Diciembre arranca fuerte en la cartelera española y lo hace exactamente como nos gusta en Cinemascomics: con animatrónicos homicidas, cine quinqui ochentero, comedias románticas a la fuga, dramas de autor con pedigree y un buen puñado de propuestas familiares para ir calentando la Navidad. El viernes 5 de diciembre de 2025 viene cargado de estrenos que van desde el terror más comercial hasta el documental más íntimo, pasando por animación, cine social, sátira judicial y thriller financiero.
Si eres de los que miran la app del cine como si fuera el menú del multiverso, esta semana toca afinar bien la puntería: tienes desde la secuela de Five Nights at Freddy’s hasta el nuevo drama de Joachim Trier, pasando por atracos, bufetes offshore, tribunales surrealistas, monstruos navideños y gatos en busca de peluches perdidos. Aquí te hacemos el repaso título a título, sin destripes gordos, pero con el contexto justo para que sepas dónde gastar tus palomitas.
Five Nights at Freddy’s 2
El fenómeno de terror animatrónico está de vuelta. Five Nights at Freddy’s 2 retoma la historia un año después de la pesadilla sobrenatural en la pizzería de Freddy Fazbear, esa que en 2023 arrasó en taquilla y se convirtió en la película de terror más taquillera del año. De aquel episodio ha quedado una leyenda local, un mito urbano tan potente que hasta ha generado su propio “Faszfest”, como si el trauma y el marketing caminasen de la mano.
Mike, el exguarda de seguridad, y Vanessa, la agente de policía, han decidido proteger a Abby ocultándole la verdad sobre el destino de sus amigos animatrónicos. Ese pacto de silencio, aparentemente bienintencionado, tiene fecha de caducidad. Cuando Abby, con esos 11 años y la curiosidad por las nubes, decide reconectar con Freddy, Bonnie, Chica y Foxy, desata sin querer una nueva cadena de sucesos aterradores que va mucho más allá del susto fácil.
La secuela promete ahondar en los secretos del origen de Freddy’s y en un horror que lleva décadas enterrado, listo para salir a la luz en la peor noche posible. Con Blumhouse al frente, Emma Tammi repitiendo en la dirección y Josh Hutcherson, Elizabeth Lail y compañía de vuelta a la acción, Five Nights at Freddy’s 2 apunta a sesión obligatoria para fans del juego y de la primera peli, perfecta para disfrutar (o sufrir) en pantalla grande, con sonido envolvente y sillón del cine listo para pegar botes.
Golpes
Para quien prefiera el olor a calle, sudor y quinquis de los 80, llega Golpes, thriller dirigido por Rafael Cobos. La película nos lleva a la España de principios de esa década, un país que está cambiando a toda velocidad mientras hay gente que todavía se mueve en códigos muy anteriores. Migueli, delincuente recién salido de prisión, intenta mirar al futuro, pero antes de hacerlo necesita saldar cuentas con un pasado que pesa demasiado. Esa combinación de urgencia emocional y necesidad económica es el motor de toda la historia.
En cuanto vuelve a Sevilla, Migueli reúne a su antigua banda con un objetivo muy claro: necesitan mucho dinero y lo necesitan rápido. La solución pasa por encadenar una serie de golpes de alto riesgo: sucursales bancarias, joyerías… e incluso el primer casino de la zona. Es un plan que huele tanto a oportunidad como a desastre anunciado, porque donde hay botín grande hay también mucha más atención policial. Y aquí la cosa se complica todavía más: el caso recae en Sabino, el propio hermano de Migueli, que conoce como nadie su manera de pensar y moverse.
La película juega con esa tensión familiar: dos hermanos enfrentados a lados opuestos de la ley, atrapados en una época de cambio donde la violencia, el trapicheo y las lealtades personales chocan con un país que quiere dejar ciertas sombras atrás. Con un reparto encabezado por rostros muy reconocibles del cine español y una estética que promete olor a tabaco, bar de barrio y coche viejo, Golpes se posiciona como la opción perfecta para quien quiera acción con sabor local y un toque de tragedia inevitable.
Me has robado el corazón
En el terreno de la comedia romántica con componente canalla aterriza Me has robado el corazón, dirigida por Chus Gutiérrez. Aquí el romance no nace en una librería cuqui ni en un café hipster, sino en una app de citas y con un atraco de por medio. Eric, joven ingeniero, conoce a Vera a través de una de estas plataformas y, lejos de proponerle un café, la engancha para que se convierta en su conductora en una huida bastante más peligrosa de lo que ella imagina.
La pareja sale disparada hacia Galicia tras robar un banco en Madrid, con la policía pisándoles los talones. A partir de ahí, la road movie romántica va mezclando persecuciones, discusiones, mentiras que se acumulan y una tensión constante entre la atracción y el sentido común. Vera no es una simple comparsa: la película la sitúa en el centro de un dilema entre seguir a Eric y su locura de “amor y crimen” o frenar y replantearse qué narices está haciendo.
