Ya en cines, Rider, es un thriller social que no solo llama la atención por su puesta en escena trepidante, sino también por la humanidad que transmite a través de su historia. Dirigida por Ignacio Estaregui y protagonizada por Mariela Martínez y Victoria Santos, la película se convierte en una experiencia inmersiva rodada en tiempo real, de noche y a dos ruedas por las calles de Zaragoza.
Una road movie diferente, en bici y sin cortar
Rider cuenta la historia de Fío, una joven repartidora latinoamericana que se enfrenta a una noche límite mientras entrega un pedido urgente. A través de múltiples llamadas telefónicas, vamos descubriendo sus problemas personales, familiares y laborales. Todo transcurre en tiempo real, y cada minuto cuenta.
La película está pensada como una especie de Locke (2013) (la cinta protagonizada por Tom Hardy que se desarrolla dentro de un coche), pero sobre una bicicleta y con el añadido de haber sido rodada en exteriores reales, con todos los retos que eso conlleva. En palabras de su director, Ignacio Estaregui: “Fue un rodaje itinerante, con muchas limitaciones, y eso exigió una preproducción milimetrada. Cada cruce, cada semáforo, cada giro estaba previamente calculado para que la continuidad funcionara aunque en realidad estuviéramos saltando de una calle a otra”.
Rodada en Zaragoza… pero podría ser cualquier ciudad
Aunque el filme se grabó íntegramente en Zaragoza, no se menciona explícitamente en la película. El objetivo era que la ciudad funcionara como un espejo de cualquier otra urbe mediterránea. El recorrido que hace Fío sirve como metáfora de su propio viaje emocional: comienza en zonas modernas y luminosas y acaba en lugares más oscuros, sucios y laberínticos, acompañando su descenso personal.
“Zaragoza Film Office facilitó muchísimo el rodaje”, comenta Estaregui, “pero la ciudad no está como tal en la película. Queríamos que cualquier espectador pudiera reconocer ese espacio como suyo”.
Una protagonista que se deja la piel… y las piernas
La actriz venezolana Mariela Martínez encarna a Fío con una entrega física y emocional que sorprende. Estaregui la descubrió gracias a una recomendación en su escuela de cine, y desde el primer casting supo que era la actriz que necesitaba: “Desde el minuto uno le dije que iba a ser un rodaje muy difícil. Ella no solo estuvo a la altura, sino que se implicó en cuerpo y alma”.
Durante el rodaje, Mariela estuvo hasta nueve horas al día montando en bici, muchas veces sin cortes, en tomas que podían durar hasta cuatro minutos seguidos. Para optimizar recursos y no tener que repetir escenas, se usaron dos cámaras, algo poco habitual en rodajes de cine. “Aquí no podías cortar para dar indicaciones. Si algo salía mal en el minuto uno, tenías que esperar hasta el final de la toma para poder corregirlo”, explica Estaregui.
Una historia que va más allá del thriller

A pesar de estar envuelta en las claves del suspense, Rider no se queda solo en lo formal. La película toca temas como la xenofobia, la precariedad laboral, la vivienda y el sentimiento de pertenencia, todo desde una perspectiva íntima y emocional. La figura de la rider se convierte así en el catalizador de una reflexión más amplia sobre cómo vivimos en las ciudades, cómo nos relacionamos y a qué estamos dispuestos a renunciar por sobrevivir.
“Todo nació a raíz de cruzarme dos noches seguidas con la misma repartidora en Zaragoza”, cuenta el director. “Ahí empecé a preguntarme: ¿qué historia hay detrás? ¿Qué lleva a alguien a estar a miles de kilómetros de su casa, pedaleando de noche para ganarse la vida?”.
Una producción pequeña, un resultado grande
Rider se ha rodado con pocos medios, pero con mucha imaginación y un equipo muy implicado. Desde la dirección de producción de Gloria Sendino hasta el montaje de José Manuel Jiménez y Lucía Casal, todos han remado en la misma dirección para sacar adelante una propuesta valiente y distinta.
La película estuvo seleccionada en Cannes Remakes, en el marco del Marché du Film del Festival de Cannes, y se vio por primera vez en España en el Festival Internacional Rizoma de Cine y Cultura Entrelazada. Ahora, por fin, llega a salas con 20 copias distribuidas por Begin Again Films. No es una gran superproducción, pero tiene todo lo que se necesita para conectar con el público.
En resumen: una película que merece ser descubierta
Rider es una joya del cine español independiente. Emocionante, tensa, rodada con una precisión admirable y protagonizada por una actriz llamada a dar mucho que hablar. Si tienes la oportunidad de verla en cines, no la dejes pasar. Y si no, no te preocupes: en palabras de su director, “cuando llegue a plataformas, tendrá una segunda vida más que próspera”.
Rider
NOTA CINEMASCOMICS
TOTAL
Rider nos adentra en una noche frenética donde conviven conflictos tan universales como la xenofobia, las difíciles condiciones de trabajo y el problema acuciante de la vivienda. La profesión de rider se convierte en el catalizador perfecto para explorar estas realidades cotidianas que observamos en nuestras calles.




