Han pasado más de trece años desde que George Lucas vendiera su imperio galáctico a Disney por la friolera de 4.000 millones de dólares. Desde entonces, el creador de Star Wars ha visto cómo su universo se transformaba en algo muy distinto a lo que él imaginó. Y ahora, a sus 81 años (14 de mayo de 1944), ha dejado claro que ha pasado página. ¿Sorprendido? Pues espera, que lo que ha contado deja claro que el maestro ya no mira a las estrellas… sino a los museos.
Porque sí, George Lucas ha preferido centrar su mirada en algo mucho más terrenal: el Lucas Museum of Narrative Art, su gran proyecto personal en Los Ángeles. Un sueño que le ha costado alrededor de mil millones de dólares y que abrirá sus puertas el año que viene. Un espacio monumental dedicado al arte narrativo, pero con un detalle muy interesante: casi no hay nada de Star Wars.
El museo de George Lucas no es un tributo a Star Wars
Lucas Museum of Narrative Art
Durante una entrevista con The Wall Street Journal, George Lucas confesó que incluir elementos de Star Wars en su museo fue más una obligación que un deseo. “Es una galería de treinta y tres. Y lo hice a regañadientes”, explicó con su habitual tono tranquilo, casi zen. “No quería que la gente viniera al museo diciendo: ¿Dónde está Star Wars?”.
El Lucas Museum of Narrative Art tendrá, eso sí, una pieza icónica: un N-1 Starfighter de La Amenaza Fantasma (1999). Pero eso será todo. Solo una sala estará dedicada a la galaxia muy, muy lejana. El resto de las exposiciones explorarán otras formas de arte narrativo, desde ilustraciones clásicas hasta cómics, pasando por obras modernas que cuentan historias de otro tipo.
N-1 Starfighter
Y es que, según George Lucas, el museo no quiere ser una vitrina de su legado cinematográfico, sino una reflexión sobre el poder de contar historias. Un homenaje a la narrativa en todas sus formas. Suena poético, ¿no crees?
Disney cambió el rumbo… y George Lucas decidió mirar hacia otro lado
Cuando Disney compró Lucasfilm en 2012, el trato incluía algo más que derechos: también los planes originales de George Lucas para una nueva trilogía. Pero los ejecutivos de la Casa del Ratón decidieron desecharlos y empezar desde cero. Así nacieron El despertar de la Fuerza, Los últimos Jedi y El ascenso de Skywalker. Películas que dividieron al público y que, según el propio George Lucas, perdieron parte de la esencia original.
En declaraciones anteriores, Lucas ya había comentado con cierta resignación que nadie entendía realmente lo que significaba La Fuerza. “Yo era el que sabía lo que era Star Wars… quien conocía ese mundo. Porque hay mucho detrás”, dijo. “Cuando empezaron a hacer más películas después de vender la compañía, muchas ideas se perdieron. Pero así es esto: si lo entregas, lo entregas”.
Ahí es donde está la clave. George Lucas no siente rencor, simplemente ha aceptado que su creación tomó otro camino. Y ahora, mientras otros discuten sobre cronologías, cameos o multiversos, él se dedica a construir un legado completamente distinto.
George Lucas: “Tengo una vida. Estoy construyendo un museo”
La frase es suya y suena casi como un mantra. “Disney lo tomó y le dio su visión. Eso es lo que pasa. Por supuesto que he pasado página. Tengo una vida. Estoy construyendo un museo. Un museo es más difícil que hacer películas”.
Y lo dice alguien que creó Star Wars, Indiana Jones y THX 1138. Si él dice que levantar un museo es más difícil que rodar una trilogía, habrá que creerle. El proyecto ha sido titánico: desde el diseño arquitectónico futurista hasta la colección, que incluirá desde arte renacentista hasta cómics de Peanuts. Una mezcla que, de alguna forma, refleja perfectamente la mente de George Lucas: mitad soñador, mitad artesano.
No es casual que haya elegido Los Ángeles, la ciudad donde el cine y el arte se cruzan. Allí, Lucas parece haber encontrado su nueva galaxia. No de naves espaciales, sino de lienzos, esculturas y relatos que inspiran del mismo modo que lo hizo La Guerra de las Galaxias en 1977.
El futuro de Star Wars sin George Lucas
Mientras George Lucas pone el broche de oro a su museo, en Lucasfilm se avecinan cambios. Kathleen Kennedy, presidenta desde hace más de una década, podría dejar el cargo próximamente, y todo apunta a que Dave Filoni, actual director creativo, será quien herede el timón. Filoni, discípulo directo de George Lucas, fue una de las mentes detrás de The Clone Wars y Ahsoka, y su visión podría devolver cierta coherencia al universo que su mentor creó.
Curiosamente, Lucas no se ha mantenido completamente alejado de los rodajes. Ha visitado algunos sets y saludado a viejos colegas, pero siempre desde la distancia. Nada de opinar, nada de corregir. Solo observar. Tal vez porque sabe que, cuando uno crea un mito, debe dejar que otros lo reinventen.
Y, siendo sinceros, ¿quién podría culparlo? George Lucas ya lo ha hecho todo. Ha cambiado la historia del cine, ha inspirado generaciones enteras y ha creado una mitología moderna. Ahora solo quiere disfrutar del viaje, sin preocuparse por si los stormtroopers siguen apuntando mal o si Han Solo disparó primero.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que George Lucas ha hecho bien en alejarse de Star Wars o debería volver a involucrarse en el futuro de la saga?
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