Con Óscar Casas, Ana Jara y un buen puñado de secundarios de lujo como Luis Zahera o Miguel de Lira, Me has robado el corazón aspira a ser ese tipo de comedia ágil, con diálogos rápidos, paisajes espectaculares y una mezcla de humor, acción y chispazos románticos. Ideal para quien quiera algo ligero, pero con un punto gamberro, perfecto para ir en pareja o con amigos y salir del cine con la sensación de haber vivido una escapada criminal sin moverse de la butaca.
Valor sentimental
Los fans del cine de autor europeo tienen cita obligada con Valor sentimental (Sentimental Value / Affeksjonsverdi), lo nuevo de Joachim Trier junto a su guionista habitual, Eskil Vogt. Si te suena La peor persona del mundo, ya sabes que el dúo es especialista en diseccionar relaciones, memoria y heridas invisibles con una sutileza demoledora. Aquí la historia gira en torno a Nora y Agnes, dos hermanas que se reencuentran con su padre ausente, Gustav, un antiguo director de cine muy reconocido que regresa a sus vidas con una propuesta envenenada.
Gustav quiere que Nora interprete el papel principal en su nueva película. Ella lo rechaza, pero él decide seguir adelante igualmente, utilizando la casa familiar como escenario del rodaje. Esa decisión hace saltar por los aires viejos equilibrios: el set de cine se convierte en campo de batalla emocional, y la llegada de una joven actriz de Hollywood que acepta el papel en lugar de Nora no hace sino reavivar tensiones, celos y resentimientos largamente guardados.
En medio de ese caos creativo y familiar, el vínculo entre Nora y Agnes se perfila como su único refugio real frente a las heridas del pasado. Con un reparto encabezado por Renate Reinsve, Stellan Skarsgård y Elle Fanning, música de Hania Rani y fotografía de Kasper Tuxen, Valor sentimental promete ser de esas películas que se te quedan pegadas durante días, llena de diálogos afilados, silencios incómodos y momentos en los que la ficción y la vida se confunden peligrosamente.
Playa de Lobos
Si lo que te pide el cuerpo es comedia con intriga ligera y vistas al mar, Playa de Lobos, de Javier Veiga, puede ser tu parada ideal. La premisa es aparentemente sencilla: Manu curra en un chiringuito de playa, recogiendo tumbonas y apurando el final de la jornada, mientras Klaus es un turista que no quiere moverse de la última tumbona que queda por recoger. Un choque entre el currante que quiere irse a casa y el guiri que se resiste a abandonar el paraíso.
Lo que podría ser una anécdota veraniega más, pronto se torna bastante más inquietante. Manu empieza a notar que hay algo raro en ese tipo: su actitud, sus silencios, la manera en que parece estar en esa playa por algo más que tomar el sol. A medida que la conversación avanza y la noche cae, Manu sospecha que Klaus no es quien dice ser, y que su presencia allí responde a un plan muy específico. La tensión irá subiendo hasta que Klaus le haga una propuesta desconcertante y perturbadora que lo cambia todo.
La película mezcla humor, misterio y un cierto tono de partida de ajedrez psicológica entre dos personajes condenados a enfrentarse cara a cara. Con Dani Rovira, Guillermo Francella, Antonia San Juan y Marta Hazas en el reparto, Playa de Lobos se presenta como una comedia con colmillo, perfecta para quien quiere reír, sí, pero también disfrutar de un buen juego de máscaras y mentiras a pie de playa.
Eternity
A24 vuelve a la carga con un drama romántico de alto concepto en Eternity, dirigido por David Freyne. La premisa es de las que se te quedan grabadas: en un más allá donde las almas tienen una semana para decidir dónde pasarán la eternidad, Joan se enfrenta a la disyuntiva más complicada de su existencia… y de su postvida.
Interpretada por Elizabeth Olsen, Joan debe elegir entre el hombre con el que ha compartido su vida, al que da vida Miles Teller, y su primer amor, interpretado por Callum Turner, que murió joven y ha estado décadas esperándola en ese otro lado. Lo que podría ser un triángulo amoroso al uso se convierte aquí en un relato sobre memoria, idealización y segundas oportunidades que quizá lleguen demasiado tarde o demasiado pronto.
Durante esos siete días, el espacio entre la vida y la eternidad se llena de conversaciones pendientes, reproches, recuerdos distorsionados y preguntas incómodas: ¿cuánto hemos cambiado respecto a quienes fuimos? ¿Es justo competir contra una versión idealizada del pasado? Con un reparto que incluye también a Da’Vine Joy Randolph y John Early, y la fotografía de Ruairi O’Brien, Eternity se perfila como un romance fantástico con sensibilidad indie, perfecto para quienes quieren emociones fuertes con un envoltorio metafísico y mucha química en pantalla.
