Marvel acaba de soltar la bomba que todos estábamos esperando: la primera imagen oficial de Galactus en el Universo Cinematográfico de Marvel. Después de meses de especulación, filtraciones mínimas y una estrategia promocional que lo mantuvo en las sombras, por fin podemos ver al devorador de mundos tal y como aparecerá en Los Cuatro Fantásticos: Primeros Pasos. Y sí, está tan imponente como imaginas… o quizá incluso más.
La jugada de Marvel Studios ha sido inteligente: esconder a Galactus casi por completo antes del estreno, para que su revelación tuviera un impacto máximo. Ahora, con la película ya en cartelera y superando los 382 millones de dólares en taquilla mundial, se han atrevido a mostrarlo sin reservas. Y no solo eso: también han compartido nuevas imágenes del Silver Surfer, su heraldo en esta versión del MCU.
Pero lo más interesante no es solo su aspecto, sino cómo encaja este titán cósmico en la historia de la película y qué cambios introduce respecto a su versión en los cómics.
Un Galactus diferente al que conocías
Galactus en Los Cuatro Fantásticos (2025)
Galactus en Los Cuatro Fantásticos (2025)
En esta adaptación, Galactus no es simplemente un monstruo hambriento que arrasa mundos. La historia nos presenta a un ser con eones de historia, cuyo apetito insaciable lo ha condenado a destruir planetas enteros para sobrevivir. Visualmente, su diseño mantiene la esencia clásica, con el icónico casco y su presencia colosal, pero con un toque más sombrío, casi divino, que encaja con el tono retrofuturista de la película.
Marvel ha apostado por un equilibrio entre fidelidad y reinvención: Galactus sigue siendo una amenaza universal, pero aquí sus motivaciones y métodos son mucho más personales. No solo quiere consumir la Tierra: ha detectado que el hijo que Sue Storm espera, podría liberar su hambre eterna y está dispuesto a negociar por él.
Un arranque épico en los años 60
La historia arranca en 1960, en la Tierra-828, donde Reed Richards, Sue Storm, Ben Grimm y Johnny Storm se convierten en los Cuatro Fantásticos tras una misión espacial que les otorga poderes gracias a la exposición a rayos cósmicos. En pocos años, no solo son héroes: se convierten en celebridades, diplomáticos y símbolos de progreso gracias a la Future Foundation.
Todo cambia cuando Silver Surfer llega a la Tierra con un mensaje devastador: el planeta ha sido marcado para su destrucción por Galactus. Este heraldo, interpretado aquí como Shalla-Bal, no es solo un emisario mecánico; tiene una historia propia que se va revelando a lo largo de la trama.
Silver Surfer en Los Cuatro Fantásticos (2025)
Silver Surfer en Los Cuatro Fantásticos (2025)
Silver Surfer en Los Cuatro Fantásticos (2025)
El encuentro con el devorador de mundos
La misión para encontrar a Galactus lleva al equipo a viajar más rápido que la luz hasta un planeta ya condenado. Allí, en un despliegue visual que es uno de los puntos fuertes de la película, vemos cómo la nave de Galactus devora un mundo entero. Es la primera vez que lo vemos en acción y es tan apabullante que redefine el concepto de escala en el MCU.
En este momento, Galactus deja claro su objetivo: no quiere destruir la Tierra, si le entregan al hijo de Reed y Sue, Franklin. Para él, este niño es una anomalía cósmica capaz de absorber su hambre eterna. La propuesta no divide al equipo, ya que la decisión final es resistirse, aunque eso signifique enfrentarse a un enemigo que eclipsa todo lo que han visto antes.
Una amenaza que divide a la humanidad
Uno de los giros más interesantes es que, al volver a la Tierra, la opinión pública se vuelve contra los Cuatro Fantásticos. Muchos exigen entregar a Franklin para salvar a miles de millones, mientras que el equipo busca una solución imposible: teletransportar la Tierra entera a otro sistema estelar.
Aquí Galactus no es solo una fuerza destructora; es un catalizador de conflicto moral, de dilemas imposibles que ponen a prueba la unidad del grupo y su conexión con la humanidad.
Silver Surfer y la traición final
En la recta final, Silver Surfer regresa para destruir el último puente de teletransportación, pero Johnny Storm descubre que su verdadera identidad es Shalla-Bal y que aceptó servir a Galactus para salvar su planeta natal, Zenn-La. Este momento es clave: ella escucha las transmisiones de los mundos que ayudó a destruir y, por primera vez, duda de su maestro.
La batalla final tiene lugar en Nueva York, donde Galactus irrumpe de forma devastadora. El plan es usar a Franklin como cebo para empujarlo hacia el portal y enviarlo a otro rincón del universo, pero nada sale como estaba previsto. Es Shalla-Bal quien, en un acto de redención, empuja finalmente a Galactus al portal, cerrándolo detrás de él.
Un final agridulce y un futuro incierto
Sue muere por el esfuerzo de contener a Galactus, pero Franklin logra devolverla a la vida. El mundo celebra a los Cuatro Fantásticos, aunque la experiencia ha dejado cicatrices profundas. Y, como buen producto Marvel, la historia no termina ahí.
Cuatro Fantásticos (2025)
En la escena de mitad de créditos, ambientada cuatro años más tarde, Sue ve a Franklin interactuando con un hombre misterioso con capa verde y una máscara de metal. Los lectores de cómics reconocerán al instante la sombra de Doctor Doom, lo que prepara el terreno para futuras entregas donde, quién sabe, Galactus podría volver a aparecer.
Galactus en el MCU: un acierto visual y narrativo
La llegada de Galactus al MCU marca un antes y un después. No solo por el diseño espectacular que Marvel ha logrado, una mezcla entre su versión más clásica y un toque casi mitológico, sino porque su presencia eleva el conflicto a un nivel verdaderamente cósmico. No es un villano que se pueda vencer con un simple golpe; es una fuerza que obliga a los héroes a cuestionar sus propios límites y principios.
Además, situar la historia en una línea temporal alternativa ambientada en los años 60 le da un aire distintivo frente a otras películas del estudio. Es un MCU retro, pero con la ambición visual y narrativa que siempre se le pidió a Los Cuatro Fantásticos.
Si algo ha quedado claro con esta primera imagen es que Galactus no es solo «otro villano». Marvel Studios lo ha convertido en un símbolo de lo inevitable, un recordatorio de que incluso los héroes más poderosos deben enfrentarse a decisiones que no tienen una respuesta fácil. Y, por lo que parece, esta no será la última vez que lo veamos.
Todas las entregas del MCU están disponibles en Disney Plus con este enlace.
