Cuando parecía que íbamos a tener que esperar una eternidad para volver al mundo petrolero más peligroso de la televisión, Taylor Sheridan ha decidido sorprendernos. Landman regresa antes de lo previsto, con nuevos fichajes, más tensión y, cómo no, con ese aire de «drama explosivo» que lo ha convertido en un fenómeno para Paramount+. Y sí, aunque no tenga nada que ver con una película de terror, lo cierto es que esta serie sabe muy bien cómo mantenernos pegados a la pantalla con la misma intensidad.
La segunda temporada ya tiene fecha confirmada: domingo 16 de noviembre. Apenas diez meses después de la emisión de su primer capítulo, Sheridan y su equipo han conseguido lo que muchas producciones no logran ni en dos años: volver casi de inmediato, con un reparto de lujo y tramas que prometen dejarte con el corazón en la garganta.
Un regreso a lo grande de Landman y con Sam Elliott
Entre las novedades más jugosas, destaca la incorporación de Sam Elliott, que ya trabajó con Sheridan en 1883. Se une a un reparto donde repiten Billy Bob Thornton, Demi Moore, Andy Garcia y Ali Larter. Un equipo que, visto lo que pasó en la primera temporada, no tendrá un minuto de calma. Y es que si algo sabe hacer Landman, al igual que las mejores películas de terror, es ponerte en situaciones límite donde cada decisión puede ser fatal.
Billy Bob Thornton en Landman
No es exageración: la primera tanda de episodios batió récords en Paramount+, alcanzando los 35 millones de espectadores y convirtiéndose en la serie original más vista de la plataforma. Un éxito rotundo que ahora busca superarse.
Un repaso rápido a la primera temporada
Para entender por qué esta serie ha conquistado tanto, hay que recordar cómo empezó todo. Ambientada en los «boomtowns» de Texas, Landman nos lleva al epicentro del negocio petrolero moderno, un terreno donde millonarios improvisados y trabajadores de campo se cruzan en un juego de poder, ambición y supervivencia. Su protagonista, Tommy Norris (Billy Bob Thornton), es un «fixer» que debe lidiar con empresarios sin escrúpulos, rivales implacables y, para añadir más peligro, el cartel de la droga.
La primera temporada no dio respiro:
- Negociaciones con criminales que recuerdan a la tensión de una película de terror donde nunca sabes quién sobrevivirá.
- Accidentes en los campos petroleros con consecuencias mortales.
- Traiciones, alianzas forzadas y hasta el propio hijo de Tommy, Cooper, atrapado en una espiral de riesgos que casi le cuesta la vida.
Entre explosiones de plataformas, disputas legales millonarias y romances complicados, la trama se fue tejiendo hacia un clímax brutal: Tommy golpeado, secuestrado y enfrentado cara a cara con el jefe del cartel, en un momento que marcó el destino de la compañía Mtex… y el suyo propio.
Billy Bob Thornton en Landman
¿Qué podemos esperar en la temporada 2?
Aunque Paramount+ guarda los detalles bajo llave, el final de la primera temporada deja claras varias cosas:
- Tommy ahora es presidente de Mtex, con todo lo que eso implica.
- El cartel no ha desaparecido, sino que busca entrar de lleno en el negocio del petróleo.
- Cooper quiere abrirse camino por su cuenta, y eso podría convertirlo en rival o en pieza clave para su padre.
- Si la serie Landman mantiene el ritmo, es probable que volvamos a ver accidentes tan intensos como una escena de película de terror, luchas de poder cada vez más arriesgadas y un Sam Elliott que seguramente se robe cada momento que aparezca en pantalla.
El efecto Taylor Sheridan
Sheridan se ha convertido en sinónimo de series de éxito: Yellowstone, 1883, Tulsa King… y ahora Landman. Todas tienen algo en común: personajes complejos, diálogos afilados y la capacidad de transformar paisajes espectaculares en escenarios de tensión constante.
En Landman, ese talento se mezcla con un trasfondo muy actual: el impacto de la industria petrolera en la economía, el medioambiente y la geopolítica. Un tema que, si bien no es de miedo en el sentido clásico, sí comparte con las películas de terror esa sensación de que algo oscuro siempre acecha.
Un estreno que llega con compañía
La fecha de Landman no es casualidad: llega apenas unas semanas después del estreno de la tercera temporada de Tulsa King, el 21 de septiembre. Sheridan está orquestando un calendario en el que sus series se encadenan, asegurando que su audiencia siempre tenga algo nuevo que ver.
Este ritmo de producción, sacar una temporada en menos de un año, es un lujo en un panorama donde muchos éxitos tardan demasiado en volver. Aquí, la estrategia es clara: mantener a la audiencia caliente y evitar que se enfríe el interés.
Por qué engancha tanto
Landman no solo cuenta con un reparto estelar y un creador con visión; su narrativa juega con la adrenalina. Los momentos de calma son pocos y, cuando llegan, sabes que algo va a estallar. Puede ser un accidente industrial, una jugada sucia de un competidor o un movimiento inesperado del cartel. Esa imprevisibilidad es lo que en las películas de terror llamamos “el susto que no ves venir”, y aquí funciona igual de bien.
Además, el contraste entre los lujos de los magnates petroleros y la dureza del trabajo en los campos crea un retrato social que va más allá del drama. Es un recordatorio de que, en este mundo, la fortuna y la ruina están a un solo paso de distancia.
Landman
La cuenta atrás
Con noviembre cada vez más cerca, la expectación por la segunda temporada crece. ¿Se mantendrán las alianzas? ¿Habrá nuevas traiciones? ¿Hasta dónde llegará Tommy para proteger a su familia y su empresa? Y, sobre todo, ¿qué papel jugará Sam Elliott en esta partida de alto riesgo?
Lo que está claro es que Landman vuelve dispuesta a superarse. Y, aunque no sea una película de terror, seguro que más de un espectador sentirá ese mismo nudo en el estómago que provocan las mejores historias de miedo: esas en las que sabes que algo va a pasar, pero no cuándo ni cómo.