200% Wolf: Pequeño gran lobo
El público familiar tiene ración de aventuras peludas con 200% Wolf: Pequeño gran lobo, secuela que trae de vuelta a Freddy Lupin, el caniche rosa más valiente del cine animado. Freddy regresa con una nueva misión que arranca con un gesto en apariencia inocente: pide un deseo que nunca creyó que se haría realidad. Y, como suele pasar en estas historias, el universo decide tomárselo al pie de la letra.
El joven heredero de la manada recibe por fin el poder de transformarse en un gran lobo, lo que siempre había ansiado para demostrar su valía. Pero la cosa viene con letra pequeña: ese nuevo poder tiene un precio muy alto, la vida de su nuevo amigo Moopoo, un espíritu lunar cuya existencia depende ahora de que todo se arregle a tiempo. Si Freddy y su pandilla no consiguen devolverlo a casa antes de que su luz interior se apague, Moopoo podría desaparecer para siempre.
Con humor, acción y un mensaje claro sobre responsabilidad, amistad y aceptar quién eres (aunque seas un caniche rosa con complejo de lobo alfa), 200% Wolf: Pequeño gran lobo promete ser una opción sólida para los peques y una sesión simpática para los mayores. Aventuras, persecuciones y criaturas fantásticas se combinan para ofrecer un viaje que habla de madurar sin renunciar a tus rarezas.
Hanna y las Navidades olvidadas
La temporada navideña se cuela de lleno en la cartelera con Hanna y las Navidades olvidadas, una propuesta de animación infantil dirigida por Elena Ruiz. Hanna y sus padres se preparan para pasar las fiestas con sus amigos los monstruos, lo que ya de por sí apunta a unas Navidades bastante más divertidas que la media. Pero cuando la malvada Gárgola decide convertirse en el Espíritu de la Navidad, las cosas se tuercen y, literalmente, las fiestas desaparecen de la memoria de todos.
De repente, nadie recuerda qué es la Navidad ni qué se celebra, y las tradiciones se desvanecen como si nunca hubieran existido. Para salvar la situación, Hanna y su pandilla de monstruos se lanzan a una aventura por distintos mundos mágicos, guiados por la misteriosa Esna. El objetivo: encontrar al verdadero Espíritu de la Navidad y restaurar los recuerdos borrados antes de que sea demasiado tarde.
En el camino, se cruzarán con personajes tan icónicos como Papá Noel o los tres Reyes Magos, en un viaje lleno de peligros suaves, humor, música y momentos ideales para ver en familia. Hanna y las Navidades olvidadas combinan el encanto de las historias navideñas clásicas con un universo de monstruos simpáticos, perfecta para una sesión de cine con niños que ya están contando los días para abrir regalos.
Papeles
Inspirada en el terremoto mediático de los Papeles de Panamá, Papeles, del panameño Arturo Montenegro, propone un thriller con fuerte carga dramática. La protagonista es Ana Méndez, directora jurídica del bufete Shubbert & Fassano, el segundo del mundo en venta de sociedades offshore. Cuando estalla el escándalo mundial, el país y el bufete se convierten en diana de un ataque mediático feroz que pone en cuestión no solo prácticas financieras, sino también la reputación de todo un sistema.
Ana es acusada de blanqueo de capitales y se ve perseguida por el fiscal Roberto Ramírez y la Interpol. Con el cerco estrechándose, toma una decisión extrema: huir a la selva para evitar su encarcelamiento. Allí, lejos de los despachos de cristal y las ruedas de prensa, tiene que enfrentarse a una soledad brutal y a la ausencia de sus tres hijos y de su marido Eric, un vacío emocional que quizá duela más que la propia persecución judicial.
La película mezcla tensión, crítica social y el retrato de una mujer atrapada entre su trabajo, sus responsabilidades y un sistema que ahora la señala como símbolo de todo lo que ha salido mal. Entre Panamá, España y Uruguay, Papeles se coloca en ese terreno donde los titulares globales se cruzan con historias individuales, preguntándose cuánto puede soportar una persona cuando su vida entera se convierte en caso mediático.
La tierra de Amira
En clave mucho más íntima, La tierra de Amira, dirigida por Roberto Jiménez, aborda las heridas y encuentros que surgen cuando dos mundos completamente distintos chocan en un mismo espacio. Justino es un viudo que vive apartado del mundo en una extensa y solitaria finca, donde solo cultiva un pequeño huerto. Amira, por su parte, es una temporera marroquí en situación ilegal, una de tantas que llegan a España buscando un futuro mejor.
