Marvel Studios estuvo a punto de cerrar Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos con un momento totalmente diferente al que vimos en cines. Y no hablamos de un simple detalle menor, sino de un cambio que habría modificado por completo la batalla final contra Galactus y la forma en la que el Devora Mundos se presentaba ante la humanidad. El propio guionista Eric Pearson ha revelado cómo era esa versión original a THR y lo cierto es que suena tan épica como arriesgada.
La película, ambientada en ese mundo retrofuturista de los años 60 que conquistó a muchos, ya sorprendió por la espectacularidad de su último acto. Sin embargo, una de las críticas recurrentes ha sido que el clímax se sintió un poco acelerado, algo que, según Pearson, tuvo que ver con recortes de metraje para mantener la duración por debajo de las dos horas. Lo curioso es que entre esas escenas eliminadas había momentos con personajes como Mole Man y, sobre todo, un final alternativo para Galactus que llevaba el combate fuera de la Tierra.
El plan original: Galactus en el espacio
En la versión inicial del guion, el enfrentamiento definitivo con Galactus no ocurría en Nueva York, sino en el espacio profundo. Los Cuatro Fantásticos iban a usar a Franklin Richards, el hijo recién nacido de Reed y Sue, como cebo para atraer al Devora Mundos lejos de la Tierra. Sí, una idea tan lógica como moralmente complicada, porque implicaba poner a su propio bebé en peligro para salvar a miles de millones.
Pearson cuenta que la intención era mostrar a Galactus en todo su esplendor cósmico, rodeado de estrellas, naves y un escenario que transmitiera una escala descomunal. Pero el director Matt Shakman apostó por otra aproximación: traerlo a la Tierra para que interactuara con iconos como el Empire State o el estadio de los Mets. Quería verlo destrozando calles, lanzando autobuses por los aires y dejando huella física en lugares reconocibles.
Un cambio de rumbo y de tono
Este cambio no solo afectó al escenario, sino también a la tensión dramática. Con Galactus en Nueva York, Reed y Sue podían formar parte directa del enfrentamiento, lo que añadió un conflicto emocional extra. Pearson admite que la idea de usar al bebé como carnada seguía presente, pero que ahora resultaba más visceral al desarrollarse en mitad de la ciudad, con el enemigo a solo unos pasos de su objetivo.
En esta versión, Sue Storm entraba en trabajo de parto en medio de una huida frenética por el espacio, perseguida por la mismísima Silver Surfer. Antes, el nacimiento de Franklin estaba previsto para el primer acto, pero se movió al centro de la acción para aumentar la tensión. Así, mientras escapaban de Galactus, sorteaban una estrella de neutrones y esquivaban a su heraldo, Sue daba a luz. Una mezcla de caos, peligro y milagro que, según Pearson, terminó funcionando mejor de lo que él mismo esperaba.
El Galactus del MCU: imponente y letal
Galactus en Los Cuatro Fantásticos (2025)
En el Universo Cinematográfico de Marvel, Galactus conserva su esencia de los cómics: un ser que fue mortal hace eones, transformado por el Poder Cósmico en una entidad capaz de devorar planetas enteros para saciar un hambre infinita. Su llegada a Zenn-La marcó un punto clave, cuando aceptó a Shalla-Bal como heraldo (convertida en Silver Surfer) a cambio de perdonar a su mundo.
Cuando su mirada se posó en la Tierra, Galactus no solo buscaba energía: había detectado el poder inusual del hijo no nacido de Sue Storm. Le propuso a la familia un pacto siniestro: entregar al niño para que ocupara su lugar como Devora Mundos. Ante la negativa de Reed, Galactus optó por acelerar el parto de forma cruel y amenazó con devorar el planeta lentamente mientras el niño veía cómo todo desaparecía.
Destrucción en Manhattan
En la película, la llegada de Galactus a la Tierra es un espectáculo visual, sus primeros pasos por Manhattan transmiten esa mezcla de majestuosidad y amenaza que lo define. Pearson describe que en el montaje final podemos verlo arrancando fragmentos de tierra, oliendo el planeta como si fuera un manjar, y lanzando sus rayos oculares para localizar a Franklin en pleno Times Square.
La batalla estalla con Ben Grimm intentando frenarlo desde el Fantasticar con un arma sónica, un ataque inútil contra un ser de tal magnitud. Sue aprovecha sus campos de invisibilidad para ocultar a Johnny, que logra cegar momentáneamente a Galactus y ganar tiempo para esconder al bebé en el Edificio Baxter. En un giro clásico de los Cuatro Fantásticos, reemplazan a Franklin por un señuelo, engañando al titán cósmico durante unos instantes.
El momento “bicho listo”
Cuando Galactus descubre la trampa, se detiene, retrocede un paso y, con un tono casi divertido, les llama “pequeños bichos listos” antes de reanudar la persecución. Esta pincelada de personalidad, entre la arrogancia y la amenaza, refuerza su carácter como villano: no es solo una fuerza de la naturaleza, sino una inteligencia que disfruta del juego con sus presas.
Lo que no vimos… y podríamos ver
Pearson admite que muchas de las escenas eliminadas, tanto del enfrentamiento final como de subtramas secundarias, requerían efectos visuales adicionales que no se completaron a tiempo. Sin embargo, no descarta que algunas de ellas puedan aparecer en la edición en Blu-ray, lo que daría a los fans la oportunidad de ver ese final alternativo en el espacio y otras interacciones de Galactus que quedaron fuera.
Galactus en Los Cuatro Fantásticos (2025)
El reparto encabezado por Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Joseph Quinn y Ebon Moss-Bachrach, junto a Ralph Ineson como Galactus y Julia Garner como Silver Surfer, ha conseguido dar una nueva vida a la Primera Familia de Marvel. Y aunque lo que vimos en cines fue imponente, está claro que hubo otro final posible, uno que podría haber cambiado la percepción del Devora Mundos para siempre. ¿Qué final te hubiera gustado más? ¿En la Tierra o en el espacio? Dímelo en comentarios.




