La película Supergirl ya empieza a dejar titulares inesperados. Cuando creíamos que lo sabíamos todo sobre Kara Zor-El (Milly Alcock), su director ha soltado una confesión que cambia por completo cómo entenderemos la película. Y sí, tiene más miga de la que parece.
Un director brillante… que no conocía a Supergirl
Craig Gillespie no es precisamente un novato. Su nombre está detrás de películas como I, Tonya o Cruella, cintas con personalidad, pulso narrativo y personajes complejos. Por eso sorprendió cuando admitió públicamente que, antes de ponerse manos a la obra con Supergirl, no conocía prácticamente nada del personaje ni de su mitología dentro de DC.
Así, tal cual. Gillespie reconoció que no estaba familiarizado con el lore de Kara Zor-El, ni con su trayectoria en los cómics, ni con sus distintas encarnaciones. Y lejos de verlo como un problema, decidió convertirlo en una ventaja creativa bastante inteligente.
En lugar de sumergirse directamente en el cómic Supergirl: Woman of Tomorrow, el director optó por leer primero el guion escrito por Ana Nogueira. Quería enfrentarse a la historia como lo haría cualquier espectador que llega “limpio” a la película, sin expectativas previas ni comparaciones constantes.
Leer el guion antes que el cómic, a propósito
Según explicó el propio Gillespie, su decisión fue totalmente deliberada. Prefirió comprobar si la historia funcionaba por sí sola, sin el respaldo emocional del cómic original. Y lo que encontró le convenció lo suficiente como para seguir adelante con absoluta tranquilidad.
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Esa mirada casi virginal le permitió detectar dudas, huecos o momentos confusos desde una perspectiva muy concreta: la del público general. Si algo no se entendía, se preguntaba. Si algo funcionaba, seguía adelante. Y ahí es donde entra en juego el trabajo de Ana Nogueira, que sale especialmente reforzada en todo este proceso.
Ana Nogueira y una Supergirl muy distinta a la esperada
La guionista tenía claro que Supergirl no debía ser una simple versión “más luminosa” de Superman. De hecho, durante mucho tiempo ella misma confesó que no conectaba con esa idea clásica del personaje. Una heroína sonriente, optimista y casi ingenua no encajaba con lo que sentía al pensar en su historia.
Y es que Kara Zor-El no llega a la Tierra con recuerdos borrosos de Krypton. Ella lo vio todo. Vio cómo su mundo se destruía, cómo su gente desaparecía y cómo su misión cambiaba para siempre. Esa experiencia deja huella, y Woman of Tomorrow supo aprovecharla como pocas historias recientes de DC.
Cuando Nogueira leyó el cómic de Tom King ilustrado por Bilquis Evely, algo hizo clic. Allí estaba esa Supergirl más áspera, más irónica, más herida y, curiosamente, más humana. Una versión que no necesita ser perfecta para resultar fascinante.
Una adaptación fiel… pero no calcada
Aunque la película parte directamente de Supergirl: Woman of Tomorrow, tanto Gillespie como Nogueira han insistido en que no se trata de una copia viñeta a viñeta. El espíritu está ahí, los temas también, pero el viaje tiene personalidad propia.
De hecho, el director ha dejado claro que quienes estén releyendo el cómic buscando pistas no van a encontrar exactamente lo mismo en pantalla. Hay cambios, matices y giros que buscan sorprender incluso a quienes conocen bien la obra original. Y eso, seamos sinceros, siempre se agradece.
Supergirl y un paso poco habitual en el cine de superhéroes
Aquí es donde Supergirl juega una carta muy interesante dentro del género. A diferencia de otras grandes películas de superhéroes, esta sí se plantea como una adaptación directa de una etapa concreta del cómic, no como una simple inspiración libre.
Hasta ahora, el cine ha funcionado de otra manera. Batman v Superman mezcló ideas de The Dark Knight Returns y The Death of Superman. Civil War tomó el concepto general del enfrentamiento, pero lo adaptó al UCM. Infinity War cambió piezas clave del material original para encajar en su universo.
En todos esos casos, el cómic era un punto de partida, no un mapa. Supergirl, en cambio, parece querer recorrer ese camino con mucha más fidelidad emocional y narrativa. Y eso la convierte en una rara avis dentro del blockbuster moderno.
El peso de Milly Alcock y la llegada de Lobo
Otro de los grandes atractivos de la película es Milly Alcock como Kara Zor-El. Su elección ha generado bastante conversación, y no es para menos. Tiene presencia, carácter y esa mezcla de vulnerabilidad y firmeza que encaja muy bien con esta versión del personaje.
Además, la historia contará con la participación de Lobo, interpretado por Jason Momoa. Un añadido que no estaba en el cómic original y que promete dinamitar el tono de la película con ese caos tan particular que define al personaje. La combinación puede ser explosiva, en el mejor sentido.
Jason Momoa como LOBO
Un estreno marcado en rojo para DC Studios
Para DC Studios, Supergirl no es solo otra película más en el calendario. Es una pieza clave dentro de su nueva estrategia, una declaración de intenciones sobre el tipo de historias que quieren contar y cómo quieren hacerlo.
Apostar por una adaptación tan concreta, con un tono menos convencional y una protagonista que no busca caer bien a la primera, es un movimiento valiente. También arriesgado, claro. Pero precisamente por eso resulta tan atractivo.
La película llegará a los cines el 26 de junio de 2026, y todo apunta a que dará mucho que hablar, para bien o para mal. Lo que está claro es que no será una Supergirl cualquiera, ni diseñada por comité, ni pensada para pasar desapercibida.
Ahora te toca a ti: ¿te convence esta visión más cruda y personal de Supergirl? ¿Te genera curiosidad o te deja con dudas? Cuéntanos qué esperas de la película en comentarios y no olvides seguirnos en Google News para no perderte ninguna sorpresa del DCU.
