Atención SPOILERS. Jurassic World: El renacer, la película que está arrasando en taquilla este 4 de julio, estuvo a punto de tener un desenlace muy distinto. Uno más oscuro, más valiente y con consecuencias que habrían sacudido los planes de Universal para la franquicia.
Aunque la versión que ha llegado a los cines termina con una aparente salvación, el director Gareth Edwards ha revelado que el final original era muy diferente. Un personaje clave debía morir. Y lo habría hecho, si no fuera porque el estudio prefirió asegurarse una posible secuela. Ahora que sabemos lo que pudo ser, queda claro que no todos en Hollywood están dispuestos a arriesgarlo todo, ni siquiera en una jungla repleta de dientes.
¿Qué pasó realmente con Duncan Kincaid en Jurassic World: El renacer?
En el montaje que está viendo el público, el personaje de Mahershala Ali, el intrépido Duncan Kincaid, se sacrifica para distraer al temible D-rex, permitiendo que sus compañeros, interpretados por Scarlett Johansson y Jonathan Bailey, escapen. Pero cuando todo parece perdido, un flare en el cielo lo salva. Milagro cinematográfico, sí. Pero no fue siempre así.
Según contó el propio Gareth Edwards en una entrevista con Variety, el destino de Kincaid fue uno de los elementos más debatidos durante el rodaje. En el primer guion que leyó, el personaje moría sin remedio. Y a él le pareció una idea genial. Tanto, que incluso cuando Mahershala Ali se subió al proyecto, ambos coincidieron en algo poco habitual: sí, queremos matarlo.
Jurassic World: El renacer
Pero la maquinaria de un blockbuster no se detiene tan fácilmente.
Del sacrificio a la supervivencia: así cambió todo
La versión de Jurassic World: El renacer que Edwards y Mahershala defendían era mucho más trágica. Kincaid debía caer en la batalla final, sellando su arco de redención con un sacrificio heroico. Pero cuando el estudio intervino, las cosas empezaron a cambiar. Según el director, Universal pidió que se grabara una alternativa, por si más adelante decidían suavizar el desenlace.
Y así fue. Aunque la idea original seguía sobre la mesa, la posibilidad de rodar un final alternativo se convirtió en una puerta abierta para modificar el rumbo. Edwards, consciente de cómo funcionan estas decisiones en los despachos, decidió rodar una versión «clase A» del rescate, lo más digna posible, por si acababa usándose.
Spoiler: sí que se usó.
Un test screening, dos finales… y la decisión inevitable
Cuando el equipo montó el primer corte del director de Jurassic World: El renacer, usaron la versión en la que Kincaid moría. Se hicieron pases de prueba y, en palabras de Edwards, «funcionó bien». Pero el estudio quiso comprobar qué ocurría si el personaje sobrevivía. Y entonces llegó la prueba definitiva.
En las proyecciones de prueba, el final donde Kincaid vivía recibió una respuesta mucho más positiva. El público quería esperanza, no tragedia. Y Universal, que ya tenía en mente que Johansson, Bailey y Ali fuesen las nuevas caras de la franquicia, no dudó: el final feliz se quedó.
Edwards lo asumió con naturalidad. No está amargado, ni parece haber perdido el control de su historia. «Estoy muy feliz», ha dicho. Aunque deja claro que su corte original era otro.
¿Qué significa este cambio para la saga?
Jurassic World: El renacer se planteó como una aventura autoconclusiva, pero la acogida en taquilla (y la supervivencia de sus protagonistas) abre la puerta a una nueva trilogía. Si Mahershala Ali hubiera muerto, todo habría sido distinto. El arco de su personaje habría sido cerrado, y su ausencia obligaría a una reconfiguración de protagonistas para una hipotética secuela.
Pero con Kincaid vivo, el camino queda despejado. Universal puede continuar la historia sin excusas. Johansson, Bailey y Ali han demostrado química, carisma y presencia en pantalla. Y lo más importante: el público los ha aceptado como los nuevos referentes de la saga.
Jurassic World: El renacer
Gareth Edwards y el futuro de Jurassic World
Aunque todavía no hay una secuela confirmada, el propio director ha confesado que nadie del estudio se ha puesto en contacto con él para hablar de una continuación. «No hemos tenido ni una sola conversación», afirma. Ni con los productores, ni con Spielberg, ni con el guionista David Koepp.
Eso sí, el silencio parece estratégico. Nadie quiere «gafarlo». El equipo sabe que están ante una posible nueva etapa para Jurassic World, pero prefieren esperar a ver cómo se asienta la película en taquilla antes de tomar decisiones.
Y por ahora, todo va sobre ruedas. O sobre patas de dinosaurio.
¿Era mejor el final original de Jurassic World: El renacer?
La gran pregunta ahora es: ¿habría funcionado mejor la película si Kincaid moría? Algunos espectadores consideran que sí, que esa decisión habría elevado el impacto emocional del clímax. Otros creen que es mejor conservar a los nuevos protagonistas y explorar sus relaciones en futuras entregas.
Lo interesante aquí es que ambos finales existen, y el director ha sido completamente honesto sobre cuál era su favorito. Eso aporta transparencia, pero también alimenta el debate. En una industria donde todo está calculado al milímetro, conocer los caminos descartados hace que valoremos aún más lo que llega a pantalla.
Y sobre todo, nos recuerda que cada rugido en Jurassic World: El renacer tiene su precio, incluso si al final alguien lo sobrevive.




