En la última entrega de El departamento de la verdad, obra de James Tynion IV y Martín Simmonds nos encontramos con una de las grandes conspiraciones de Estados Unidos: quién mató a John Fitzgerald Kennedy.
Si bien los conspiracionistas mencionan al FBI, la CIA o la mafia, casi todos descartan que Lee Harvey Oswald fuera el autor intelectual, aunque sí el material del asesinato del presidente en Dallas en 1963. Así Tynion retuerce la conspiración para convertirla en una leyenda que se torna en una fantasía matada por las creencias.
Contar “lo de siempre” o contar algo nuevo dentro de “lo de siempre”
En este punto aparece la Mujer de Rojo, el elemento ficticio que modifica la historia de Estados Unidos según el Departamento de la Verdad.
Tynion aporta su versión dentro de su propia ficción, en la que Oswald es el director del propio Departamento de la Verdad. El dilema no está en si fue o no el autor material y si lo recuerda como ocurrió realmente o se ha visto involucrado en la misma teoría conspirativa y es parte de la nueva narrativa. La obra también roza la figura de Marilyn Monroe, aunque sin entrar a fondo en el asesinato ni en la conspiración, más bien en el motivo por el cual el Departamento tendría que guardar toda la verdad de esa otra icónica muerte americana.
Varios estilos de dibujo para los cambios de punto de vista

Hay autores invitados como Alison Sampson, Jorge Fornes o Jordie Bellaire, para crear capítulos discordantes y diferentes mediante el arte. Así el guion plantea qué ocurrió antes y después del asesinato, pero no ofrece soluciones ni teorías nuevas.
A pesar de no tomar partido, Tynion deja claro que Kennedy tenía una vida que generaba problemas tanto a funcionarios y compañeros políticos como a viejos amigos relacionados con la mafia, ya fuera por sus decisiones o por sus escarceos con supuestas amantes como Monroe.
La muerte de JFK siempre será un icono de la cultura estadounidense
Todo esto se mezcla en una historia que se lee bien, pero queda con poco fondo de realidad, lo que realmente interesa a la serie es la línea narrativa de las creencias que transforman la realidad. El tema ha sido tratado en numerosas ocasiones de forma investigativa tradicional y desde un punto de vista conspirativo así que Tynion desecha entrar en terrenos conocidos para aplicar su teoría sobre los poderes fácticos. Para una visión más específica del caso en la ficción, siempre sobresale «JFK: Caso abierto» de Oliver Stone, una de las mejores obras que abordan la conspiración.
Simmonds y sus invitados marcan el ritmo
En el apartado gráfico, además de los artistas invitados se mantiene Martín Simmonds Al Mando con su estilo personal que siempre baila entre el terror y realidad. El artista plantea su estilo con una pintura intensa, colores que saturan la página y un rojo que marca los momentos de cambio y destrucción, sobre todo con la aparición de la Mujer de Rojo. Hay páginas dedicadas a Vietnam, al Tío Sam o a las guerras, donde los tonos y la fuerza del trazo convierten la lectura en una pesadilla visual cargada de impacto.
Una serie que mantiene el nivel, pero avanza lentamente
Este arco resulta quizá menos arriesgado que otros de la serie. Más que avanzar en la historia del Departamento de la Verdad, se centra en reinterpretar la conspiración de Kennedy e introducir ficciones alrededor de ella. Ni mejor ni peor, simplemente distinto.
Como siempre, Tynion y Simmonds entregan un cómic brutal, apoyado por colaboradores como Sampson, Bellaire, Charretier, Oeming, Pierson, Romero o Fornés, con un nivel gráfico que refuerza el peso del tema tratado. Porque, a fin de cuentas, Kennedy sigue siendo una leyenda viva en Estados Unidos.
El departamento de la verdad volumen 5. Qué puede hacer tu país por ti.
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Enfrentado a un enemigo empeñado en desvelar sus secretos al mundo, el Departamento de la Verdad tomó una decisión sorprendente: hacerlo público primero. Pero para entender la arriesgada táctica de Lee Harvey Oswald tenemos que volver al punto de partida: Dallas, 1963, cuando la caravana del presidente John F. Kennedy pasaba delante del montículo de hierba... y una mujer de rojo con los ojos tachados cogió un rifle en el depósito de libros escolares de Texas.




