Florence Pugh lo tenía clarísimo antes de volver a ponerse la chaqueta táctica de Yelena Belova: si iba a regresar al Universo Marvel, su personaje debía tener algo tan icónico como su mirada. Sí, los “ojos cool” de Yelena se han convertido en su nueva seña de identidad, y la actriz británica luchó por mantener ese toque en el UCM.
Desde su primera aparición en Viuda Negra hasta su explosivo regreso en The New Avengers (conocida originalmente como Thunderbolts), Florence Pugh ha demostrado que Yelena no es un simple relevo generacional, sino un personaje con alma propia. Y lo curioso es que todo empezó por una conversación sobre maquillaje.
¿Te lo esperabas? Pues agárrate, porque la historia detrás de este cambio tiene mucho más fondo de lo que parece.
Florence Pugh: “No quería colores brillantes, pero sí ojos cool”
En el nuevo libro de arte de Marvel Studios, Thunderbolts: The Art of The Movie, Florence Pugh explica que pidió un cambio visual importante para su regreso. Quería mostrar que Yelena ya no estaba a la sombra de nadie.
“Ahora es su propia persona y puede decidir qué hacer. Queríamos colores apagados, nada brillante, y un peinado y maquillaje muy simples. Aunque insistí en algo: es Yelena, no puede no tener unos ojos cool”.
Thunderbolts
Ese detalle, aparentemente pequeño, resume perfectamente la evolución del personaje. En lugar de un diseño recargado, Pugh optó por un aspecto más realista, casi íntimo, pero con ese toque de rebeldía que define a su heroína. En palabras de la propia actriz, el maquillaje se convirtió en una forma de expresar la independencia de Yelena sin necesidad de diálogos.
Y se nota. En The New Avengers, estrenada en cines el pasado mayo y ya disponible en Disney+, Yelena proyecta una confianza silenciosa que se aleja de los clichés del “superhéroe perfecto”. Florence Pugh ha logrado que el espectador sienta lo que ella siente solo con una mirada. ¿No crees que eso tiene más fuerza que cualquier traje nuevo?
Una heroína con heridas reales
Florence Pugh también habló en el libro sobre lo que más le sorprendió del rodaje: la forma en que el director Jake Schreier quiso humanizar a los personajes.
“Cuando piensas en películas de superhéroes, imaginas a personas increíbles haciendo cosas increíbles todo el tiempo. Creo que algo muy valiente por parte de Jake y Marvel ha sido empezar a explorar las entrañas de estos personajes y cómo se sienten realmente”.
Lo dice así de claro: el coraje no está solo en salvar el mundo, sino en mostrar las grietas. En Thunderbolts (o The New Avengers), Marvel se atrevió a hablar de salud mental, algo que antes parecía tabú dentro del género. Yelena, tras perder a su hermana y pasar años en misiones imposibles, aparece rota, desconectada, incluso deprimida.
“¿Qué les hace a sus mentes estar rodeados de tanta acción y presión todo el tiempo? Al final del día, son humanos. Quizá su vida brillante no sea tan brillante”.
Esa frase, pronunciada con la serenidad que caracteriza a Florence Pugh, resume el alma de la película. No estamos ante una heroína de cartón, sino ante alguien que arrastra cicatrices, que se maquilla para enfrentarse al espejo y recordar quién es. Y esa vulnerabilidad ha sido la clave del éxito de su interpretación.
De rechazarse a sí misma a liderar a los Nuevos Vengadores
Jake Schreier, el director de la película, lo explicaba así en una de las entrevistas incluidas en el libro:
“La encontramos en un momento en el que rechaza por completo la idea de ser una heroína. Trabaja sola, no quiere saber nada de Val, y tiene que recorrer un largo camino hasta aceptar la idea de formar parte de un equipo… y finalmente liderarlo”.
Thunderbolts
Yelena arranca la historia como una figura solitaria, con una mochila emocional más pesada que sus dagas. Pero el viaje que emprende la lleva a entender el legado de su hermana Natasha, aceptar el trabajo en equipo y, sobre todo, encontrar propósito. Florence Pugh transmite todo eso sin grandilocuencia, solo con gestos y silencios.
El detalle de los “ojos cool” cobra aún más sentido al final: incluso en los momentos más oscuros, Yelena mantiene viva su chispa interior. Es una metáfora visual, una forma de decir “sigo aquí”, sin pronunciar palabra.
Florence Pugh, la pieza clave del futuro de Marvel
La evolución de Yelena no solo prepara el terreno para Vengadores: Doomsday (2026), sino también para Secret Wars. En ambas, Florence Pugh será fundamental. De hecho, en la escena post-créditos de Thunderbolts ya se la ve al frente del nuevo equipo, con una presencia magnética que eclipsa a todos los demás.
Marvel lo sabe, y por eso la actriz también aparecerá en Spider-Man: Brand New Day, su cuarta incursión en el UCM. Todavía no se ha confirmado la magnitud de su papel, pero todo apunta a que el estudio quiere construir el futuro del universo sobre los hombros de intérpretes como ella.
Lo curioso es que Florence Pugh empezó en Marvel casi por accidente, sin prever que su Yelena acabaría siendo una de las líderes de los Nuevos Vengadores. Hoy, se ha convertido en el corazón emocional del grupo.
Y sinceramente, tiene todo el sentido del mundo. Pugh aporta autenticidad, carisma y una humanidad que muchas veces falta en los blockbusters. Cada gesto suyo parece decir: “soy poderosa, pero también tengo miedo”. Y eso conecta de forma brutal con el público.
Recuerda que puedes ver todas las entregas del UCM en Disney Plus con este enlace.




