La primera obra de Jason Aaron para DC Comics no podía ser de otra forma: una historia de Batman. Un personaje que encaja perfectamente con su mejor estilo narrativo: rápido y directo.
Batman. Fuera de órbita. El resultado es un cómic especial, que enfrenta a un Batman joven, aún sin todo el conocimiento ni en el cénit de sus capacidades, con un alienígena que es derrotado y le revela sus limitaciones. Ante esto, Bruce Wayne sólo puede resignarse. Pero Batman, fiel a sí mismo, decide ir al espacio en busca del conocimiento necesario para vencer a esa especie.
El cielo no es el límite para Batman
Lo que sigue es una odisea que lo lleva a una galaxia lejana, dominada por una gran corporación, donde reina la esclavitud, la actividad frenética, las batallas y la guerra.
Básicamente, se convierte en una búsqueda que desemboca en una historia con un trasfondo social —no demasiado profundo— en la que Batman actúa como un revolucionario. No lo hace de manera intencionada, sino que, gracias a sus acciones, termina enfrentándose a los poderes establecidos. Lo hace por una causa personal, individual, con el único objetivo de mejorar y ser aún más fuerte para vencer su guerra contra el crimen.
Un cómic de pura acción
Jason Aaron desarrolla esta historia a través de dos líneas temporales. Una de ellas, muy breve, se compone de flashbacks que apenas sitúan la trama en la Tierra. El resto se desarrolla completamente en el espacio, en una galaxia desconocida y tiránica, gobernada no por reyes ni monarcas, ni por figuras electas, sino por el poder de las corporaciones. Empresas que necesitan esclavos y mano de obra barata. Esta línea argumental domina el cómic, aunque se ofrecen recordatorios puntuales del estado de la Tierra, subrayando que Batman no es un Green Lantern ni Superman, sino un vigilante, un combatiente cuerpo a cuerpo. Esto se demuestra constantemente a lo largo de la historia.
No hay techos de cristal para Batman
Quizás lo que Aaron exagera un poco es la capacidad de Batman más allá de lo que podría ser un ser humano en su máximo potencial físico. Pero también aparece ese comportamiento psicológico, casi obsesivo, que se concentra en la frase «Yo soy Batman», la cual empieza a adquirir una dimensión cercana a un superpoder. Aaron refuerza así la leyenda inicial del personaje, ya conocida por los lectores, pero que crece en esta obra.
Arte oscuro y “fiesta” para enseñar un espacio feo y oscuro
El dibujo de Doug Mahnke es probablemente uno de los mayores atractivos del cómic. Su imaginación le permite crear una gran variedad de seres extraños, deformes y, sobre todo, profundamente alienígenas. Algo que muchas veces se olvida en la representación de especies galácticas. Aunque muchos son antropomorfos, no todos lo son. Se desarrollan aspectos como la bestialidad y la exageración. Mahnke es un autor donde la musculatura es extrema, con grandes manchas y formas marcadas.
Aun así, tiene una gran capacidad tanto para el dibujo de acción como para la expresividad. Su estilo es exagerado, con muchísimos gestos que reflejan terror, pavor o furia, recordando por momentos a autores como Olivetti o Simon Bisley. Mahnke ha demostrado su talento en todo lo que ha hecho, incluida su extensa carrera en *Green Lantern*.
Un cómic del Batman más oscuro
Batman: Fuera de Órbita no entrará en los anales de la historia del cómic, pero sí ocupará un pequeño hueco entre los fans más fieles del Caballero Oscuro. Porque reafirma algo que todo seguidor del Hombre Murciélago tiene claro: Batman no es solo un vigilante, ni únicamente el mejor detective del mundo. Es una fuerza de la naturaleza imparable. Y esta historia lo demuestra: si algo lo vence —incluso si no es de este planeta—, él lo perseguirá, lo vencerá y se lo demostrará tanto al mundo como a sí mismo. Porque la única forma de detener a Batman es acabar con él… y aun así, incluso muerto o casi muerto, probablemente tenga un plan para ganar.
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Batman: Fuera de órbita
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Una amenaza del espacio exterior ha llegado a Gotham. Un Batman en sus comienzos como justiciero debe hacerle frente. Esta experiencia le hará pensar en qué otras amenazas podrían acechar desde los confines del espacio… Y, con esta pregunta, el Caballero Oscuro iniciará una andanza espacial en la que aprenderá a ser un héroe.
