Hay cómics que nacen para ser memorables, no por lo que cuentan en sí, sino por cómo lo cuentan. Ese es el caso de Marvel All-On-One #1, un one-shot que convierte a Ben Grimm, más conocido como La Cosa, en el protagonista de una batalla imposible: enfrentarse a todos los héroes del Universo Marvel. Sí, a todos.
La propuesta puede sonar descabellada, pero ahí reside su encanto. Con guion de Ryan North y el arte explosivo de Ed McGuinness, el número abraza el absurdo para transformarlo en un espectáculo que mezcla acción desbordada, humor y un inesperado mensaje sobre lo que significa ser el héroe más terco de la editorial.
Un experimento visual con todo el sabor clásico de Marvel
Lo primero que sorprende de Marvel All-On-One #1 es su formato: la historia está narrada casi por completo con páginas de splash, esas viñetas a toda página que parecen pósters de acción. McGuinness, acompañado por el entintador Mark Farmer y el colorista Marcio Menyz, aprovecha la oportunidad para desatar su imaginación y dar rienda suelta a lo que mejor sabe hacer: ilustrar escenas desmesuradas con personajes desbordando energía.
El resultado es un cómic que se siente como una montaña rusa. Cada página es un golpe visual, un guiño al lector que disfruta viendo a héroes y villanos enfrentados en combinaciones imposibles. Y al centro de todo está La Cosa, con su resistencia inquebrantable y su famoso grito de batalla: “¡Es hora de las tortas!”.
¿De qué va la historia?

La trama arranca con Ben Grimm regresando a la Tierra tras una misión espacial. Su nave es destruida y, sin apenas tiempo para reaccionar, descubre que no solo sus compañeros de los Cuatro Fantásticos, sino todo el panteón Marvel, ha decidido atacarle.
La sorpresa llega pronto: ninguno de ellos es real. Se trata de versiones robóticas con los poderes y aspecto de los héroes originales. Esa premisa absurda permite a McGuinness dibujar a quien le apetezca sin preocuparse por la lógica. ¿Quieres ver a Dark Phoenix cayendo del cielo para atacar a La Cosa? Aquí lo tienes. ¿Un Hulk robot desatado? También aparece.
El objetivo es claro: ofrecer un festín visual en el que cada página sea una excusa para celebrar la historia de Marvel con un desfile de personajes.
La filosofía de La Cosa, en estado puro
Más allá del espectáculo, lo que convierte a este número en algo especial es cómo refleja la esencia de Ben Grimm. Desde sus orígenes en los 60, La Cosa ha sido definido por una cualidad: la determinación. Puede estar derrotado, magullado y sangrando, pero jamás se rinde.
Este cómic lleva esa idea al extremo. En cada página, Ben es derribado una y otra vez, solo para levantarse de nuevo y seguir luchando. Es un homenaje directo a historias clásicas, como aquella en la que el Campeón, uno de los Ancianos del Universo, desafió a los héroes de la Tierra en un combate de boxeo. A pesar de estar superado en fuerza, La Cosa nunca se rindió, y su espíritu inquebrantable fue lo que finalmente salvó al planeta.
En Marvel All-On-One #1, esa misma terquedad se convierte en la clave. Da igual que sea atacado por docenas de héroes —aunque sean robots—, él sigue adelante, recordándonos que ser un héroe no es ganar, sino no dejar de pelear.
Un cómic que celebra lo absurdo
Lo más divertido del número es que no pretende ser canónico ni trascendental. Ryan North sabe que el encanto está en lo exagerado: juntar a personajes que jamás compartirían viñeta, meter a La Cosa en situaciones ridículas y al mismo tiempo dar espacio para que brille su humanidad.
El guion juega con la sátira y el humor, pero no se olvida de lanzar un mensaje claro: Ben Grimm encarna la tenacidad que todos necesitamos en los peores momentos. Puede que no sea el más poderoso del Universo Marvel, pero sí es el más duro cuando las cosas se ponen imposibles.

Una joya para fans de los Cuatro Fantásticos (y más allá)
Este one-shot no es solo un regalo para seguidores de los Fantastic Four. Es una carta de amor al propio Universo Marvel. Cada aparición inesperada, desde iconos cósmicos hasta mutantes legendarios, refuerza la sensación de estar leyendo un homenaje desenfadado y autoconsciente.
Ed McGuinness, con su estilo hiperbólico, convierte el caos en arte. Y Ryan North confirma por qué su etapa en los Cuatro Fantásticos ha sido tan celebrada: sabe equilibrar el respeto a la tradición con la chispa de lo inesperado.
¿Por qué leerlo?
Porque es diferente. Porque no intenta ser la saga del año ni el nuevo evento que lo cambia todo. Marvel All-On-One #1 es pura diversión, un cómic que recuerda al lector por qué se enamoró de estos personajes: por la imaginación desbordante, las batallas imposibles y la capacidad de emocionar incluso en medio del absurdo.
En un mercado saturado de historias largas y complejas, esta pequeña joya destaca precisamente por lo contrario: es breve, directa y tremendamente disfrutable.
¿Qué te parece ver a Ben Grimm contra todo el Universo Marvel? Cuéntalo en los comentarios.




