Mark Wahlberg ha sido policías duros, boxeadores al límite, soldados con pocas pulgas y tipos normales metidos en líos gigantescos. Pero hay una casilla que sigue vacía en su carrera: la de superhéroe. Ahora, por fin, el actor ha contado por qué nunca se ha puesto mallas ni capa… y la respuesta es bastante más humana de lo que imaginas.
Si alguna vez te has preguntado por qué Mark Wahlberg no aparece en el Universo Marvel mientras medio Hollywood ya ha pasado por ahí, agárrate, porque su explicación no tiene nada que ver con contratos millonarios ni guerras de egos.
Mark Wahlberg y su sincera aversión al traje de superhéroe
En una entrevista reciente con ET, Mark Wahlberg reconoció algo que sorprende precisamente por su honestidad: nunca se ha visto con la seguridad suficiente como para enfundarse un traje de superhéroe. No habla de falta de físico, ni de miedo al ridículo público, sino de una sensación personal, casi íntima, de no encajar en ese tipo de iconografía.
Y ojo, porque aquí no hay desprecio ni pullas encubiertas. Wahlberg deja claro que le encantan este tipo de películas y que disfruta viéndolas como cualquier espectador. Simplemente, cuando se imagina delante del espejo con un traje ajustado, no termina de convencerse. ¿No te parece curioso que alguien tan seguro en pantalla tenga esa duda tan terrenal?
Mark Wahlberg
El actor también aclara algo importante: en realidad, nadie le ha llamado nunca para ofrecerle un papel en el Universo Cinematográfico de Marvel. Ni reuniones secretas, ni propuestas que rechazó en el último momento. No ocurrió. Y como tampoco ha ido él a buscar esa puerta, la historia se quedó ahí, sin drama.
Marvel, Disney y ese Iron Man que sí le conquistó
Aunque Mark Wahlberg no haya formado parte del MCU, eso no significa que viva ajeno al fenómeno. De hecho, confesó que su película favorita del universo Marvel es Iron Man, la que lo empezó todo. Y no es casualidad, porque el carisma de Robert Downey Jr. marcó un antes y un después en el cine comercial moderno.
Marvel Studios
Para Wahlberg, ese Iron Man tenía algo especial: era más humano que divino, más sarcástico que solemne. Tal vez por eso conectó con él. No cuesta imaginar que, de haber encontrado un personaje con ese equilibrio entre ironía y vulnerabilidad, la historia podría haber sido distinta.
Eso sí, dejó caer un matiz interesante. Si algún día le ofrecieran un papel que realmente le encaje, ya sea como héroe o villano, no descarta cambiar de opinión. Hollywood da muchas vueltas y Disney sabe esperar. ¿Te imaginas a Mark Wahlberg como antagonista carismático? La idea no suena nada mal.
Cuando el cine de acción roza el espíritu superheroico
Aunque nunca haya sido parte de Marvel o DC, Mark Wahlberg sí ha pisado territorios cercanos. Ahí está Transformers: The Last Knight, una película que, sin ser de superhéroes, juega en esa misma liga de explosiones imposibles, amenazas gigantescas y épica desatada.
No llevaba traje llamativo ni identidad secreta, pero el tono era muy similar. Grandes set pieces, enemigos descomunales y esa sensación de estar siempre a un paso del desastre global. Para muchos, estas películas funcionan casi como primas lejanas del MCU, aunque con menos capas y más metal volando por los aires.
En ese contexto, Wahlberg parece cómodo. Acción física, personajes más pegados al suelo y situaciones que, dentro de lo exagerado, siguen teniendo un anclaje reconocible. Es su zona natural, y se nota que ahí se mueve con soltura.
Una carrera sólida sin capas ni universos compartidos
A estas alturas, Mark Wahlberg no necesita reinventarse para demostrar nada. Su filmografía está llena de personajes intensos, a veces incómodos, casi siempre muy físicos. Desde dramas deportivos hasta thrillers criminales, ha construido una imagen reconocible sin depender de franquicias superheroicas.
Él mismo admite que prefiere papeles más “terrenales”. Tipos con problemas reales, decisiones difíciles y consecuencias claras. Quizá por eso nunca sintió la urgencia de subirse al carro del cine de superhéroes, aunque este haya dominado la taquilla durante más de una década.
Y, seamos sinceros, también hay algo refrescante en ver a un actor que no persigue todas las modas. Wahlberg parece cómodo eligiendo proyectos que le apetecen, sin esa presión de “si no estás en Marvel, no existes”. ¿No te da la sensación de que eso dice mucho de cómo entiende su carrera?
Los próximos proyectos de Mark Wahlberg miran a otro lado
Lejos de capas y máscaras, el futuro inmediato de Mark Wahlberg apunta en direcciones muy distintas. Weekend Warriors lo mostrará como un padre que emprende un viaje muy especial con su hijo autista para recorrer equipos de la NBA, en una historia con aroma emotivo y humano, acompañado por Vera Farmiga y Wood Harris.
Luego está Balls Up, una comedia desatada donde interpreta a un ejecutivo de marketing que, tras una noche de excesos, acaba huyendo por todo el país. Caos, humor gamberro y situaciones absurdas, con nombres como Paul Walter Hauser y Benjamin Bratt completando el reparto. Muy en su línea más deslenguada.
Y en By Any Means se adentra en un terreno mucho más serio, interpretando a un sicario de la mafia que colabora con un joven agente del FBI para investigar asesinatos de líderes por los derechos civiles en el Mississippi de 1966, junto a Giancarlo Esposito. Nada de superpoderes, pero sí mucha intensidad.
¿Y si algún día cambia de opinión?
En Hollywood, nunca hay que decir nunca. Mark Wahlberg no ha cerrado la puerta del todo al cine de superhéroes, solo la ha dejado entreabierta. Si aparece un personaje que le haga sentir cómodo, que no dependa solo de un traje llamativo y tenga peso dramático, quién sabe qué puede pasar.
Por ahora, parece feliz haciendo lo que mejor se le da. Y quizá ahí esté la clave: no todos los grandes actores necesitan un universo compartido para brillar. ¿Tú qué opinas? ¿Te gustaría ver a Mark Wahlberg en Marvel o prefieres seguir viéndolo repartir leña en papeles más realistas? Cuéntanoslo en comentarios y no te olvides de seguirnos en Google News para no perderte ninguna.


