¿Puede Superman arruinar una película de terror sin siquiera aparecer en ella? Suena absurdo, pero eso es justo lo que ha insinuado uno de los productores más influyentes del cine actual. La secuela de un gran éxito reciente ha pinchado en taquilla y ahora alguien busca culpables en lo más alto. Literalmente.
La historia detrás de este fracaso inesperado tiene todos los ingredientes de un buen thriller: decisiones arriesgadas, cambios de tono que desconciertan al público y una declaración sorprendente. Porque sí, Jason Blum ha comparado a su protagonista con Superman y no de forma precisamente humilde.
¿Qué tiene que ver Superman con todo esto?
Durante una entrevista en el podcast The Town, el CEO de Blumhouse, Jason Blum, explicó que parte de los errores cometidos con M3GAN 2.0 vinieron por una sobreconfianza desmedida. ¿La razón? El equipo creativo creyó que su personaje era tan fuerte como el mismísimo Hombre de Acero.
«Todos pensábamos que M3GAN era como Superman. Podíamos hacer lo que quisiéramos con ella: cambiar el género, lanzarla en verano, darle otro aspecto o transformarla de villana a heroína».
Esa comparación, que en otro contexto podría sonar divertida o incluso ambiciosa, se convirtió en una revelación incómoda. Porque aunque M3GAN fue un fenómeno en 2022, su secuela no ha tenido el mismo destino. Ni de lejos.
M3GAN 2.0: más ambición que resultado
La película intentó lo que pocas se atreven: cambiar de género entre entregas. Pasó del terror puro al terreno de la acción con toques de ciencia ficción. Una jugada que, en teoría, funcionó con sagas como Terminator. Pero aquí, fue un golpe de realidad.
Blum lo reconoció sin rodeos: «Decidimos cambiar de género y el público no estaba preparado para eso».
El resultado fue una desconexión evidente. Lo que en la primera película era una muñeca inquietante, impredecible y perturbadora, en la secuela se convirtió en algo más cercano a una heroína cibernética con corazón. Y claro, eso no era lo que el público esperaba ni quería.
M3GAN 2.0
Una taquilla que no perdona
A nivel comercial, M3GAN 2.0 ha sido un batacazo sorprendente. Mientras la original recaudó más de 30 millones de dólares solo en su primer fin de semana en EE.UU., la secuela apenas superó los 10 millones. A nivel mundial, ni siquiera ha llegado a los 20 millones tras varios días en cartelera.
El problema no está solo en la recaudación bruta, sino en la expectativa generada. Con un presupuesto de 25 millones, la película tendría que hacer al menos 62,5 millones para no perder dinero, aplicando la regla básica de rentabilidad en Hollywood. Algo que, viendo la tendencia, parece muy difícil de lograr.
Pero… ¿realmente es tan mala?
Aquí viene la paradoja: las notas del público no son malas. De hecho, M3GAN 2.0 tiene un CinemaScore de «B+» (mejor que el «B» de la original) y un 83% en el Popcornmeter, lo que antes era la nota de audiencia en Rotten Tomatoes.
Es decir, los que sí fueron a verla… salieron bastante contentos.
Entonces, ¿qué falló exactamente? Probablemente, la desconexión entre lo que prometía el tráiler y lo que realmente entregaba la película. No era terror, no era sátira, no era gore: era un híbrido complicado de vender. Y eso, combinado con una campaña de marketing confusa y un calendario de estrenos saturado, hizo que pasara desapercibida.
La sombra de Superman es muy alargada
Volviendo a la provocadora frase de Jason Blum: ¿por qué comparar a M3GAN con Superman? Quizá por exceso de confianza. O porque en el fondo, muchos productores sueñan con tener un personaje icónico al que puedan moldear a su antojo y convertir en franquicia eterna.
Pero Superman solo hay uno. Y no, no es una muñeca asesina con WiFi.
Superman (2025)
La comparación también pone en evidencia un patrón peligroso: cuando los creadores creen que el personaje es más importante que la historia. Que puede sobrevivir a cualquier giro, cualquier cambio de género, cualquier decisión de guion. Pero el público no funciona así. Y el público, al final, es quien decide.
¿Puede M3GAN recuperarse?
La franquicia no está muerta, ni mucho menos. Blumhouse ha demostrado ser experta en reinventarse y recuperar marcas que parecían agotadas. Pero es evidente que tendrán que replantearse hacia dónde va el personaje.
¿Volver al terror puro? ¿Profundizar en la sátira tecnológica? ¿Evitar comparaciones con superhéroes intocables? Todo está sobre la mesa.
Lo que está claro es que M3GAN no es Superman, y tratarla como tal ha salido caro. No solo en taquilla, sino en reputación.
Una lección para Hollywood
Este tropiezo también sirve como recordatorio para toda la industria: no todas las franquicias deben forzarse a mutar para parecer más ambiciosas. A veces, menos es más. Y a veces, un personaje funciona mejor cuando no intenta salvar el mundo, sino cuando simplemente da miedo.
Porque no lo olvidemos: lo que hizo grande a M3GAN en 2022 fue su mezcla de humor negro y terror inesperado. No sus poderes. Ni su look. Ni su potencial de merchandising.
Si quiere volver a triunfar, tendrá que dejar de creerse un superhéroe… y volver a ser un monstruo. Mientras que Superman estrenará su nueva película el 11 de julio de 2025.