Una noche, cuando Justino baja al pueblo a vender sus tomates, atropella accidentalmente a Amira. Los daños físicos no son graves, pero ella pierde la posibilidad de trabajar, lo que la deja sin recursos en una tierra ajena. Obligado por su hermana Araceli, Justino decide ofrecerle su casa hasta que se recupere. Lo que empieza como un gesto casi forzado por la presión familiar se convierte en una convivencia que enfrenta dos universos antagónicos: edad, sexo, cultura, religión… todo parece separarles.
A través del día a día en esa finca aislada, la película explora cómo, pese a la desconfianza inicial y a las barreras evidentes, pueden surgir pequeños puentes, momentos de comprensión y gestos que rompen prejuicios. La tierra de Amira se presenta como un drama sobre inmigración, soledad y segundas oportunidades, con un enfoque humano y contenidos que tocan de lleno debates muy presentes en la sociedad actual.
Tommy Tom: En busca del peluche perdido
Para los más peques de la casa llega Tommy Tom: En busca del peluche perdido, una aventura animada desde Países Bajos que sigue las andanzas de Tummy Tom, un intrépido gato naranja. En un caluroso día de verano, el felino descubre que su peluche favorito, Bear, ha desaparecido. Lo que podría ser un drama doméstico mínimo se convierte en una epopeya a escala infantil.
Decidido a no rendirse, Tommy Tom emprende una búsqueda llena de humor y sorpresas. La investigación lo saca de la comodidad del jardín y lo lanza a un mundo desconocido y fascinante, donde cada rincón es una posibilidad y cada personaje nuevo, una pista o un despiste. En el camino, aprenderá a lidiar con la frustración, la paciencia y el valor de aferrarse a aquello que nos importa, por muy pequeño que sea.
Con una duración muy ajustada, ideal para primeras experiencias cinematográficas, Tommy Tom: En busca del peluche perdido parece pensada para que los más pequeños se identifiquen con ese miedo a perder su objeto favorito y, al mismo tiempo, se animen a explorar más allá de su zona segura. Visualmente colorida y llena de detalles, es la típica peli que ellos disfrutan por la aventura y los adultos por la ternura.
Supernatural
En el terreno del documental con borde difuso entre realidad y creencia encontramos Supernatural, de Ventura Durall. La historia gira en torno a Anna Alarcón, actriz convencida de que André Malby, un famoso chamán y sanador espiritual, le salvó la vida cuando era niña. Años después, esa certeza se tambalea cuando aparece en escena Mathurin, el hijo médico de Malby, que ha renegado del legado de su padre y cuestiona abiertamente sus supuestos poderes.
El choque entre la fe de Anna y el escepticismo militante de Mathurin los empuja a emprender un viaje íntimo en busca de respuestas. En esa exploración, no solo se ponen sobre la mesa las heridas del pasado y las contradicciones del propio Malby, sino también los límites entre ciencia y magia, entre necesidad de creer y necesidad de comprobar.
Supernatural no parece querer dar soluciones fáciles ni dictar sentencia sobre lo que es verdad o mentira; más bien se adentra en las zonas grises donde conviven consuelo, autoengaño, espiritualidad y manipulación. Es un documental pensado para espectadores dispuestos a ponerse incómodos, a cuestionar sus propias certezas y a acompañar a sus protagonistas en un viaje tan racional como emocional.
La ley de Sodoma
Cierra la tanda de estrenos La ley de Sodoma, drama con tintes de comedia negra y sátira grotesca dirigido por Rafael Gordon. La acción se desarrolla durante un juicio en un Alto Tribunal, pero olvídate de los procedimientos jurídicos al uso. Aquí la “Ley del Alto Tribunal” parte de un principio tan absurdo como inquietante: el “derecho a la presunción de culpabilidad”. La idea es sencilla y perversa: todo es legal, nada es legítimo.
El juicio arranca con una acusada que acepta la culpa de “decir la verdad” y que, para poseer y ser poseída, solicita a través de su abogado “realizar coito con su señoría”. La petición se acepta y el proceso continúa, pero la lógica del tribunal pronto se enreda aún más. Suena un teléfono y se ordena que la acusada pase a ser la abogada del abogado, ahora acusado de haber matado a su esposa por amor. Él se siente arrepentido y es condenado… hasta que vuelve a sonar el teléfono.
La sentencia se suspende y se decreta que el juez pase a ser el acusado, mientras la abogada asume el puesto de jueza. El intercambio constante de papeles entre personajes –acusado, abogado, juez– expone, a través de una sátira grotesca, la inversión moral de todos los valores que supuestamente sostienen nuestra sociedad. La ley de Sodoma señala el funcionamiento del poder y los mecanismos de aplicación de la ley desde un prisma extremo y teatral, ideal para quienes disfrutan de cine político, incómodo y con ganas de incendiar debates.
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