El engaño puede ser un arte. Y pocas películas recientes lo retratan con tanta ironía, humor y mala leche como MARIO, la nueva comedia negra escrita y dirigida por Guillem Miró, que ya se puede ver en cines de la mano de Filmax.
En Cinemascomics te traemos en exclusiva un clip del film, una pequeña muestra de la sátira, la tensión y la incomodidad que este joven cineasta ha convertido en su sello personal.
Una historia donde las apariencias lo son todo
Rodada entre Valencia y Mallorca, MARIO nos sumerge en un universo donde la verdad y la mentira se entrelazan hasta perder forma. La película, presentada en la Sección Oficial Nacional del Atlàntida Mallorca Film Fest 2025, está protagonizada por Gloria March, Jaume Madaula, Jose Pérez Ocaña, Raquel Ferri, Miquel Gelabert, Daniel Bayona, Alba Pujol, Aimar Vega y Jaume Gálvez Gimeno, un reparto coral que sostiene una historia tan divertida como inquietante.
Guillem Miró, que debutó con En Acabar y más tarde firmó los cortos La Farsa y Avistament 1978, regresa con una comedia de intriga donde la risa se mezcla con el vértigo. MARIO explora la forma en que nos construimos frente a los demás, las mentiras que elegimos contar y la voluntad —a veces cómplice— de creer lo que nos conviene.
¿Quién es realmente Mario?
En el corazón de esta historia encontramos a Mario, ese hombre aparentemente perfecto al que todos adoran. Es el novio ideal, el amigo ejemplar, el yerno soñado. Pero cuando su pareja Antònia decide organizarle una fiesta sorpresa de cumpleaños, todo empieza a resquebrajarse.
Entre risas, brindis y confesiones, los invitados descubren que algo no encaja. Las versiones se contradicen, los recuerdos se distorsionan y lo que parecía una celebración se convierte en un incómodo retrato de las mentiras que sostenemos para proteger nuestras propias máscaras.
La película juega con esa tensión entre lo que mostramos y lo que escondemos, entre el personaje y la persona. Como señala su director, “para que una mentira funcione no basta con un buen mentiroso; hace falta alguien dispuesto a creerla”.
Una comedia negra con alma de espejo roto

MARIO combina el humor más ácido con la crítica social más afilada. Miró utiliza la comedia para incomodar, no para suavizar. Cada gesto y cada silencio se convierten en un reflejo de esa sociedad que prefiere aparentar antes que mirar de frente la verdad.
Visualmente, la película apuesta por una puesta en escena contenida pero elegante, con una atmósfera que se va cargando de tensión hasta estallar. La risa, en este caso, funciona como un mecanismo de defensa frente al desconcierto y el miedo.
Un equipo de cine con sello propio
La película está producida por Nakamura Films, Corte y Confección de Películas y Somera Films, con el apoyo del Institut Valencià de Cultura (IVC), el Institut d’Indústria i Cultura de les Illes Balears (ICIB), la Fundació Mallorca Turisme, el Consell Insular de Mallorca, la Mallorca Film Commission, Europa Media Creativa, À Punt, 3Cat, IB3 y CREA SGR.
MARIO confirma el crecimiento creativo de Guillem Miró y su mirada crítica hacia una sociedad construida sobre la impostura. Con su segundo largometraje, el director balear se consolida como una de las voces más personales del nuevo cine español, capaz de combinar elegancia formal, humor corrosivo y una reflexión incómoda sobre la identidad.
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