De vez en cuando las editoriales recuperan tramas pasadas para continuarlas o dar nuevas visiones, actualizando conceptos o tratando de mejorar lo que en ocasiones es una empresa difícil de conseguir. Desde Cinemascomics, aprovechando que en Estados Unidos acaba de finalizar un arco de Los Vengadores que revisita, en cierto modo, una saga clásica muy relevante, hemos decidido escribir este artículo comparando un poco cada historia y su impacto real. ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS ACERCA DE NÚMEROS DE LOS VENGADORES QUE TODAVÍA NO SE HAN PUBLICADO EN ESPAÑA
¿Os lo digo ya o esperamos al final?
Estaría mal que este artículo de Los Vengadores empezase por el final, pero son tantos los argumentos que van a señalar lo evidente que igual un breve spoiler no haga más que reafirmar el motivo de escribir estas líneas. Sí, la saga clásica de Asalto a la Mansión supera más que sobradamente a estos Masters of Evil. Pero de momento lo dejaremos solo en eso porque son muchas cosas las que quiero contaros y compararos, incluso llegaremos a una reflexión que diferencia el pasado con el presente, desde más de un ámbito de la situación actual del cómic de Marvel que consumimos.
Es obvio que las películas y series que nos llegan desde Disney han marcado bastante la agenda de los últimos años en La Casa de las Ideas. Potenciar a los personajes que gozan de protagonismo en el cine y la televisión puede traernos material destacable o por el contrario verdaderas experiencias decepcionantes, muchas veces más de estas últimas porque lo contrario suele ser la excepción.
Y mira que Jed MacKay está entre los que han dejado perlas de bastante interés, no solo ideas prometedoras que acaban con cierres poco brillantes, sus etapas en Gata Negra, Doctor Extraño o Caballero Luna son buenos ejemplos del crecimiento de este guionista que ahora nos ha llevado a una etapa de Los Héroes más Poderosos de la Tierra que hasta el momento estaba resultando enriquecedora, con mucho concepto nuevo bien llevado.
Los Amos del Mal

En España tenemos el hándicap de las diversas traducciones del concepto Masters of Evil. El que más me gusta, o me ha calado por la experiencia de mi infancia, es el de Amos del Mal, aunque Maestros y Señores también hayan sido utilizados a modo de “sinónimos” del grupo de villanos que en su momento crease el Barón Zemo original, Heinrich, no confundir con Helmut, el hijo, aunque ambos sean Zemo por derecho propio y ajeno, gracias a las villanías que han protagonizado. Unos Masters of Evil sin un Zemo pueden parecer descafeinados, hasta los Thunderbolts originales eran una encarnación del grupo actuando de forma camuflada.
Pero MacKay no ha considerado necesario este extremo, ha dejado el liderazgo en manos del Pensador Loco, que se ha juntado con MadCap, el Caballero Terrible, Exterminatrix y Mr Hyde para que entre los cinco (psicópatas de manual, eso sí) llevar a cabo su particular Asalto a la Mansión… pero Los Vengadores no tienen actualmente su cuartel general en aquella vetusta Casa Señorial de Manhattan, ahora su sede está en el espacio cercano a La Tierra, en La Ciudad Imposible, lugar que antes utilizasen los villanos de La Combinación Cenicienta.
Escenario diferente y solo un villano de los Amos del Mal que dieron tantos quebraderos de cabeza al Capitán América (Steve Rogers), al Caballero Negro, a Hércules, a la primera Capitana Marvel (Monica Rambeau) o a Jarvis, el mayordomo al que los viejos como yo seguimos echando mucho de menos, Mr. Hyde. Ellos vivieron un infierno contra Zemo, Piedra Lunar, Apagón, Goliat, Aplastador Creel, Titania, el Destructor y su Brigada de Demolición al completo, Tiburón Tigre, el Arreglador y aquella Chaqueta Amarilla chica. Ya la alineación dice mucho.
Poniéndonos en situación del momento actual
Estamos viviendo los primeros momentos de Un Mundo bajo Muerte, una saga que en España no veremos terminar hasta bien entrado 2026. En la primera batalla contra el Emperador Muerte, Sam Wilson, el Capitán América titular de estos Vengadores, resulta herido y acaba teletransportado a La Ciudad Imposible para curar sus heridas. El resto del grupo prosigue con la lucha a excepción de T’Challa.
Pantera Negra no se encuentra disponible desde hace bastantes episodios por una misión particular que le ha llevado a un mundo prisión en otra dimensión. Sam se va a encontrar con una amenaza considerable para uno solo, por lo que el plan de acción será moverse entre las sombras e ir eliminando a los enemigos de uno en uno. Además la propia Ciudad no va a poder ayudarle a pleno rendimiento, la IA Quasimodo ha tomado su lugar al control de todo mientras solo un débil androide resguarda su identidad y la vuelve muy vulnerable.
