Jigokuraku. Lagawakure, el vacío, el ninja más letal del país ha sido atrapado y su ejecución está resultando imposible. Pero enviarlo a un a misión imposible con los criminales más peligroso de Japón, podría funcionar.
Jigokuraku nuevo manga que nos trae Norma editorial, una novedad cargada de sangre y sentimientos, un sheinen con una cuestión, muy poderosa: ¿puede la violencia destruir las buenas intenciones, puede el amor llevar a un monstruo a cambiar? Pero antes de nada, hay que saber si lo que siente es realmente amor, claro.
Sobre la era Tokugawa siempre han corrido historias de violencia, tanto por parte de sus gobernantes y sus desmanes, como de personajes que poblaban el país asesinando y luchando por el placer de matar. Yuji Kaku nos lleva directamente a lo más legendario de Japón para poder introducir al lector en un época, que si de por sí ya era conflictiva, le añade las artes marciales más extremas y la fantasía oriental moderna de artefactos, ansias y poderes sobrenaturales. Lo hace por medio de dos personajes muy especiales, un asesino, y un verdugo, dos oficios que viven de la muerte.
El ninja Igawakure ha sido atrapado y su ejecución es inminente, si consiguen encontrar un sistema que funcione. EL ninja que no tienen miedo a morir puede que se resista involuntariamente a ello, solo un verdugo experto puede encontrar la solución. Aunque no pueda ponerla en práctica. Una nueva tierra ha sido descubierta, en dicho lugar puede que se encuentre el elixir de la inmortalidad, pero nadie ha vuelto vivo de la isla, así que las autoridades han decidido que sean los criminales más mortales y condenados a muerte los que traigan el elixir.
El asesino ninja es conocido por no tener sentimientos, por sentir placer al matar. La verdugo viene de una familia que ha destacado desde que se recuerda en un oficio en el que la maestría llega con la precisión, y la frialdad. Ambos matan, cada uno de una forma diferente, pero en ello siempre arde la vida, y el querer vivir, ya sea sin violencia, o ejecutándola legalmente como única salida para su futuro. La historia trata sobre el sentido de vivir el objetivo de cada vida, los sentimientos y sobre todo, en la fuerza que necesitamos para vivir una vida que no siempre es lo que esperamos, y a veces cambia tan rápido que no estamos preparados.
El dibujo oscuro con mucho contraste con sombras de tintas aguadas es típico del arte japones que siempre está en las mentes de los mangakas pero no es únicamente una serie de ilustraciones, sino que existen grandes cambios cuando hay humor, o situaciones domésticas y cotidianas, en los que se transforma en un dibujo detallado pero caricaturesco. Kaku es dinámico y sobre todo intenso, siegue mantenido el estilo oriental del engrandecimiento de los sentimientos en acciones físicas. Destaca su uso de la elipsis, dejando en el olvido acciones que podrían haber sido espectaculares y sangrientas, para darnos solamente un resultado que deja claro el desarrollo de la secuencia, pero sin gastar páginas que puede usar para contar con detalle mucho más. Es destacable su diseño de personajes, simples y poco recargados, sobre todo es efectivo.
Jigokuraku es un sheinen de manual, lo que no es un defecto, solo es una forma de dejar claro que el tratamiento está dirigido para adultos, no por la violencia, que la hay, sino por la temática y la forma de contar la historia. Si bien no destaca entre tanto material, sí que deja un nivel aceptable para continuarla, tienen mimbres para dar mucho, habrá que seguir de cerca la colección.