La encarnación de Lobezno proveniente de Los Baldíos ha aterrizado en la Tierra Marvel 616 o Primordial y tiene que hacer frente a su nuevo lugar en el mundo. Panini Comics va colocando piedras en su camino para que le cueste, aun más, tratar de integrarse en un lugar que le es familiar pero también hostil.
Cuando buscas a aquellos con los que tienes algo que arreglar
El inicio de la colección abierta de El Viejo Logan corrió a cargo de Jeff Lemire, que sustituía a Brian Michael Bendis (autor de la miniserie relacionada con las modernas Secret Wars), y de Andrea Sorrentino, que repetía como ilustrador de cabecera del personaje que en su día fue “creado” por Mark Millar y Steve McNiven, y lo pongo entre comillas porque esa creación responde más a una reinvención, Lobezno ya existía desde mucho antes, culpa de Len Wein y Herb Trimpe, aunque todas las convenciones actuales sitúan como creador gráfico a John Romita Sr., que pudo diseñar al personaje pero no le dio vida en su primera aparición oficial, The Incredible Hulk #180, allá por octubre de 1974.
Con un equipo creativo que demostró tanta fuerza desde un principio no es de extrañar que Logan llegase envalentonado a su nueva realidad, casi podríamos decir que desatado. Su primer impulso va a ser el de ajustar cuentas con aquellos que le cambiaron la vida para peor, empezando por Carnicero y siguiendo con Bruce Banner, Mysterio, Cráneo Rojo… Si los elimina de la ecuación no podrán hacerle daño en el futuro.
El objetivo puede parecer loable pero la brutalidad de Logan va a chocar con una realidad muy diferente, en la que algunas cosas pueden encontrarse en el mismo lugar pero otras ni siquiera son coincidentes en ese instante. Por ejemplo, Bruce Banner no es el Hulk que va a encontrar, sino a Amadeus Cho. Otros encuentros le llevarán junto a Kate Bishop, la Ojo de Halcón femenina, y el comandante Rogers, encarnación que tomó el antiguo Capitán América cuando volvió de su famosa muerte en la etapa de Ed Brubaker. Ambos le harán ver que el Lobezno de esa realidad murió, lo que le hará replantearse su vida, le volverá a unir a La Patrulla-X.
Cuando te buscan los de las cuentas pendientes
En detalles que vamos a perdernos aquí está su regreso con su familia mutante, pero tras esa toma de contacto tendremos a Logan emprendiendo un camino diferente, uno que le llevará a una recóndita región del norte. Su objetivo será proteger a una niña, que en su mundo se convirtió en su esposa, Maureen. Pero aquí la tortilla se da la vuelta y mientras él no busca problemas, estos sí van a encontrarle, colocándole en una difícil situación, la de pasar a una actitud defensiva cuando Los Cosechadores y Dama Mortal le encuentren para cobrarse deudas vencidas.
La noticia de su regreso se ha extendido ampliamente por lo que sus enemigos no van a desaprovechar la oportunidad de hacerle daño, de cualquiera de las formas imaginables. Los daños colaterales no son una preocupación para los ciborgs ni para la desquiciada Yuriko Oyama. El pequeño pueblo en el que se ha refugiado Logan va a ser el que sufra las consecuencias, sobre todo sus habitantes, incluida la chica que quería proteger. Su idea resulta no ser tan brillante como pensaba y se plantea seriamente si hubiese sido mejor optar por la estrategia contraria, haberse mantenido lo más alejado posible para no atraer atenciones indeseadas.
El periodo de adaptación
Es muy satisfactorio ver, tanto en este tomo como en el anterior, como los autores se acercan a un personaje que conocen bien y al que le saben sacar mucho partido. Este Logan ya no es tan lozano como el que conocemos, que carga con cerca de ciento cincuenta años a sus espaldas, aunque su factor curativo lo mantiene lo mejor que puede.
Este Lobezno ya cuenta su edad por centenares de años, de ahí ese aspecto ajado y de pelo blanco. Sus poderes no son lo que antaño fueron, le cuesta recuperarse más de lo habitual y, aunque sigue peleando con un gato panza arriba, no está en tan buena forma. Esas limitaciones hacen más grande todavía al personaje, le dan una entidad más compleja a la hora de afrontar las dificultades, algo que también se puede explotar.
El recién llegado todavía tiene que adaptarse a su nueva situación, a los viejos amigos y a los que creía perdidos, como Jean Grey. Impagables son sus momentos juntos en el último episodio contenido en esta entrega, una forma muy buena de recordarle a Logan que tiene que vivir, que esa noche no va a ser la que desencadenó su desgracia, que incluso el mundo en el que ahora está no tiene todos los paralelismos con el que dejó atrás.
Un canto a la vida, a aprovechar el día a día que le ha ofrecido esta nueva oportunidad. Quizás él no esté muy a gusto teniendo que reencontrarse en esta sociedad pero nosotros lo disfrutamos como si fuese la primera vez que nos acercamos a estos números. Maldita sea, es la primera vez que me acerco a estos números… ¿Cómo pude dejar pasar esta serie en su momento?. La vida no da para todo pero gracias a esta recopilación tenemos la fortuna de poder aprovechar la segunda oportunidad.
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NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
¡Un nuevo comienzo! El Viejo Logan ha llegado al Universo Marvel, un mundo que nunca sufrió las atrocidades que tuvieron lugar en el suyo. Ahora tiene la oportunidad de evitar la catástrofe y asegurarse de que su futuro nunca se haga realidad. Sin importar quién se interponga en su camino, ya sea héroe a villano... de Hulk al Capitán América, de Dama Mortal a Los Cosechadores. ¡Todos esperan su turno!
