La cosa se está poniendo muy seria con La Odisea de Christopher Nolan. Muy seria… y muy mitológica. Porque acaba de filtrarse online la descripción de un adelanto de seis minutos que deja claro que el director no viene a contar esta historia a medias. Y entre caballos gigantes, espadas nerviosas y música que pone la piel de gallina, hay una primera imagen que ya está dando vueltas por internet: la del cíclope Polifemo.
El material, que Universal pensaba estrenar en cines antes de Avatar: Fire and Ash, ha terminado escapándose al control del Olimpo. No está completo, no se ve perfecto… pero lo que se intuye basta para que empieces a imaginarte a Nolan jugando con los mitos como si fueran dinamita cinematográfica. Y ojo, porque La Odisea apunta muy alto.
Un prólogo filtrado que huele a épica clásica
El adelanto no arranca desde el primer segundo del prólogo, pero sí lo suficiente como para situarnos rápido. Jon Bernthal aparece como Menelao, rey espartano, preguntándole a Telémaco, interpretado por Tom Holland, si conoce “la historia del caballo”. Ya sabes cuál. Ese momento en el que todo parece una ofrenda… y en realidad es una trampa con patas.
A partir de ahí, La Odisea pisa terreno conocido, pero con el sello Nolan bien marcado. Vemos a Odiseo (Ulises), al que da vida Matt Damon, escondido junto a sus hombres dentro del enorme caballo de madera mientras los soldados troyanos lo arrastran hacia la ciudad. Espadas clavándose al azar, tensión sostenida y esa sensación incómoda de que cualquier error lo manda todo al traste.
Cuando cae la noche, el tono cambia. Nolan estira el suspense como le gusta, dejando que la oscuridad haga su trabajo. Odiseo se mueve con sigilo, elimina enemigos en silencio y prepara el terreno para la apertura de las puertas. El caos se intuye, no se subraya. Todo va creciendo hasta que la batalla estalla… y entonces el montaje se acelera como un latido desbocado.
Ludwig Göransson y el sonido de los dioses
Si algo destacan quienes han visto el clip es la música. Ludwig Göransson vuelve a demostrar que entiende perfectamente cómo acompañar imágenes que buscan algo más que espectacularidad. Su partitura suena ancestral, física, casi ritual. No es música de fondo: es una presencia constante que empuja la escena y te mete dentro del mito.
En La Odisea, el sonido parece jugar un papel clave para conectar lo humano con lo divino. Golpes metálicos, respiraciones tensas, silencios incómodos… Todo está pensado para que el espectador sienta que no está viendo una leyenda lejana, sino algo que ocurre aquí y ahora. ¿No te parece justo lo que necesita una historia así?
Polifemo aparece… y no necesita verse del todo
El momento más comentado del adelanto llega al final. Unos flashes rápidos, acción desordenada, y de repente, la presencia del cíclope Polifemo. La calidad del vídeo filtrado no permite verlo con claridad, pero eso casi juega a favor del impacto. Se distingue el tamaño, la textura, algo claramente físico. Nada de criatura digital limpia y perfecta.
Todo apunta a que Nolan ha optado por un diseño práctico, pesado, tangible. Un monstruo que ocupa espacio y da miedo por lo que es, no por lo que grita. En La Odisea, Polifemo no parece un simple obstáculo de videojuego, sino una fuerza bruta, primitiva, imposible de razonar. Justo como en el poema original.
Y hablando de eso, conviene recordar quién es realmente Polifemo dentro del relato de Homero, porque aquí no estamos ante un villano cualquiera.
Quién es Polifemo en La Odisea de Homero
En La Odisea, Polifemo es un cíclope, un gigante de un solo ojo, hijo del dios Poseidón. Vive aislado en una cueva, rodeado de sus rebaños, sin leyes ni respeto por los dioses olímpicos. Cuando Odiseo y sus hombres llegan a su guarida buscando refugio, descubren demasiado tarde que han entrado en la casa equivocada.
Polifemo encierra a los griegos y empieza a devorarlos sin el menor remordimiento. No hay negociación posible. Es fuerza pura, instinto y desprecio absoluto por cualquier norma. Odiseo logra escapar cegándolo y engañándolo con su nombre, pero comete un error fatal: revelarle quién es mientras huye. Ese acto de orgullo provoca la ira de Poseidón y condena su viaje de regreso.
Es decir, Polifemo no es solo un monstruo. Es el origen del castigo. El punto de inflexión que transforma una victoria en una pesadilla interminable. Si Nolan entiende eso y todo indica que sí, su presencia en La Odisea puede ser uno de los momentos más potentes de la película.
Nolan y lo sobrenatural contado desde lo real
Christopher Nolan ya ha explicado cómo ha enfocado los elementos mitológicos de La Odisea, y su planteamiento es tan lógico como inquietante. Para él, aquello que hoy explicamos con ciencia, antes se entendía como la acción directa de los dioses. Un rayo no era electricidad: era Zeus actuando. Un terremoto no era tectónica: era ira divina.
Esa idea atraviesa toda su visión de la película. Los personajes no dudan de lo sobrenatural porque forma parte de su día a día. No hay necesidad de justificarlo. Está ahí, se siente, se teme. Nolan no quiere subrayarlo demasiado, pero sí dejar claro que el mundo de La Odisea está lleno de señales, presagios y fuerzas que no se ven… pero se notan.
Ese enfoque puede ser clave para diferenciar esta adaptación de otras. Aquí no hay dioses bajando del cielo con rayos de luz. Hay miedo, respeto y una sensación constante de que el universo escucha. Y a veces responde.
Un viaje mítico rodado como nunca antes
Universal Pictures lo dejó claro desde el anuncio oficial: La Odisea será una epopeya de acción mítica rodada por todo el mundo con nueva tecnología IMAX. Es la primera vez que el poema de Homero se lleva a la gran pantalla con este nivel técnico y esta ambición visual.
Póster de La Odisea (2026)
La historia sigue a Odiseo y su tripulación tras la guerra de Troya, enfrentándose a amenazas como Polifemo, las Sirenas o Circe, en un viaje que mezcla supervivencia, tentación y castigo. No es solo una aventura. Es un regreso imposible, una lucha constante contra el destino y contra uno mismo.
No es la primera vez que La Odisea se adapta al cine. Desde la versión muda de 1911 hasta Ulises con Kirk Douglas en 1954, pasando por reinterpretaciones más libres como O Brother, Where Art Thou? o incluso la reciente The Return con Ralph Fiennes, la historia ha demostrado ser eterna. Incluso la animación se atrevió con Ulises 31 en los 80, llevándose el mito al espacio.
Ahora le toca a Nolan enfrentarse al texto fundacional. Y si este primer vistazo sirve de algo, es para dejar claro que no viene a hacer una versión cómoda ni decorativa. Viene a que sientas el viaje, el cansancio, el peligro. Viene a que La Odisea vuelva a ser una experiencia.
La película se estrena en cines el 17 de julio de 2026. Hasta entonces, toca especular, imaginar y debatir. ¿Te convence este Polifemo? ¿Crees que Nolan acertará con los dioses y los monstruos? Cuéntanos qué te ha parecido y no olvides seguirnos en Google News, que este viaje solo acaba de empezar.



