Vuelve el Capitán América a la acción tras un breve pero intenso periodo en el que el puesto estuvo vacante, a la espera de cubrir una plaza que nunca debió estar vacía. Panini Comics se arma de paciencia para establecer los nuevos límites del mito, desde su nueva concepción a los motivos que le mueven.
El hombre bajo la máscara
Este Capitán América no es Steve Rogers. Tampoco pretende imitarle a la perfección, solamente no ser irrespetuoso con lo que su amigo llegó a significar para tantos millones de personas. James Buchanan Barnes no ha sido un angelito durante las décadas transcurridas desde su “fallecimiento”, en El Canal de la Mancha en los albores de la Segunda Guerra Mundial, hasta su reaparición como Soldado de Invierno, en las páginas que venimos viendo desde el inicio de esta etapa del Capitán América de Ed Brubaker.
Ahora, una vez redimido de sus pecados como agente al servicio del Telón de Acero, debe tomar una gran decisión que le marcará durante un tiempo, tomar el relevo de Rogers como Capitán América y convertirse en la leyenda… pero a su manera.
Bucky asumirá un rol para el que siempre estuvo preparado. Muchos compañeros de aventuras del héroe principal, los conocidos como adláteres, han tenido que dar ese paso antes o después. Unas veces por relevo generacional, otras por necesidad, el papel que el destino le arrebató ahora se le ofrece en bandeja de plata. Ya era el custodio del escudo del Capitán América y ahora va a vestir el uniforme, aunque sea uno creado para la ocasión en colaboración con Tony Stark.
En realidad ya sabemos que el nuevo traje fue un diseño del dibujante Alex Ross, pero eso no le descarga de simbolismo, aunque cambie la cota de malla por otro tejido resistente que lleva la forma del primigenio escudo de aspecto triangular con el que Rogers comenzó su andadura contra los nazis.

Mi brazo metálico y mi pistola
Barnes no cuenta con un suero de supersoldado para mejorar sus capacidades pero no está exento de un añadido al que sabe sacarle un gran partido, su brazo izquierdo artificial. Eso ya va a justificar sobradamente el manejo de un escudo que no todo el mundo puede emplear como arma tanto defensiva como ofensiva.
A ello va a sumar al arsenal un arma de mano de manejo cómodo, una pistola automática. Él mismo va a echar de menos la sutilidad del rifle de francotirador para no tener que llevar casi toda la acción al cuerpo a cuerpo, pero ahora su identidad es diferente y Steve hacía las cosas de otro modo, siempre ha evitado matar y ha preferido incapacitar a sus enemigos. Aunque corra la sangre que sea a través de heridas que se puedan curar.
Para sus primeros pasos como héroe enmascarado principal, ya llevaba máscara tanto como Bucky como en sus apariciones como Soldado de Invierno pero no era lo mismo, contará con la ayuda de Natasha Romanoff, La Viuda Negra y principal interés amoroso durante su etapa como Capitán América.
Detrás de todo, como venimos viendo, está Cráneo Rojo y la pléyade de colaboradores de la que se ha rodeado. Ed Brubaker aprovecha para seguir desarrollando la trama que muestra cómo las actividades de agentes externos pueden debilitar tanto el sistema económico de Estados Unidos como a su sociedad. La manipulación de la información, la creación de fake news o la alarma social son empleadas de forma sutil para enrarecer el ambiente y llevar al límite a todo el mundo, incluido SHIELD, con Stark como actual Director.
La brecha abierta
Todavía quedan muchas sorpresas por desvelar del terrible plan de Cráneo Rojo, pero a lo largo de estos episodios seguimos viendo a Sharon Carter bajo el control mental del Doctor Fausto, lo que nos enerva poderosamente. La sobrina de Peggy todavía trata de luchar contra el lavado de cerebro al que se ha visto sometida, esos bocadillos de color negro que solo lanzan soflamas a favor de un comportamiento que no quiere tener, que la empujan a actuar contra sus amigos y la machacan constantemente con la idea de que fue ella la que apretó el gatillo.
Además está el tema de su embarazo a lo que hay que sumar la revelación que se halla escondida al final de este volumen de Capitán América… ¿está Steve todavía vivo y en poder de sus enemigos?.
El peso del sueño recae sobre Bucky pero el peso creativo de las ilustraciones es cosa de Steve Epting y Jackson “Butch” Guice, este último fallecido recientemente. Consiguen dar con el tono oscuro que necesitaba este thriller, que nos hubiese gustado que fuese infinito. Una atmósfera que juega con el miedo, con la noche, con lugares tan lóbregos como las alcantarillas donde se ocultan los terroristas de I.R.A.D. (Ideas Radicalmente Avanzadas de Destrucción, R.A.I.D. en inglés, lo que nos recuerda, claro está, al insecticida), una nueva escisión de I.M.A. que servirá perfectamente como esa carne de cañón que también podemos tener con miembros de HYDRA o de cualquier otra organización similar.
A alguien hay que aporrear para soltar el estrés. Esta etapa es inolvidable y no me cansaré de recomendarla. Si todavía no te has unido es el momento, si no lo has leído antes aquí tienes la oportunidad más asequible.
Déjanos tu opinión en los comentarios y no te pierdas más reseñas de cómics como esta en Cinemascomics. Descubre análisis, curiosidades y las mejores historias del noveno arte.
Marvel Saga TPB. Capitán América 6
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
El Capitán América ha muerto, pero un nuevo Centinela de la Libertad ocupa ahora el lugar dejado por Steve Rogers. Y lo hace a tiempo para luchar por el corazón de su país, en una ciudad que ha perdido la cordura. El gran plan maestro de Cráneo Rojo se ha puesto en marcha y el caos se está apoderando de Estados Unidos. Sólo queda un hombre que pueda detenerle. Pero ¿está preparado para asumir el reto? El Halcón, Iron Man y la Viuda Negra acompañan a Bucky Barnes en el momento más decisivo de su existencia.




