La primera temporada de Pluribus ya es historia, pero que nadie se relaje: la serie de ciencia ficción de Apple TV ha cerrado su debut dejando más preguntas que respuestas y esa sensación rara de “vale, necesito hablar de esto con alguien”. Vince Gilligan ha querido explicar qué demonios hemos visto… y lo que se viene promete lío del bueno.
Desde su estreno, Pluribus ha jugado a despistar. Parece ciencia ficción alienígena de manual, pero en cuanto te descuidas te está hablando de nosotros, de la tecnología, de la soledad moderna y de esa comodidad peligrosa de dejar que otros piensen por ti. Y claro, cuando llega el final de temporada, el golpe es doble.
Pluribus muestra un mundo unido… quizá demasiado
La premisa de Pluribus es tan inquietante como sugerente. En un mundo dominado por una fuerza misteriosa, casi toda la humanidad ha perdido su individualidad para formar una mente colmena omnisciente, una especie de conciencia colectiva con aroma insectoide. Solo trece personas en todo el planeta son inmunes. Trece. Ni una más.
La serie, protagonizada por Rhea Seehorn, no convierte a los infectados en monstruos rabiosos ni en amenazas constantes. Aquí no hay carreras desesperadas ni mordiscos sangrientos. Los “unidos”, conocidos como the Joining, son tranquilos, amables y sorprendentemente acogedores. Demasiado, incluso.
Pluribus (2025)
Y ahí está la gracia de Pluribus. En lugar de un apocalipsis lleno de gritos, tenemos un mundo donde todo parece funcionar mejor… siempre que renuncies a ser tú mismo. ¿Suena tentador? Un poco sí, y eso da miedo.
El anti-zombi que te sonríe
Vince Gilligan lo tiene claro. En entrevistas con IGN, junto a Gordon Smith y Alison Tatlock, explicó que querían darle la vuelta al concepto de infección. En Pluribus, nadie te persigue para comerte. Al contrario: te invitan a unirte, te hablan con calma y te prometen paz.
Es casi una historia anti-zombi. En vez de caos, orden. En vez de violencia, armonía. Y en vez de miedo inmediato, una duda constante que se te cuela por la espalda. ¿De verdad es tan malo dejar de decidir? ¿No crees que ahí está lo más perturbador de la serie?
Carol, los trece inmunes y un plan que huele a problema
Rhea Seehorn da vida a Carol, una de esas trece personas inmunes al virus alienígena. Un número tan pequeño que parece elegido con mala intención. Carol no es una líder carismática ni una heroína clásica. Es humana, impulsiva y bastante imprevisible, lo que en Pluribus puede ser tanto una ventaja como una bomba de relojería.
El final de temporada nos deja claro que the Joining no se va a quedar de brazos cruzados. Los Otros, como se les conoce, desarrollan un patógeno capaz de saltarse la inmunidad de esos trece resistentes. La amenaza ya no es teórica: es científica, precisa y muy real.
Uno de los momentos más potentes es el viaje de Manousos, interpretado por Carlos-Manuel Vesga. Tras meses atravesando medio mundo desde Paraguay, llega por fin a encontrarse con Carol. Su objetivo es claro: formar un equipo que pueda revertir el proceso y devolver la autonomía a la humanidad.
Gilligan lo resumió con una imagen brutal. Manousos espera encontrar a una figura revolucionaria, casi mítica, y lo que ve es un Rolls-Royce en la entrada de una casa. Nada de épica clásica. Pluribus va de héroes incómodos y decisiones raras.
Apple TV
Consentimiento, huevos congelados y ciencia nada tranquilizadora
Y entonces llega el giro que lo cambia todo. Se revela que the Joining está usando los óvulos congelados de Carol para desarrollar el patógeno que permitirá integrarla en la mente colmena. Técnicamente, no necesitan su consentimiento directo. Legalmente, por decirlo de alguna forma, es un vacío.
Alison Tatlock lo explicó con claridad en Variety. El consentimiento es clave solo cuando se trata de intervenir directamente en el cuerpo. Si las células ya están fuera, el sistema encuentra la manera de convertirlas y usarlas. Frío, lógico y muy inquietante.
Ese descubrimiento es lo que empuja a Carol a reafirmar su decisión de luchar. No por heroísmo épico, sino porque le han tocado algo muy personal. En Pluribus, lo íntimo siempre acaba siendo político.
Una temporada 2 llena de incógnitas (y premios en el horizonte)
Lo más curioso es que ni siquiera Rhea Seehorn sabe hacia dónde va su personaje. En declaraciones a Total Film, reconoció que Carol actúa muchas veces por impulso, sin tener un plan cerrado. Y eso encaja perfectamente con lo que hemos visto. En Pluribus, la improvisación es casi una filosofía de vida.
La segunda temporada ya está confirmada, y la serie no ha perdido el tiempo en ganarse prestigio. Ha recibido nominaciones importantes, incluyendo Mejor Serie Dramática y Mejor Actriz en los próximos Globos de Oro, además de menciones similares en los Critics’ Choice Awards. Nada mal para una recién llegada.
El reparto se completa con Karolina Wydra, Carlos-Manuel Vesga, y apariciones de Miriam Shor y Samba Schutte. Detrás de las cámaras, Sony Pictures Television respalda el proyecto, con Gilligan al frente junto a un equipo creativo que sabe exactamente qué botones tocar.
Pluribus se define como una serie donde la persona más miserable del planeta tiene que salvar al mundo… de la felicidad. Y cuanto más lo piensas, más sentido tiene. ¿De verdad queremos un mundo perfecto si el precio es dejar de ser nosotros?
Ahora te toca a ti. ¿Te unirías a la colmena o lucharías por seguir siendo independiente? Cuéntanos qué te ha parecido el final de Pluribus y no olvides seguirnos en Google News para más ciencia ficción que da que pensar.
