Parece que en Netflix no hay quien detenga a El juego del calamar. Justo cuando parecía imposible repetir el fenómeno mundial de su primera temporada, el cierre definitivo de la serie ha conseguido una hazaña inesperada. No hablamos solo de cifras, hablamos de superar marcas históricas… con menos tiempo en pantalla.
Y sí, el último episodio ha dividido opiniones, pero eso no ha impedido que la temporada final haya arrasado desde el primer minuto. Con un lanzamiento más ajustado que sus predecesoras, y aún así con números que dan vértigo, la serie coreana vuelve a demostrar que no necesita de nadie para liderar el juego.
La despedida de El juego del calamar hace historia
La tercera temporada de El juego del calamar no solo marca el final del brutal experimento de supervivencia, también marca un nuevo récord para Netflix. Según informa Variety, durante sus primeros tres días, la serie alcanzó la impresionante cifra de 60,1 millones de visualizaciones, lo que la convierte en el mejor estreno de una serie no inglesa en un periodo tan corto.
Lo más sorprendente es que lo hizo con un día menos de ventaja respecto a la segunda temporada, que se estrenó un jueves y tuvo cuatro días completos para sumar vistas (llegando a los 68 millones). En cambio, esta última entrega aterrizó un viernes y aun así logró romper marcas. Si se hubiera contado el mismo número de días, probablemente habría igualado o incluso superado a su antecesora.
El juego del calamar
La fórmula de Hwang Dong-hyuk sigue funcionando
Desde su debut en 2021, la serie creada por Hwang Dong-hyuk ha sido un fenómeno global. La mezcla de crítica social, juegos infantiles mortales y personajes al límite ha conquistado al público de todo el mundo, convirtiéndose en la primera serie coreana en romper la barrera de los Emmy y los premios del Sindicato de Actores.
Pero lo más impactante es que, a pesar de que la tercera temporada de El juego del calamar repite muchas dinámicas ya vistas, la tensión no baja. De hecho, el consenso en Rotten Tomatoes la sitúa en un 79% de aprobación, con la crítica destacando que “los juegos alcanzan un clímax sombrío que refuerza los temas del creador con una crueldad implacable”.
Más violenta, más directa, más brutal
Si algo deja claro la temporada final de El juego del calamar es que ya no queda espacio para sutilezas. El protagonista Gi-hun (Lee Jung-jae) vuelve con sed de respuestas, mientras los organizadores del juego redoblan la apuesta en brutalidad. A esto se suma el regreso de los VIPS, más sádicos que nunca, y una nueva red de traiciones que pone a todos en peligro.
Por su parte, el personaje de Jun-ho (Wi Ha-joon) sigue su propia cruzada desde las sombras, sin saber que tiene un traidor muy cerca. El juego ya no es solo físico: es psicológico, político y, por momentos, casi filosófico.
El juego del calamar
¿Por qué engancha tanto esta serie?
El juego del calamar no solo funciona por su propuesta extrema. Lo que atrapa de verdad es su reflejo de la realidad. La deuda, el capitalismo salvaje, la sensación de que todo está perdido y que la única salida es competir… aunque eso signifique jugarse la vida. Esa desesperación conecta con muchas personas, más allá del idioma o la cultura.
Además, la serie ha sabido mantener el misterio, introducir giros en el momento justo y cerrar cabos sueltos sin perder el tono. En esta tercera temporada, hay escenas que son auténticas bombas emocionales, y otras que te dejan con la boca abierta por su crudeza.
Un cierre con récord… ¿y con polémica?
Aunque la crítica ha sido en general positiva, hay algo que ha dividido a muchos: el final. Sin entrar en spoilers, la resolución de la historia de Gi-hun no ha dejado a todo el mundo satisfecho. Algunos lo ven como un desenlace necesario y fiel al tono de la serie. Otros lo consideran demasiado abrupto o incluso innecesario.
Sin embargo, lo que es innegable es que todo el mundo lo ha visto. Y eso, para Netflix, vale más que cualquier reseña.
El dato que lo cambia todo
Con sus 60,1 millones de vistas en solo tres días, la temporada final entra directa en el top 10 de series no habladas en inglés más vistas en la historia de Netflix, concretamente en el puesto número 9. Y eso con solo 72 horas. Si se cuentan los datos de la primera semana completa, muchos ya apuestan a que subirá todavía más posiciones.
De hecho, si supera el rendimiento total de la segunda temporada (que actualmente está en el puesto 7 del ranking), El juego del calamar se despedirá no sólo como fenómeno cultural, sino también como campeona de audiencia absoluta.
Lo que queda tras el juego
Más allá de los números, queda la sensación de que El juego del calamar ha sido una anomalía en la era del streaming. Una serie sin grandes nombres, hablada en coreano, con una premisa oscura y sin concesiones… que ha triunfado por su capacidad de enganchar, remover conciencias y no hacer prisioneros.
Y ahora que ha terminado, queda un vacío difícil de llenar. Netflix lo sabe. El resto de plataformas también. Por lo que no hay que descartar un spin-off, sobre todo por esa gran estrella de Hollywood que aparece al final y que puedes descubrir en este enlace.




