a integrarse, le ofrece un mandato: imponer su poder. Una decisión que coloca a Superman ante un dilema moral radical.
No es la primera vez que Jor-El se convierte en antagonista
Aunque sorprenda al gran público, esta no es la primera ocasión en la que Jor-El es representado como una figura oscura o peligrosa. En los cómics y las adaptaciones televisivas, ya ha habido precedentes:
Mr. Oz:
En los cómics recientes de Superman (especialmente en Doomsday Clock), Jor-El regresa bajo el nombre de «Mr. Oz», una figura misteriosa que manipula eventos desde las sombras. Se revela que ha sido salvado de Krypton por el Dr. Manhattan y que, desencantado con la humanidad, busca controlar el destino de la Tierra.

Smallville:

En la serie de televisión, el Jor-El IA (inteligencia artificial) que interactúa con Clark es retratado como una entidad fría, calculadora y a veces cruel. Le exige sacrificios y lo manipula emocionalmente, lo que genera varios conflictos con el joven Superman.
Man of Steel (2013):

Aunque más equilibrado, el Jor-El de Russell Crowe también tiene tintes de superioridad cultural, dejando claro que la humanidad necesita guía kryptoniana para sobrevivir a su propia destrucción.
Mis aventuras con Superman (2023):

En la serie animada, la figura de Jor-El es igualmente ambigua. Aunque intenta guiar a Clark, su actitud es severa y autoritaria, y en varios momentos se le presenta como una sombra del pasado que pone en peligro su conexión humana.
Estos antecedentes refuerzan la idea de que la imagen del Jor-El perfecto es, en realidad, un mito. Gunn simplemente lo ha empujado un paso más hacia la villanía abierta.
La decisión de James Gunn: una ruptura narrativa necesaria
James Gunn ha explicado que su versión de Superman busca explorar el conflicto entre legado y elección propia. Al hacer que el padre biológico de Superman represente una ideología imperialista y dominante, el director fuerza a Kal-El a tomar una posición activa y autónoma.
Superman no es el héroe porque su padre lo fuera, sino porque elige no seguir sus pasos. Esa decisión define al personaje más que cualquier poder. Cuando Clark descubre el mensaje en su totalidad, lo rechaza de inmediato. En lugar de dejarse arrastrar por ese legado de conquista, responde con acciones que lo desmienten: salvando vidas incluso de sus enemigos y reafirmando su compromiso con la humanidad.
Un Jor-El cómodo en la piel de Bradley Cooper
El fichaje sorpresa de Bradley Cooper como Jor-El ha sido uno de los giros mejor guardados de la película. Su interpretación, aunque breve, está cargada de presencia. No es un villano enloquecido, sino un ideólogo frío, que cree estar actuando por el bien de su raza. Esa calma calculadora lo hace más aterrador.
La decisión de Gunn de dar ese papel a Cooper (con quien ya ha trabajado en Guardianes de la Galaxia) refuerza el peso del personaje, que aunque aparece poco, deja una huella profunda en la trama y en la construcción del nuevo universo DC.
Reacciones divididas: ¿blasfemia o evolución?
En redes como Reddit y X (antes Twitter), la conversación ha estado al rojo vivo. Algunos acusan a Gunn de traicionar el espíritu clásico de Superman, mientras que otros aplauden la valentía de la propuesta:
«Esto no es nuevo. Jor-El ha sido un cabrón antes. Esto simplemente lo lleva a su conclusión lógica», ha comentado un usuario de r/DCU_.
«Me encanta que Superman elija ser humano. No porque lo crían los Kent, sino porque lo siente en su corazón. El rechazo del mensaje de Jor-El es su verdadero nacimiento como héroe», opina otro.
Una historia con eco en el futuro
indomable Milly Alcock protagonista de Supergirl
Todo apunta a que este nuevo Jor-El tendrá más peso en las secuelas. Hay rumores de que podría volver como figura antagonista en futuras entregas o en la esperada película de Supergirl: Woman of Tomorrow. Aunque algunos fans han especulado con la posibilidad de que el mensaje que recibe Superman estuviera manipulado o incompleto, la película zanja cualquier duda: el mensaje es auténtico, completo y refleja con claridad las intenciones originales de Jor-El. No ha sido alterado ni editado por ningún otro personaje.
Esto no significa, sin embargo, que Jor-El sea un villano plano. La película deja espacio para una lectura emocional: ¿Y si actuaba desde la desesperación de salvar algo de su civilización perdida? ¿Y si su plan, por equivocado que fuera, nacía del miedo a que su hijo creciera sin propósito? Es en esos matices donde Gunn encuentra el conflicto que impulsa a Superman a elegir un camino propio.
La nueva esperanza no está en Krypton
Si algo deja claro la película es que la esperanza no proviene de la sangre ni de los genes, sino de las decisiones personales. En este sentido, el rechazo de Superman a la visión de su padre biológico no es una traición, sino un acto de madurez.
En lugar de seguir un destino marcado, Kal-El decide forjar el suyo, inspirado por sus padres humanos, los Kent, y por las personas que ama y protege. Su herencia kryptoniana es solo un punto de partida, no una condena.
La película de Superman (2025) ha reabierto el debate sobre los orígenes y las influencias que forjan a un héroe. Al convertir a Jor-El en una figura polémica y autoritaria, James Gunn no solo desafía los mitos clásicos, sino que también plantea preguntas incómodas sobre legado, identidad y libre albedrío.
¿Te parece acertado este nuevo enfoque? ¿Crees que Jor-El sigue siendo un padre bienintencionado… o se ha convertido definitivamente en un villano?
Te leemos en los comentarios. ¿Estás de acuerdo con esta visión del padre de Superman o prefieres al mentor sabio y altruista de otras versiones?