Podemos ir viendo ciertas similitudes con la saga clásica, La Ciudad Imposible ocuparía el lugar de Jarvis, mientras que el Capitán América bien puede ser la representación de todos los que se vieron sometidos a Zemo y sus secuaces, desde el Caballero Negro a Steve Rogers, obligados a ver todo lo que sucedía desde un asiento en primera línea, incluso la gran paliza que llevó a Hércules al hospital podría acercarse a lo mermado físicamente que está Wilson tras enfrentarse a Muerte.
Un punto de partida bastante interesante que en un principio promete mucho, la posibilidad de encontrarnos ante un buen homenaje, que intente estar a la altura. Pero a medida que van pasando los episodios solo se logra mantener esa atención, los resultados no van a tener mucho que ver y su relevancia va a ser nula, cosa que en Asalto a la Mansión fue todo lo contrario.
doctor doom One World Under Doom
Épica y consecuencias
Entre los números #273 y #277 de The Avengers, publicados entre finales de 1986 y principios de 1987, asistimos a una verdadera película de terror orquestada como un plan maestro. Roger Stern a los guiones con John Buscema al dibujo dejaron una sucesión dramática de acontecimientos que terminó en lo que se considera una victoria pírrica.
La Mansión terminó destruida y supuso una mudanza a la Hidrobase durante muchísimo tiempo, Hércules quedó en coma y originó a posteriori una aventura contra los Dioses Olímpicos, con Zeus ordenando que el resto del panteón griego tomara represalias contra Los Vengadores por el estado de su hijo. Pero es que incluso unos números después, en The Avengers #280, asistimos a uno de esos números que no necesitan ver un solo puñetazo reflejado en sus viñetas para emocionar.
Quizás el mayor daño que pudimos observar en aquellas funestas jornadas, en las que Zemo se apoderó del hogar de Los Vengadores, fue las secuelas que dejó en Jarvis, el fiel mayordomo. Él protagonizó aquel epílogo que quedó en manos de Bob Harras y Bob Hall. La dureza de afrontar el día después, de tomar la decisión de seguir o retirarse a labores más tranquilas.
Allí se puso de manifiesto una vez más que el aplicado sirviente debía tener la consideración de uno más entre los héroes, dando la cara aunque se la partiesen, aunque sirviese para torturar a un Capi que no podía hacer nada por evitar como Jarvis recibía un golpe tras otro por parte de Mr. Hyde. Menuda forma de poner a Los Vengadores al límite, de caer para volver a levantarse, pero con graves consecuencias. Al final de todo habían ganado pero el precio pagado era muy alto. Entonces había más valentía creativa que ahora.
El folletín ultra positivo y motivador

En Masters of Evil, recogida entre The Avengers #25 y #28 del actual volumen (Legacy #791 a #794) las consecuencias son nulas. Se salva el día para que todo vuelva a ser igual en un abrir y cerrar de ojos. Y no contentos con eso acabamos con el reencuentro de Tormenta con Pantera Negra en el que saltan chispas de amor incondicional, por no hablar de un último tramo motivador y reafirmante de la figura del Capitán América de Sam Wilson.
Estamos claramente ante una oportunidad perdida de hacer algo importante, de pasar a la historia, de realizar un verdadero homenaje. Para eso no te molestas en emplear los paralelismos, generas una historia nueva con un grupo nuevo, nadie le buscaría tres pies al gato de forma recurrente.
Un podría ser pero ni se lo habrán pensado, un simple guiño, no un intento de repetir viejos laureles. Había que rellenar con algo la ausencia de la alineación titular mientras se las veía con el Emperador Muerte… pero tampoco lo tengáis mucho en cuenta, va a ser algo de tercera división. Ni siquiera el buen hacer de Valerio Schiti (primer episodio) y Andrea Broccardo (los tres restantes) logran levantar lo que apenas funciona.
Parece que cada vez se arriesga menos con el Universo Marvel y solo las colecciones de menor rango están dispuestas a alguna apuesta interesante, total, van a cerrar igual antes o después para verse sustituidas tras un descanso por el enésimo reinicio o resurrección de tal o cual personaje. Pero las vacas sagradas son intocables, solo parecen poder cambiar para adecuarse convenientemente a las necesidades que manda el Universo Cinemático.
Y eso termina lastrando, y mucho, a la calidad de lo que se narra. Desconozco el target de ventas de Marvel en Estados Unidos pero cuando entro en una librería especializada en España, da igual en qué punto geográfico del país, lo que veo es a adultos acercándose a esos cómics y estas dinámicas no favorecen mucho a un lector más curtido, salvo que lo único que quieras es desconectar con algo simple, directo y poco intelectual.
Masters of Evil no merece estar entre los Must Have que irán saliendo los próximos años, no dejará de ser papel desperdiciado para cubrir un hueco dentro de un evento, a mayor escala, fuera de esta colección. Decepción, sí, y también la necesidad de hacer constar que se ha perdido una nueva oportunidad de hacer algo relevante, algo que podamos considerar… bueno.




